Cristina Pérez. Alfonso Palomares lleva 22 años ejerciendo la profesión de actor, aunque ha pasado por la mayoría de oficios que rodean el mundo de la interpretación. Ha sido (y es) director de diferentes espectáculos, le gusta la producción y se anima también con el guión de algunas de sus representaciones. Es el director del último espectáculo galardonado hace pocos días como el mejor del circo aragonés, ‘Tu vuelo, mi vuelo’ y también dirigió el que ganó en la anterior edición, representado por el Circo La Raspa.
Actualmente se encuentra en Zaragoza presentando su nueva función ‘Hotel España’, la cual ha escrito él mismo con la ayuda de las dos actrices que participan en la obra: su compañera de ‘Lagartolagarto’, Amparo Nogués’ y la actriz Encarni Corrales. Hablamos con él para que nos cuente su visión sobre la evolución del teatro en nuestra ciudad y nos explica también lo que podrá encontrar el público en este nuevo espectáculo, que se presenta el día 11 de diciembre en el Teatro Principal.
-¿Cuál es tu visión sobre la evolución de la industria del teatro en Zaragoza?
-La cosa ha cambiado bastante. Llevo 22 años trabajando de forma profesional en el mundo del teatro y la verdad es que he vivido mejores momentos que el actual. No me gusta decir eso de que ‘son peores tiempos’, y simplemente prefiero decir que son distintos. Sin embargo, sí que es cierto que he conocido una época con mayor esplendor en la que había muchas mas compañías en Zaragoza y se trabajaba de otra manera. El teatro siempre ha estado en crisis pero ahora la situación es todavía más fuerte y, por supuesto, el 21% de IVA no nos favorece en absoluto. Somos un gremio que siempre ha estado buscándose la vida y seguimos en ello. La gente que ama este oficio, como es mi caso, de una u otra manera sigue dedicándose a él, pero sí que es verdad que en condiciones más precarias.
-¿En una ciudad como Zaragoza debería existir entonces una mayor oferta en el mundo de las artes escénicas?
-Sí. Y no sólo en Zaragoza, sino en Aragón en general. Nuestra tierra tiene una cantera de actores, actrices, directores y directoras de muchísimo nivel. Contamos con una de las escuelas de teatro más antiguas de España, que sigue sin ser oficial por cuestiones políticas, pero que de ahí salen profesionales muy buenos.
-Además de actor eres director de teatro ¿con qué faceta te sientes más identificado?
-Con la de actor. Lo que pasa es que me apasiona tanto el teatro que me gustan todas sus facetas. Me gusta mucho la escenografía, la producción teatral, la dirección e incluso la escritura de guiones. El de Hotel España lo he escrito yo, por ejemplo. Estoy a gusto en cualquier lugar.
-También has hecho cortometrajes, participas en el programa ‘Oregón TV’ y eres actor de teatro. ¿Qué medio prefieres?
-Es complicado porque cada cosa tiene su historia. Es como elegir entre dos hijos, no puedes (risas). No es que una cosa me guste más y otra menos, sino que son cosas que tienen sus ventajas e inconvenientes. Con el teatro disfrutas mucho del ‘tú a tú’ con el público, se puede ensayar más y repetir las cosas, se puede preparar más a fondo. La televisión es mucho más rápida, ensayas muy poco, lo grabas y te olvidas, pero en cambio tiene una repercusión increíble y es mucho más cómodo a la hora de trabajar, ya que no tienes que hacer kilómetros. El teatro, sin embargo, va identificado a viajar. El cine es un poco más tedioso pero hay mucha vida en comunidad y es muy divertido. Si tuviera que elegir, supongo que me quedaría con el teatro pero insisto que la televisión me ha dado muchas satisfacciones y me permite seguir haciendo teatro.
-¿Como compaginas todo esto?
-Con dificultad. Y si le hicieras esta pregunta a mi familia te dirian: “como podemos”. (Risas). Soy de un carácter muy activo y no puedo parar. También es verdad que esta profesión es tu vida y no tienes otra cosa en la cabeza, no es un trabajo que lo termines y vayas a hacer otra cosa porque te gusta, sino que lo que te gusta es a lo que te dedicas. Es un arma de doble filo.
-Has realizado trabajos muy relacionados con la concepción de ‘nuevo circo’ ¿Crees que teatro y circo pueden ir de la mano?
