Redacción. El próximo viernes, 19 de noviembre, llega a la capital aragonesa una función con un título muy conocido para muchos: ‘Patente de Corso’. La obra es una versión de la recapitulación de los artículos que el escritor Arturo Pérez-Reverte escribe.
El argumento es el siguiente. Luciano posee una patente de corso auténtica, con casi dos siglos de antigüedad y firmada por el mismísimo Fernando VII, que quiere vender. Asegura que con ella se puede estafar, robar, malversar, saquear y desfalcar, con todos los papeles en regla y la firma del rey. Mariano, un ciudadano harto de estar harto al que la vida lo ha tratado de forma despiadada, la quiere comprar. Quiere convertirse en un hijo de la gran puta. Luciano le asegura a Mariano que ser un cabrón no es tan fácil como parece y se ofrece a enseñarle.
Se ven todos los días en la terraza de un bar. El joven aguarda las enseñanzas del maestro, pero éstas nunca llegan; por lo menos, tal y como las espera Mariano. Charlan y charlan de cualquier cosa mientras ven la vida pasar. Y parece que no pasa nada, lo que desespera más y más a Mariano, que llega a plantearse todo tipo de barbaridades. Se entabla una relación entre ambos que sirve para mostrar un mosaico de espejos, en cuyos pedacitos podemos ver el reflejo de partes de nosotros mismos y de nuestra sociedad, que parece haber entrado en permanente bucle, que se antoja eternamente cíclica. Y que, en algunos aspectos, lejos de evolucionar, involuciona. Siempre hubo y habrá malos, pero, como escribe Pérez-Reverte: «No es lo mismo ser un delincuente que se busca la vida al límite de ciertas reglas, malandrines que mantienen ciertos códigos, que un cabrón desbocado al que todo le da igual. Y lo que abunda, cada vez más, es gentuza a la que se le fue la olla, capaz de hacer daño sin el menor escrúpulo».
Aceptando el lado oscuro de los seres humanos como parte intrínseca de su naturaleza, los personajes —uno desde la sabiduría y la retranca, otro desde la desesperación; ambos desde la soledad—, a través de sus charlas eclécticas, se pasean por las sombras y las luces de nuestras realidades.
La función cuenta con los actores Alberto López y Alfonso Sánchez y se representará en día 19 de diciembre en la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza a las 21:30 horas.