Marta Plano. / Con más de 30 años de experiencia en protección animal, la Asociación para la Defensa y la Prevención de la Crueldad contra los animales (A.D.P.C.A.) ha rescatado varios miles de animales. Su labor es rescatar a los animales, principalmente perros, que han sido abandonados, cuidarlos, sanarlos cuando es necesario, y ofrecerles una segunda vida con un adoptante.
De orígenes humildes, esta asociación ha ido creciendo año a año, década a década, gracias al esfuerzo de socios, voluntarios, adoptantes y colaboradores. Su andadura comenzó en 1981, cuando un grupo de cuatro o cinco personas se indignaron ante el sacrificio sistemático de animales abandonados que se llevaba a cabo en las perreras. Estas personas mantenían la opinión de que la responsabilidad de ese abandono no pertenece al animal, dado que no tiene ninguna culpa de haber sido abandonado, por lo que no podían entender que finalmente fueran ellos quienes pagaran con sus vidas los errores de otros.
Convertidos en el corazón del cambio, decidieron crear un refugio con sus propias manos al que llevar a los animales y para buscabarles un hogar, evitando así el sufrimiento y el sacrificio animal, formando A.D.P.C.A. En tan solo tres años la asociación fue declarada de utilidad pública, y 30 años después sus voluntarios continúan convencidos ofreciendo su tiempo y esfuerzo por la defensa de los Derechos Animales. Hoy su objetivo principal sigue siendo el mismo que el de 1981: erradicar el abandono y extender la conciencia de la protección animal.
A.D.P.C.A. ha ido creciendo hasta alcanzar actualmente los 800 socios y contar con un refugio en el que suele haber entre 160 y 170 perros. La plaza que deja libre un perro cuando es adoptado suele ser rápidamente cubierta por otro que estaba abandonado, y así cada año se rescatan unos 400 animales.
Cada día los voluntarios que lo desean van al refugio para cuidar a los animales, estar con ellos, y limpiar la zona. Además, de lunes a viernes hay un trabajador a jornada completa y dos personas a media jornada que garantizan que los animales están en perfecto estado, y avisan si surge cualquier problema.
El refugio, que próximamente cambiará de localización para evitar problemas con las crecidas, ha sido construido por los propios voluntarios. “Solo han entrado gremios para las fosas sépticas porque nosotros no podíamos hacerlo, pero los refugios los levantamos nosotros a base de sangre, sudor y lágrimas”, comenta Rosa Lausín, voluntaria y secretaria de A.D.P.C.A.
Según informa Rosa, las labores del voluntariado de la asociación son de lo más variada, y van desde el acompañamiento y juego con los animales hasta la limpieza del refugio, el traslado a veterinarios, e incluso tareas de concienciación como participar en mesas informativas o repartir carteles y huchas en los establecimientos que lo permiten.
Cuando comenzó la asociación no había protectoras para gatos, con lo que rescataban tanto perros como gatos. Sin embargo, actualmente A.D.P.C.A. se ha centrado en la atención a perros, derivando los casos de gatos a protectoras especializadas. Rosa Lausín aclara que “en ningún momento se queda un gato en la calle, pero si no es un caso urgente contactamos con otras protectoras, y si pueden ocuparse les derivamos el caso, ya que nuestro refugio está adaptado para perros”.
Un elemento básico de la asociación que permite la entrada de nuevos animales y que la organización continúe trabajando son los adoptantes. Ante el interés despertado por una persona o una familia, A.D.P.C.A. inicia el llamado ‘Protocolo de adopción’, en el que lo primero de todo es una visita al refugio por parte del interesado para conocer a los animales. Después el adoptante debe rellenar un cuestionario de adopciones para que la asociación conozca su perfil y características, dado que éstas pueden influir en el cuidado que reciba el animal. Si todo está correcto, como es en la gran mayoría de los casos, se realiza una visita in situ al hogar para conocer el espacio en el que va a estar el perro, y por último se firma el contrato de adopción con los datos del adoptante y del perro.
La voluntaria añade que “todos los perros son entregados con todas las vacunas (la antirrábica y la polivalente), con las analíticas completas y el microchip, y en muchos casos están esterilizados. Nosotros no cobramos ninguna tasa por adopción, pero aceptamos donaciones dado que los gastos que tenemos para realizar todos estos cuidados veterinarios, que son necesarios, son muy elevados”.
Cuando finalmente se realiza la adopción, se realiza un seguimiento de los casos para garantizar que el adoptante y el perro se han adaptado el uno al otro y que no hay ningún problema. Además, Rosa Lausín señala que el chip permanece un mes con el nombre de A.D.P.C.A., y se cambia al nombre del adoptante una vez que ha pasado este periodo.
La financiación de esta asociación procede principalmente de los socios, cuyas cuotas son voluntarias. Sin embargo, Rosa comenta que “el Ayuntamiento ha abierto una partida de subvenciones en materia de protección animal y nos ha notificado que algo nos va a llegar a las protectoras, con lo que esperemos que aquí tengamos otra puerta porque la labor que hacemos es muy positiva”.
Desde sus comienzos A.D.P.C.A. rinde cuentas a la Diputación General de Aragón. “La audioría la tenemos que encargar a una gestoría porque son muchas cosas y no podemos hacerlo de otra manera. Son muy estrictos y si hay un concepto equivocado nos lo notifican. Los que estamos en la asociación lo que hacemos es poner dinero, aunque quisiéramos no podríamos llevarnos nada. Todo el que se plantea colaborar puede tener la total seguridad de que su dinero se va a invertir en los animales”, apunta Rosa.
Durante estos 34 años de actividad los voluntarios de la protectora han observado que la sociedad se ha implicado más en la protección animal, un fenómeno positivo que achacan a la aparición de Internet y a las campañas realizadas por el Ayuntamiento de Zaragoza. Desde A.D.P.C.A. animan a los zaragozanos y zaragozanas a colaborar con la asociación, ya sea como voluntarios o como socios. Quienes estén interesados pueden llamar al teléfono 976 44 48 97 o enviar un email a info@adpca.es.
Este sábado además, con motivo de San Antón, patrón de los animales, se realizará una bendición a las 12 horas en el refugio a la que pueden acudir todas las personas que lo deseen. Para informarse de la dirección exacta es necesario ponerse en contacto con la protectora por teléfono o correo electrónico.
A.D.P.C.A. continúa creciendo y ayudando a animales a sobrevivir y a mejorar su calidad de vida. Una labor que no solo beneficia a los animales, sino también a quienes deciden compartir su vida con ellos. De ahí la importancia del mensaje que desde A.D.P.C.A. recuerdan cada día: adoptar en vez de comprar, y ante todo, nunca abandonar.