Redacción:/ Es su primer largometraje pero Ignacio Estaregui tiene un gran recorrido en la dirección de cortos y de producciones musicales. Asegura que Justi&Cia ha sido el viaje de su vida y ha podido vivir en sus propias carnes lo difícil que es sacar adelante una película de bajo presupuesto en nuestro país.
Tras haber dado el salto al cine, afirma que su mayor ilusión sería poder hacer carrera en la industria cinematográfica y reclama una mayor implicación por parte del mundo de la cultura en las reivindicaciones sociales de nuestra época.
Asegura que todavía queda mucho trabajo para que en Zaragoza pueda desarrollarse una auténtica industria del cine y ahora mismo vive con mucha ilusión la gran acogida que su película está teniendo en la capital aragonesa. Desde Zaragoza Buenas Noticias le hemos entrevistado para conocer un poco más sobre la persona que está detrás de la película Justi&Cía y nos cuenta también su experiencia y sus planes de futuro.
-Tras varios cortos y distintas producciones musicales, has dado el salto a dirigir un largometraje. ¿Cómo ha sido el cambio?
-Durísimo, ha sido muy difícil. No se puede decir que si un corto dura 20 minutos y una película 100, hacer una película es como hacer cinco cortos. Es algo mucho más exponencial y el esfuerzo que hemos tenido que hacer es increíble. Así que el salto ha sido complicado pero al mismo tiempo muy bonito.
-La película muestra de una forma muy clara la situación que está viviendo actualmente nuestro país ¿era necesario que el cine tratara el tema de la corrupción de esta manera tan explícita?
-Sí, por supuesto. De hecho tengo la sensación de que los artistas o gente de la cultura no se mojan lo suficiente. Tenemos las herramientas para ser los cronistas de esta época y que las historias que creamos queden en el tiempo. Está muy bien manifestar nuestra opinión en ruedas de prensa, entrevistas o redes sociales, pero ahí se quedan. Por eso creo que hacer películas como Justi&Cia lo que hace es formar una crónica que durará para siempre y mostrará lo que pasó en este momento y en este lugar.
-¿Crees entonces que el mundo del cine debería explotar más su función social y reivindicativa?
-Sí, sobre todo porque son películas, discos o libros hijos de su tiempo que conforman un imaginario que perdura para siempre. A veces, este tipo de proyectos no se llegan a desarrollar por miedo a perder una subvención o la financiación de una televisión. O simplemente porque no se quiere cruzar esa barrera de lo políticamente correcto. Tengo la sensación de que los que no tenemos nada que perder somos los que podemos ir más allá y, si hemos tenido que ser nosotros, estoy muy orgulloso.
-Justi&Cia es una película que no acaba en el minuto 89. Los espectadores analizan y reflexionan sobre el tema una vez que salen del cine. ¿Era ésa tu intención?
-No se puede ser tan pretencioso de querer hacer una película para que la gente hable sobre ella pero sí que soy consciente de que esto está sucediendo. Por supuesto, es una gran satisfacción porque tengo la sensación de que es una película que traspasa la pantalla, que te hace reflexionar. Ojalá haga reflexionar a quien vaya a robar en el futuro.
-Dicen que el público de Zaragoza es uno de los más exigentes de España ¿cómo estás viviendo la acogida de Justi&Cia en nuestra ciudad?
-Es muy bonito ser profeta en tu tierra y sentir el cariño de la gente, que me llega a través de mensajes de personas que no conozco por redes sociales o por la calle. El éxito no se puede medir por el dinero que da la película en las salas sino que se percibe en lo que ‘cala’ en la gente y en cómo los espectadores te devuelven el esfuerzo que has puesto en la película. Estamos muy contentos, de hecho es la quinta semana en cartelera en Zaragoza y la película sigue funcionando fenomenal. El miércoles pasado colgamos el cartel de ‘no hay entradas’. Sin embargo, también tenemos la sensación de que con un poquito más de publicidad fuera, hubiera funcionando mucho mejor.
-Has pensado en explotar las plataformas digitales para llegar a un número mayor de espectadores?
-Sí. Justi&Cia estará, por ejemplo, en plataformas digitales legales como ‘Filmin’, donde creo que funcionará muy bien. Hacerse hueco en las salas de cine es muy complicado hoy en día, y más en nuestro caso. Más que por ser una película pequeña o independiente, el problema ha sido no tener la publicidad suficiente. Los exhibidores quieren amortizar sus películas en una semana y eso sólo se consigue con grandes títulos como ‘Los Juegos del Hambre’ o ‘Avatar’. Justi&Cia es una película que requiere del boca a boca y muchas veces no da tiempo a que ocurra así.
-¿Cómo se consigue llevar a término una película de bajo presupuesto como Justi&Cia?
-Supliendo el presupuesto y la logística con el esfuerzo y la imaginación. Lo que teníamos claro es que teníamos que hacer la película fuera como fuera y que el dinero nos marcaría hasta dónde podíamos llegar a nivel de producción. Por supuesto, nos hubiera gustado tener más presupuesto y creo que faltan muchísimas cosas por no haber contado con más financiación. Sin embargo, hemos tenido una libertad creativa total, ya que no dependíamos de nadie. Es una de las cosas positivas que te aporta trabajar de esta manera, no todo va a ser negativo.
