Redacción. La certificación forestal es actualmente la medida más potente con la que se cuenta para garantizar la implantación de un sistema de gestión forestal sostenible, es decir, que la gestión que se realiza de esa superficie cumple unos criterios de sostenibilidad que se miden a través de una serie de indicadores.
Tras la celebración de la asamblea general del PEFC (Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal España), celebrado en Bilbao, se han dado a conocer las cifras aragonesas. A fecha de hoy se encuentran certificadas en nuestra comunidad un total de 55.826,44 hectáreas. En Zaragoza Añón del Moncayo encabeza el listado de certificaciones con 4.459 hectáreas, seguido por Purujosa con 1.000 hectáreas. Sin embargo, en términos generales de la comunidad aragonesa la Mancomunidad Forestal Ansó-Fago es, con 24.428 hectáreas, la que más espacio certificado ha obtenido. Este certificado se expide tanto a terrenos públicos como privados.
Según el director general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Roque Vicente, “este proceso no se limita al monte, sino que continúa en la industria mediante la denominada cadena de custodia cuyo fin es que el producto llegue al consumidor final con una etiqueta que garantice que procede de un monte gestionado de forma sostenible. En definitiva, se trata de un instrumento que garantiza al consumidor que la madera o cualquier otro producto forestal procede de bosques gestionados de manera ambientalmente responsable, socialmente beneficiosa y económicamente viable”.