-Sí. Yo me especialicé en clown cuando acabé de estudiar teatro porque era una técnica que me gustaba mucho. Todo lo relacionado con los payasos y la comedia siempre me ha gustado, desde pequeñito. Y todo esto va unido al circo. Con ‘Lagartolagarto’ hemos trabajado siempre el teatro de calle y la animación, y eso también tiene mucho que ver con el circo. De hecho, el premio de este año al mejor espectáculo de circo de Aragón ha sido para ‘Tu vuelo mi vuelo’ y es una función que he dirigido yo, al igual que el espectáculo del Circo La Raspa que ganó la anterior edición. Con lo cual estoy muy contento porque es otro lugar donde también me gusta mucho estar. Son artes parecidas pero tienen sus puntos diferenciales y todas ellas me apasionan.
-¿Qué te queda por hacer?
-Algo que tengo pendiente es aprender más sobre la profesión de técnico de iluminación. Me gustaría tener más conocimientos sobre ese ámbito y, por lo demás, creo que he tocado la mayoría de los oficios que rodean el teatro.
-Hablemos de ‘Hotel España’, la función que estrenas el 11 de diciembre en Zaragoza ¿Qué puede encontrar el publico en esta representación?
-El público encontrará una comedia ambientada en la España de hace unos años con sketches que también tocan algo de actualidad. Lo definiría como una representación sobre unos actores a los cuales ves mientras actúan en su propio cabaret. Los puedes ver representando los sketches , mientras ensayan, mientras discuten en camerino, mientras hablan de sus problemas cotidianos… Con lo cual existe una doble vertiente de ver el espectáculo propiamente dicho y, a la vez, ver los entresijos y las bambalinas.
-¿Animamos al público a asistir?
-¡Claro! Al público le diría que si quieren pasar un rato muy divertido y, a la vez, bonito y poético, vengan al teatro porque no se van a arrepentir. Por ejemplo, tenemos un sketch que es una atracción de feria ambientada en la mansión de los monstruos en la que los monstruos son la Duquesa de Alba, Lola Flores y Francisco Franco. Con esa mezcla es inevitible que quieran venir porque de ahí sólo puede salir algo increíble e inigualable. Es una obra que he escrito y dirigido yo, aunque el texto se ha terminado con la aportación de las actrices que participan en la función.
-¿Qué acogida ha tenido esta función en nuestra ciudad vecina, Huesca?
-La acogida ha sido estupenda porque, además, allí ya contamos con un grupo muy importante de seguidores. Estamos trabajando en la línea de conseguir un estilo propio que se determine tanto estéticamente como temáticamente y dramatúrgicamente, lo cual es todo un reto, porque hay que encontrar el equilibrio entre no repetirte y lograr crear una línea que te identifique.
-¿Qué esperas de la acogida del público zaragozano? ¿Somos tan exigentes como dicen?
-Creo que éso es un poco una leyenda urbana. He viajado mucho y nos hemos encontrado públicos muy duros fuera de Zaragoza. La ventaja es que jugamos en casa y, aunque el público zaragozano sea exigente, no es inhumano, al revés, es cariñoso y cuando alguien es de casa lo trata con mucho mimo. Así que espero que la acogida sea estupenda.
-¿Tienes algún proyecto para 2015 que nos puedas adelantar?
Sí, ya tenemos el siguiente espectáculo en la cabeza. Este mundo es así, siempre tienes que estar generando nuevas actuaciones. Será una comedia de corte convencional que gira en torno a la actualidad, a las redes sociales y se enmascara también con una pincelada de aire vintage, que es lo que nos gusta. Es algo así como una especie de reality sin que la televisión tenga nada que ver.
-Y, por último, nos gustaría que compartieras con nuestros lectores alguna buena noticia que haya escuchado últimamente.
-Me gustaría destacar que hay un montón de aragoneses y aragonesas que se prestan para que se investigue con ellos para encontrar curas a enfermedades. Creo que han sido más de 4.500 o 5.000 los que en un año se han prestado voluntarios. Es algo muy importante en este mundo, que se dice que cada uno vive a lo suyo, porque creo que muestra precisamente lo contrario, la solidaridad y la generosidad de los ciudadanos, en este caso, los aragoneses en particular.