-¿Cuál crees que ha sido el secreto de este éxito?
-Hacer una película fuera del sistema y haberla colocado dentro del mismo. Es decir, haber podido contar con un escaparate tan importante como las salas de cine para que la gente conozca este trabajo. Cuando digo que es una película hecha fuera del sistema no me refiero a que sea antisistema ni mucho menos, sino que simplemente estábamos fuera de él. En Zaragoza, a pesar de los grandísimos profesionales que hay y el talento que se respira, falta un tejido industrial como para creer que estábamos haciendo una película dentro de la industria cinematográfica española. Y, a nivel artístico, el mayor logro fue la incorporación de Álex y Hovik.
-¿Cómo llevas que ésta haya sido precisamente la última película terminada de Álex Angulo?
-La pérdida de Álex fue un golpe tremendo. Pero me quedo con que su personaje en la película era el de un buen hombre, y eso es precisamente lo que él era en la realidad, con lo cual ha dejado un bonito legado al público.
-¿Cómo valoras la situación de la industria del cine concretamente en Zaragoza?
-No sé si le puede llamar industria todavía porque queda muchísimo trabajo que desarrollar para que podamos calificarlo como tal. Estamos en una época en la que están saliendo muchísimos proyectos. La falta de medios y de dinero agudiza el ingenio y hoy en día nadie espera a que le caiga nada del cielo. Se están poniendo en marcha muchos proyectos y muy interesantes, pero tendríamos que desarrollar más entre todos la industria para que hubiera trabajo.
-¿Cómo se consigue?
-Poco a poco y haciendo los proyectos cada vez más grandes, lo que implica a su vez un mayor esfuerzo sobre todo en lo que concierne a la capitalización. Aragón TV se vuelca en los proyectos pero creo que se debería involucrar más todavía y, sobre todo, deberían hacerlo también las entidades públicas. El tema de las subvenciones es un tema muy complejo. Yo no estoy en contra, pero es cierto que hay muchas películas que están muchísimo más subvencionadas que otras. Hay una falta de criterio muy importante y también una falta de cuantía.
Está comprobado que el proceso de explotación comercial funciona: la gente va al cine, las televisiones emiten las películas… lo que falta es un paso más en cuanto a financiación, y entre todos debemos luchar para conseguirlo.
-¿Eres de los que piensa que la gente cada vez va menos al cine?
-La gente sigue yendo al cine pero sí que se podrían hacer cosas para fomentarlo más. La vida es cuestión de prioridades, pero lo cierto es que no podemos tener un IVA del 21%. No es una queja de artista ni de titiritero, sino que es una realidad el hecho de que en ningún país de Europa el IVA cultural es del 21%. El tema de la piratería también es un problema, aunque si lo piensas, si a alguien le sale gratis la cerveza de grifo, no va a pagar por ir a un bar a beberla. Por lo tanto, una de las medidas que ayudaría a que la gente fuera más al cine sería bajar el IVA y otra podría ser llevar a cabo promociones puntuales, que funcionan muy bien, y si funcionan es porque la gente tiene ganas de ir al cine. No digo que se estandaricen, pero sí que se regularicen de alguna manera, aunque fuese con una rebaja menor, ofreciendo alguna opción de bonos… Son muchas las medidas que se podrían tomar.
-¿Cuáles son tus planes de futuro más próximos?
-Estamos en una fase en la que podemos optar a recibir algún tipo de premio en distintos festivales. Si se pudiese reconocer el trabajo de Alex y de Hovik provocaría que muchísima más gente conociese la película. Su trabajo es el que cae por su propio peso. Hubo mucha química, es algo que ha traspasado la pantalla y eso ocurre muy pocas veces. Podría ser una película con 2 millones de euros de presupuesto y no podría estar mejor interpretada.
-¿Algún proyecto que nos puedas adelantar?
-Sobrevivir a la peli, el vacío que nos ha dejado es muy grande (también el económico), por lo que en función de cómo le vaya a la película me irá a mí. Si recuperamos la inversión vamos a poder permitirnos afrontar un nuevo proyecto con muchísima más tranquilidad.
-Y, por último, una buena noticia que quieras compartir con nuestros lectores.
-Sentir que entre todos de verdad se pueden cambiar las cosas, que hemos llegado a un punto en el que la gente está con ganas de cambiar. Creo que el 90% de los españoles somos unos ‘desgraciados’ como Justino y Ramón, y nos sentimos engañados. Hemos tragado mucho y lo bueno es que sí que veo esperanza. Está en manos de todos cambiar las cosas, reestructurar un poco el sistema de valores, que es lo que hace falta. Estoy encantado con vuestro nuevo medio Zaragoza Buenas Noticias, a este tipo de cosas son a las que me refería y os deseo muchísima suerte.