Marta Plano. / El trineo de Papa Noel está listo para volar. Pequeños y mayores esperan ansiosos la noche del 24 de diciembre para recibir sus regalos, aunque hay uno que puede tener graves consecuencias. Protectoras y centros de protección animal temen estas fechas ante la entrega de animales como regalos, dado que la decisión de convivir con un animal debe ser meditada por quienes serán responsables de él.
Este año cientos de ojos se abrirán sorprendidos ante un regalo especial: una mascota. En un primer momento los abrazos y gritos de alegría llenarán la habitación, pero conforme pasen los días y la familia se acostumbre a ver al animal la emoción inicial descenderá. Después llega la pereza de educar al animal, las obligaciones diarias, los destrozos en casa… y con ellos la gran pregunta: “¿Qué hacemos con el perro?”
Desgraciadamente muchos de ellos terminan siendo abandonados por unos dueños que no meditaron la responsabilidad que conllevaba tener un animal. Para evitar estos actos la Oficina de Protección Animal del Ayuntamiento de Zaragoza ha lanzado por tercer año consecutivo la campaña “Un animal no es un juguete”, con la que pretende concienciar sobre la importancia de valorar detenidamente la posibilidad de compartir la vida con un animal y favorecer la adopción en lugar de la compra de animales.
Manuela García es la directora de este centro. Según comenta “se nota que estas campañas van calando en la gente porque las cifras de abandono están descendiendo en la ciudad de Zaragoza, pero todavía queda mucho que hacer. Cada año recogemos 1.500 animales, y muchos de ellos fueron regalados en Navidades”. Según comenta García, los primeros meses del año son los peores, porque es cuando las familias se cansan del regalo y deciden abandonar. Abandonos que después se suman a los que preceden las vacaciones de verano.
En la primera quincena de este mes de diciembre se ha producido un fenómeno muy positivo en el Centro de Protección Animal de Peñaflor, y es que por primera vez se han invertido las cifras y ha habido más salidas de animales que ingresos. Concretamente han entrado 20 animales y han sido adoptados o rescatados 29. Por otro lado, en términos generales 2013 cerró con un índice de adopción del 98%, lo que desde el centro se interpreta como un dato a mejorar, pero esperanzador.
A pesar de que el artículo 23 de la Ley de Protección Animal de Aragón permite el denominado ‘sacrificio por cupo’ para hacer sitio en los centros de protección animal, en 2012 se aprobó a través de una moción plenaria el ‘Sacrificio Cero’. “Lanzamos muchas campañas para que la gente adopte en vez de comprar y que no abandone, porque si no conseguimos esto es imposible cumplir el sacrificio cero. La única manera de evitar sacrificios es evitar la compra impulsiva de animales y que se ofrezcan como regalos. Para lograrlo también trabajamos con 100 voluntarios animalistas y realizamos actividades con colegios para que los niños empaticen con los animales. Todo esto nos ayuda a que, si bien todavía tenemos una entrada exagerada de animales, también haya una salida muy alta”, destaca García.
Quienes deseen adoptar un animal pueden acudir al Centro Municipal de Protección Animal, situado en la carretera de Montañana-Peñaflor, kilómetro 9.4 , con horario de lunes a viernes de 9 a 15 horas y los sábados de 10 a 14 horas. También pueden informarse llamando al 976 154352, o a través de la página web del Ayuntamiento.
Otra opción es colaborar con la campaña ‘Corazones sin hogar’, también iniciativa del Ayuntamiento de Zaragoza. “Al detectar que tenemos una serie de animales con historias dramáticas hemos seleccionado a los diez animales (dos gatos y ocho perros) que más tiempo llevan con nosotros. Uno de ellos apareció con dos meses y ahora tiene casi dos años y medio. Nuestro objetivo es que estas Navidades todos ellos encuentren un hogar”, señala Manuela García.
Otras grandes protagonistas en este tema son las protectoras de animales, cuyos voluntarios, socios y colaboradores se esfuerzan cada día con el objetivo de mejorar la vida de los animales. Una de ellas es la Asociación para la Defensa y Prevención de la Crueldad contra los Animales, más conocida como A.D.P.C.A. Esta asociación está formada por más de 30 voluntarios y cuenta con un refugio con capacidad para 160-170 animales.
Rosa Lausín colabora como voluntaria y es secretaria de la protectora. Según informa Lausín, “la mayor parte de nuestros esfuerzos se va al cuidado de animales, aunque también intentamos realizar tareas de concienciación”. Actualmente esta organización está trabajando con la campaña “No regales animales tampoco en Navidad”, en la que comparten la filosofía de que un animal solo se puede regalar en el seno de una familia cuando ha habido una reflexión, pero que no se deben regalar alegremente.
Según Lausín poco a poco el mensaje va calando en la población, pero sobre todo en el caso de perros y gatos sigue habiendo un problema base: “a la gente ya le duele ver un perro abandonado, pero los gatos todavía no dan esa lástima. Hay tantos gatos en la calle que la gente no está tan sensibilizada. Estamos más acostumbrados a verlos en la calle, y en realidad un gato doméstico abandonado en la calle sufre tanto o más como un perro abandonado”. Además, según comenta la voluntaria “los perros adoptados son todavía más nobles y fieles, puesto que muestran su agradecimiento por haberles rescatado, y ante todo nos humanizan. Nos hacen ser mejores personas y más solidarias”.
Estos perros, gatos, hurones, conejos e incluso gallinas que son abandonados esconden tras ellos historias dramáticas, como es el caso de Mario. Los voluntarios de A.D.P.C.A. recibieron una llamada hace escasos días informando de un perro abandonado en la carretera de Nuez de Ebro. Cuando lo rescataron encontraron un animal desnutrido, enfermo y sucio que había perdido las ganas de vivir. Mario recibe ahora todos los cuidados y mimos de los voluntarios de la asociación, y en poco tiempo podrá ser adoptado y disfrutar así de una segunda oportunidad. “Su adopción será la mejor recompensa para todos”, señala Rosa Lausín. A ravés de la página web de la asociación se puede adoptar animales como Mario o colaborar con A.D.P.C.A.
Por otro lado resulta también importante saber que en caso de localizar a un animal abandonado se debe llamar al teléfono 062 de la policía local para poner en marcha el dispositivo de rescate de animales, y ante un caso de maltrato acudir al SEPRONA, a la policía local o a la Oficina de Protección Animal.
Fruto del trabajo de voluntarios de las distintas protectoras de Zaragoza y de los trabajadores de la Oficina de Protección Animal y del Centro de Protección Animal se están logrando mejoras. Las cifras son esperanzadoras, pero el resultado final está en manos de todos nosotros. De nuestra responsabilidad depende que en un futuro todos los animales tengan un hogar en el que vivir.