Cristina Pérez. / De origen zaragozano, Ana Roche es una mujer polifacética dentro del mundo del teatro. Lo que le apasiona es subirse a un escenario pero también trabaja como pedagoga y profesora en la Escuela municipal de Teatro de Zaragoza. Además, gestiona un blog que habla sobre las compañías más independientes de Zaragoza, Madrid, Barcelona y Almansa, ‘Escena.me’, un proyecto que nació para dar voz a su profesión.
Considera que la situación del teatro lleva mucho tiempo en crisis, aunque aporta como dato positivo que la ciudad de Zaragoza se está reinventando en el ámbito teatral, en parte gracias a la apertura del Teatro de las Esquinas y también en lo audiovisual, ya que se están llevando a cabo proyecto más ambiciosos dentro del sector cinematográfico.
Ana Roche es, además, colaboradora de Zaragoza Buenas Noticias, donde cuenta con una sección propia denominada ‘Escenas’. Hemos querido hablar con ella para conocerla un poco más a fondo y conocer su visión sobre el mundo de las artes escénicas en nuestra ciudad y sus próximos proyectos.
-Eres actriz, bailarina, presentadora, pedagoga… ¿Cómo te defines?
-Como una trabajadora más, vinculada al mundo de las artes escénicas.
-De todas estas facetas, ¿cuál te aporta más satisfacción?
-La de actriz y la de bailarina y todo lo que sea estar encima de un escenario.
-¿Qué es para ti el arte?
-Yo vivo el arte como la manera de expresar mis sentimientos a través de un canal, que en mi caso es el del teatro.
-¿Cómo ves la situación del teatro en Zaragoza y Aragón?
-En general la situación del teatro es horrible. Estamos en crisis a nivel global pero el teatro siempre ha estado en crisis. Sin embargo, concretamente en Aragón veo que se ha desarrollado más la vertiente del cine, la rama más audiovisual. Por otro lado, en cuanto al teatro, se ha abierto el Teatro de las Esquinas que está teniendo mucho tirón. La ciudad se reinventa y, a pesar de que en Aragón la situación no es perfecta, sí que se están haciendo cositas. Y estas cositas se están haciendo porque hay una cantera de actores brillantes en Aragón que están triunfando fuera, en Madrid y Barcelona, y es interesante que los directores y artistas que vienen aquí sigan moviéndose.
-¿Cuál es entonces esa parte negativa de la situación del teatro en nuestra ciudad y región a la que haces alusión?
-Las condiciones en las que estamos trabajando muchos actores y las pocas ayudas que se dan a la cultura tras los últimos recortes. Pensamos que nuestra profesión consiste en ser a una especie de ‘Dios’, y el teatro es algo más social que transmite aprendizaje. Tenemos que transmitir esto a los jóvenes para que vengan y comiencen a tener un espíritu teatral por ir y por formarse en el teatro a nivel educacional.
-¿Se puede hacer algo para mejorar esta situación?
-Habría muchas opciones, pero somos un poco marionetas del sistema y del Gobierno. Puedes presentar muchas cosas, ser libre y crear historias pero, sin embargo, hay alguien detrás que te dice: ‘Cuidado, que esto no es así’. Por ejemplo, en Francia es muy normal en la comedia del arte, que es en lo que estoy especializada, que las compañías tengan su escenario de madera y se vayan a los sitios públicos, se pongan en la calle, no cobren y la gente vaya a verlos. Que la gente vea teatro porque le gusta, porque está disfrutando de lo que ve, y de una manera gratuita. Habría muchas maneras de proponer otras infraestructuras, como montar una carpa en un espacio vacío, en pueblos, que el Ayuntamiento hiciera publicidad… O que las escuelas de teatro se abrieran más a que la gente pudiera entrar cuando le diera la gana. Al fin y al cabo, que el teatro no sea tan elitista.
-Los que os dedicáis a esto también debéis ganar por ello ¿hay que buscar entonces un equilibrio entre lo gratuito y los espectáculos de pago?
– Entiendo que las compañías de teatro tengan que ganar dinero, evidentemente, pero por ejemplo, las programaciones navideñas son muy caras y estamos convirtiendo el teatro en algo elitista que no se puede permitir todo el mundo. Una entrada de 20 euros de una obra infantil implica que una familia de clase media con dos hijos se gaste 80 euros en los cuatro. 80 euros, de repente , por ver una obra de hora y media, es algo que mucha gente no se puede permitir. Pero el tema es complejo, porque las compañías pequeñas, pagando un 21% de IVA, no tienen margen de maniobra en los precios de sus espectáculos, porque lo que nos llega a los propios actores ya es ridículo incluso poniendo entradas a 20 euros, teniendo en cuenta que, en la mayoría de los casos, los ensayos no son pagados. La situación es distinta en las grandes y en las pequeñas compañías.
-Además de ser actriz, tienes un blog que se llama Escenas, ¿qué pretendes transmitir con este blog?
