Nerea Beatove./ La noche del 5 de enero se convierte en una de las más especiales para muchos pequeños, que ilusionados, esperan con intriga encontrar sus regalos debajo del árbol de navidad. Una noche en la que miles de niños salen a la calle con la esperanza de poder ver aunque sea desde lejos y a los hombros de sus padres, tíos o abuelos a sus majestades los reyes.
Este año Melchor, Gaspar y Baltasar alargan el recorrido por las calles zaragozanas y lo harán guiados por primera vez por una gran estrella hinchable de 12 metros de largo, que les conducirá hasta la Plaza del Pilar donde finalizarán su trayecto.
La Cabalgata de Reyes de Zaragoza, que experimentó un gran cambio en 2013, continúa este año en el maravilloso viaje de los cuentos de Dickens. “Se recrea la época victoriana del siglo XIX, con los paseos que hacia la gente por la calle, los barrenderos que limpiaban por las mañanas, un mercado, el coro…”, explica Carmen, Jefa de Programación de Zaragoza Cultural.
Una gran puesta en escena en la que participan más de 500 personas. Entre ellos 150 actores profesionales y 350 figurantes que se convierten por un día en los protagonistas de todas las miradas. Son generadores de sonrisas, de alegría y mucha vida en la fría noche del 5 de diciembre.
Sin duda, “lo que más le gusta a los niños y lo que esperan ansiosamente es ver a los Reyes Magos, pero lo cierto es que la carroza de la tienda de juguetes, la de la magia, y las 150 ocas que salen en el desfile tienen mucha aceptación. Con estas cosas se quedan con la boca abierta”, comenta Carmen.
Otro de los grandes atractivos en esta cabalgata son los indispensables carteros reales, que recogen cada año las peticiones de los pequeños zaragozanos. Coches, muñecas y libros para algunos otros. Todo tipo de juguetes para recompensar a los niños que se han portado bien durante este año.
Y para los que no lo han sido tanto, una señal de aviso con sabor agridulce, el famoso carbón, que servirá de pretexto para que el próximo año 2015 los más rebeldes sean al menos un poquito más obedientes.
Es del carbón precisamente de lo que se encarga Victor Saez, uno de los carboneros que desfilarán esta noche en la Cabalgata de Reyes de Zaragoza. “Generalmente me ha tocado ser soldado y este año salgo de carbonero. Es muy dinámico, parece que no porque a la gente no le gusta el carbón pero es una carroza que le da vida y da bastante juego a la cabalgata”, explica.
Junto a él, sus compañeros carboneros juegan a manchar a los niños durante el recorrido, “algunos se asustan y otros quieren el carbón (se ríe) les solemos hacer el juego de que si están marcados no les van a traer regalos. Muchos dicen, ‘no no, que a mí no me has marcado’, como diciendo si yo he sido bueno, me he portado bien”, cuenta Sáez.
Este es el sexto año que participa y se muestra realmente entusiasmado cuando llega esta fecha. “cuando me lo propusieron me pareció una iniciativa muy interesante, es algo que aporta mucha alegría a la gente, es un día muy divertido y cuando se acerca el 5 siempre pienso, qué bien ya tengo ganas”, cuenta Sáez.
Minutos antes de la cabalgata el Colegio Joaquín Costa reúne a cientos de personas que ensayan sus personajes antes del gran paseo. “Ves como los compañeros ensayan, los bailarines hacen sus jeribeques, es entretenido. La mayoría ya nos conocemos porque repetimos cada año, la verdad es que te lo pasas como un enano”, afirma.
Aunque Víctor no tiene una formación artística, tiene un pequeño enlace con este mundo y es que es uno de creadores del duo musicómico ‘Comedydos Music Country’ en el que interpretan canciones cómicas con la guitarra acompañadas de monólogos intercalados.
El joven asegura que seguirá participando muchos más años y explica orgulloso que su familia acude a verlo cada nuevo año. “Al principio no les dije que participaba pero ahora mis primos y sobrinos siempre vienen a verme. De los primos soy el pequeño y claro todos mis sobrinos vienen y fardan con sus amigos diciendo mira ese es mi tío”, ríe.
Gracias a él y a los cientos de actores, figurantes, niños, padres y todo tipo de visitantes, las calles zaragozanas lucirán grandes sonrisas en esta noche especial del 5 de enero.