Pedro Anía. Casi una vida dedicada al baloncesto; Santiago Pérez, abogado de profesión, compagina su trabajo entrenando a la Selección Aragonesa cadete de baloncesto que disputa este sábado el Campeonato de España. Actualmente también es ayudante en el Planasa Navarra de la LEB Oro done vive una nueva experiencia fuera de su ciudad natal, Zaragoza.
Comenzando como jugador de pequeño decidió que su verdadera pasión estaba formando a los chavales, lo que más le llena dentro del mundo del basket. Aunque varios hayan sido los equipos a los que ha dirigido, en su corazón guarda con especial cariño su aventura en el Club Baloncesto Zaragoza (CBZ) en el que pasó 9 años.
Ahora le da gracias al baloncesto, ya que le sirvió para despertar su personalidad reservada y le ayudó a la hora de relacionarse. Nos confiesa que el hecho de estar con doce personas en un vestuario, un entrenador, saber lo que es la jerarquía, la pertenencia en grupo es una experiencia brutal para cualquiera metido en el baloncesto.
– Has sido jugador, entrenador, impartes charlas e incluso colaboras con la Federación Española de Baloncesto (FEB), ¿Cómo surge esa afición tan fuerte al baloncesto?
Me aficioné desde los 7 años sobre todo por el tema de la NBA, pero no entrenaba. Jugaba en el colegio y se fueron acumulando todas esas ganas hasta que a los 14 empecé a jugar con mi primo cuando me dejaba el autobús antes de llegar a casa. Tuve unos inicios modestos y poco a poco eso ha ido generando que acabe colaborando en estas cosas.
– ¿Con qué faceta dentro de todas las que ejerces dentro del mundo del baloncesto te quedas?
Yo diría, por mi forma de ser, la de entrenador formador. Yo si pudiese entrenaría y no competiría, aunque la competición sea algo importante, a mí me gusta entrenar y formar.
– Has entrenado a chavales y ahora estás de ayudante en el Planasa Navarra, ¿Cómo has notado ese cambio de entrenar a chavales a hacerlo con jugadores profesionales?
Uno de los motivos de ese cambio fue por ver si el baloncesto en mayores era igual que con los pequeños. No es lo mismo estar con amateurs que tienen entre medio los estudios a estar con profesionales que su sueldo depende de eso. Mucha gente me había recomendado entrenar mayores porque así tendría mucha más clarividencia a la hora de hacerlo con los pequeños.
– Has entrenado a varios equipos: Alierta, Boscos, CBZ… ¿Cuál es el que mejor recuerdo te trae?
De todos los sitios es imposible que te nombre uno. Por ejemplo el Boscos fue el inicio, un club muy familiar donde hice muy buenos amigos y me dediqué en cuerpo y alma. En Alierta tengo excelentes amigos, y ahí comenzó a ser el baloncesto para mí como menos divertimento y un poco más en serio. Lo cierto es que en todos los sitios me han dejado un grato recuerdo. Después estuve en el Helios Mannfilter y vi que tenía cosas que mejorar por no tener una buena base. Por último, me quedaría con CBZ, que ha sido mi club de los últimos nueve años en el que espero volver el año que viene y donde tengo amigos y personas que han sido muy importantes en estos últimos cinco años para mí.
– Actualmente estás en el Planasa Navarra, estáis terceros empatados con el primero de la liga Adecco Oro, Quesos Cerrato Palencia, ¿Se puede soñar con el ascenso directo?
En la categoría LEB hay un salto muy importante a la ACB que es el tema económico. Tú para jugar tienes que poner un aval de varios millones de euros, habría que ver que se puede hacer.
– ¿Qué supuso la decisión de irte a Navarra y cómo tomaste esa decisión?
Como todo lo que hago, muy meditado. En estas situaciones hago una lista de cosas a favor y cosas en contra para visualizarlo mejor. Me apetecía vivir una experiencia, y por mi edad y situación personal y profesional creo que podía hacerlo, y lo que valoré fue no arrepentirme de no haber hecho eso dentro de cinco años. Ya me he arrepentido de no haber cogido una oportunidad antes.
– Como bien sabrás, José Luis Abós nos dejó este octubre, ¿Tú como entrenador que crees que él suponía para el baloncesto?
Yo lo conocí personalmente, provenía del Club Baloncesto Zaragoza, aunque lo conocí un poco más los tres últimos años a raíz de los cursos nacionales de la Federación Española. Para mí representaba un club al que yo siento muy dentro, que es el CBZ, y que luego ha conseguido estar en el primer equipo de su ciudad, triunfando además. Segundo, fue muy valiente desplazándose a Estados Unidos y para mí desde luego es una referencia. Tuve la oportunidad de tomar un par de cafés con él y creo que congeniábamos en el sentido de ser dos personas trabajadoras.
– Eres abogado de consumo financiero, ¿Cómo se compagina el trabajo con el baloncesto?
Muy mal, muy mal. Llegas a un momento que tienes que valorar qué hacer y qué no hacer. Por suerte, tengo oficina en la ciudad en la que estoy ahora y lo he podido compaginar porque si no tendría que haber tomado una decisión al respecto. El problema es que yo no se me abstraer y relajar sino que doy el máximo en ambos lados. Es complicado la verdad, pero es cuando realmente lo valoras porque son cosas que te suponen esfuerzo.
– Tienes experiencia entrenando a chavales, ¿Cómo crees que les afectan los entrenamientos a sus estudios?
Para mí, el hecho de entrar en un equipo de baloncesto es lo mejor que me podría haber pasado porque yo tenía una personalidad muy reservada, y el baloncesto ayuda a relacionarse. Segundo, yo creo que el deporte por los beneficios que tiene debe servir para organizarte mejor. Yo en la universidad he llegado a entrenar tres o cuatro equipos a la vez y estar sacándome la carrera con buenas calificaciones.
– ¿No crees que hay chavales que como no tienen tiempo para las dos cosas deciden renunciar al baloncesto y se puede estar perdiendo a una futura ‘estrella’?
Puede que sí, yo siempre soy partidario primero de las obligaciones y de los estudios, pero nadie me ha demostrado que no se puedan compaginar las dos cosas. Yo tengo constatado que renunciar a una cosa no mejora la eficacia porque por ejemplo, gente que deja de entrenar ese tiempo lo pueden dedicar a estar viendo la televisión o escribiendo con el Whatsapp. Hay un compañero mío que lo que hace es hacer un ranking de las calificaciones escolares en su equipo, y el que mejor notas tenga se le da un premio. Realmente ambas cosas van integradas.
– Este fin de semana va a empezar el Campeonato de España de cadetes, ¿Qué expectativas hay con la selección aragonesa?
Este es el segundo año que soy seleccionador masculino, el primero fui del femenino. Es un experiencia muy gratificante para cualquiera que sea entrenador porque estás con niños que hacen el esfuerzo de entrenar durante la navidad, con sus equipos también tienen que estar entrenando etc. Ahora estamos en el segundo grupo, nuestro objetivo es ganar todos los partidos para jugar lo que se llama la semifinal y si se gana ascenderemos al grupo de arriba para que la generación que viene pueda jugar con los mejores el año que viene.
– ¿Cómo crees que es el nivel de cadetes en España?
España en los campeonatos está haciendo unos resultados excepcionales consiguiendo medallas, especialmente en baloncesto femenino y que no está especialmente valorado en los medios. También hay que destacar que en eso se refleja el buen estado de los entrenadores y los formadores españoles.