-El blog nació por la mentalidad y la necesidad que tenemos los actores de reinventarnos. De alguna manera el teatro es como que parecía algo de la prehistoria. Teniendo el cine, con los planos del actor, la última tecnología… Mucha gente ve el mundo teatral como anticuado, así que pensé que podría hacer un hueco en las redes sobre este ámbito. Había muy poquitos blogs digitales de artes escénicas y lo que me propuse fue, de alguna manera, apoyar a mi profesión para que el teatro más independiente se haga un huequecito dentro de la red y que esos actores que son brillantes puedan darse a conocer a nivel nacional. En definitiva, dar voz a mi campo.
-¿Y está funcionando?
-Sí, sorprendentemente sí, y digo sorprendentemente porque empezó como algo por amor al arte y porque me gustaba escribir. Tengo dos colaboradores que están muy ilusionados en el tema. Escribo sobre funciones y compañías de Zaragoza, Madrid, Barcelona y un poco de Almansa. Se empezaron a poner en contacto conmigo los gabinetes de prensa y comenzaron a dar difusión a mis contenidos. Hay que tener en cuenta que yo no soy crítica, yo hablo desde el punto de vista de público con una visión quizás algo más profesional.
-¿Cómo eliges los contenidos de tu blog?
-Intento cubrir el teatro independiente de Madrid y Barcelona porque hay obras muy interesantes pero contrapuestas desde el punto de vista de la realización. Barcelona tiene una visión más europea. El teatro que hacen independiente es muy contemporáneo, con muchos recursos. Quizás te están hablando del agua y en ningún momento te la enseñan, pero tú la estás viendo. En Madrid, por ejemplo, son más castizos, juegan con una construcción del personaje pura, más realista. En Zaragoza, por su parte, es un estilo más elegante. No traen obras de teatro tan contemporáneas porque quizás el público no vaya a responder igual que en Madrid o Barcelona, donde la mentalidad quizás sea más abierta y el público esté más acostumbrado a ir al teatro para descubrir cosas nuevas. Así que la selección es más a gusto personal, siempre tratando de mostrar la vertiente más alternativa del teatro.
-Eres actriz de teatro, ¿te gustaría entrar en el mundo del cine?
-Muchísimo, pero cuando llevas toda tu vida haciendo teatro, es más complicado salir de ese mundo y entablar relación con contactos de cine. El teatro es otro código. Un director de cine puede verte en teatro y pensar que eres muy buena, pero no querer ese código. Estoy intentando abrir un poco el camino del cine justamente ahora que en Zaragoza conozco a más gente relacionada con este mundo. Sí que tengo intención y es lo que me gustaría. Más que cine, que me encantaría, también querría probar en el mundo de la televisión.
-¿Te ves también dirigiendo algún espectáculo teatral?
-Yo me veo haciendo todo mientras tenga alguna relación con el teatro. Dirección como tal no he hecho, pero en la licenciatura te dicen que eres actor/creador, así que de alguna manera te pones a crear y te ves capaz. En Francia, por ejemplo, estuve trabajando con un contemporáneo de la comedia del arte. Él tiene un esquema de la estructura de dirección de un espectáculo muy sencillo con un modelo muy sencillo del tipo ‘A y B’. A partir de ahí, al trabajar como profesora en la escuela de teatro en el departamento de comedia del arte, estoy empezando a investigar con los alumnos, a la vez que ellos tratan de desarrollar un pequeño canavaggio (dramaturgia) de 5 minutos. Sí que me encantaría poder dirigir una obra como un Moliere o un Shakespeare, en clave de comedia del arte. Creo que para eso estoy capacitada. Ahora bien, meterme en un montaje en el que haya diseño de luces, vestuario, escenografía…no. Me veo más en cosas pequeñitas como la comedia del arte, que al fin y al cabo es un tablao, con luz natural y vestuario clásico pero sencillo. Igual para una función de teatro me sigo preparando y al final me siento capaz, pero de momento no.
-¿Cuáles son tus proyectos para 2015?
-A finales de enero me voy a Madrid. Estreno una obra de teatro en abril en la Nave 73 que se llama ‘Olvídate’. Además, tengo un proyectito personal que va a enseñar quién soy yo y mi pensamiento respecto al teatro y respecto a la sociedad. Es un proyecto que he hecho con un compañero que se llama Sergi Marí que ha hecho toda la dramaturgia a partir de unas cartas de fusilados republicanos en la Guerra Civil.También he contado con la ayuda de un historiador, un arqueólogo que se llama Enrique Gil y la asociación Pablo Iglesias de memoria histórica. Hemos creado, entre todos, un monólogo en el cual actuaré yo, y estoy ahora en proceso de buscar director. Espero poder estrenarlo en este 2015 en Madrid y Almansa. También colaboro con una radio que se llama Mola Zaragoza en la que estoy haciendo la sección ‘Escena.me’, hablando sobre los zaragozanos que están fuera y están haciendo cosas muy importantes. Es un programa que se emite los jueves y mi sección está los primeros jueves del mes. Además, continúo con el blog y haciendo contactos para el tema del cine.
-¿Compartes con nosotros una buena noticia?
-Una buena noticia a nivel personal y en cuanto a la vida, sería que cada uno de nosotros pudiera hacerle sonreir a alguien cada día.