Nerea Beatove./ Natural, divertida, empática, atrevida y con grandes convicciones. Marina Salas, conocida por protagonizar papeles en la mediana y gran pantalla española, se siente más preparada que nunca para afrontar todo tipo de retos.
Muchos la conocerán como Katina en ‘A tres metros sobre el cielo’, quizás por sus apariciones en televisión en series como ‘Hay alguien ahí’ o ‘El barco’. Lo cierto es que esta joven de 26 años, no ha parado ni un momento. Se define como una gran amante de su trabajo y por eso, mantiene su mente siempre llena de ideas y nuevos proyectos.
Próximamente podremos verla en ‘Los nuestros’, la nueva miniserie de Telecinco, y más adelante, interpretando a Leonor de Austria en la serie ‘Carlos Emperador’. Una producción de TVE que cuenta con la dirección de Oriol Ferrer, de la serie ‘Isabel’, y con el guionista, José Luis Martín, coordinador de guión de la segunda y tercera temporada de la ficción sobre los Reyes Católicos, en la que compartirá rodaje con antiguos compañeros como Álvaro Cervantes y Blanca Suárez, que darán vida a Carlos V e Isabel de Portugal.
Pero esto no es todo, y es que en este tiempo, Marina Salas no ha dejado de subirse a los escenarios. Después de bajar el telón de la obra ‘El fausto’, la actriz visitó el Teatro del Mercado de Zaragoza para representar una función muy especial, realista y humana, en la que asegura estar creciendo y generando una causa en el tipo de profesional que quiere ser.
‘Como si pasara un tren’ es una historia sencilla, familiar y muy cercana. Un drama con toques de comicidad que gira en torno a una madre, su hijo discapacitado y su sobrina Valeria (Marina Salas), a la que mandan a vivir al campo con su tía a causa de un problema con las drogas. En ella, el público podrá reflexionar sobre la comunicación y los lazos familiares, sobre la valentía y los miedos, sobre los deseos y las aspiraciones, y definitiva, sobre los caminos y vueltas de la vida. Entrevistamos a la actriz catalana, que nos cuenta algunos de los secretos de sus próximos proyectos.
-ZBN. ¿Cómo te involucraste en la obra ‘Como si pasara un tren?
– Marina Salas. Todo empezó por Adriana Roffi, la directora, con la que había trabajado en un par de montajes, y por Ester Ortega, una gran amiga. Ellas fueron las que nos propusieron la obra. Empezamos a ensayar en mi casa y de ahí fuimos a un teatro, luego a otro y ahora vamos a estar con esta función en el Teatro Español de Madrid, del 25 de febrero al 29 de marzo. Es un proyecto que ha surgido de las ganas de hacer y de crecer como artistas. Lo más bonito es que somos todos amigos y a raíz de esto hemos creado una compañía en la que hay un trato humano increíble. Es una obra muy bonita y súper realista en la que todo está vivo. Casi no parece que estés en el teatro porque es muy real, con mucha comicidad y cosas espontáneas. En realidad es un drama pero la gente se ríe mucho.
-Interpretas a una joven que llega a la casa de su tía como una auténtica revolución. Cuéntanos, ¿cómo es Valeria?
-No diría que soy yo, porque Valeria es mucho más joven, pero sí que es cierto que en esta función hay mucho de nosotros. Es una chica normal que se preocupa de lo que cualquier chica a los 20 años, con su novio, sus amigas, sus exámenes, con su vida. Hay mucho de mí en Valeria, y en María de María, y en Carlos de Carlos. Valeria es una chica súper sensible y con mucha impunidad para muchas cosas, por eso se atreve a decirle cosas a su tía que cree que no está haciendo bien con su hijo. Es muy empática y con mucho carácter, muy acérrima en sus convicciones y yo creo que es lo que he intentado poner de mí a su personaje. A parte la contemporaneidad y la modernidad que tiene, es una chica moderna, en la forma de ser y de ver la vida. Creo que también lo que tiene es que persigue lo que quiere y que no desiste.
-¿Siempre habías querido ser actriz o fue un descubrimiento?
-Sí, siempre quise. A los 5 años ya lo decía. Bueno en la adolescencia se me pasó un poco, con esto de que no sabes bien que hacer, pero siempre quise. Me apunté a una escuela de interpretación a los 14 porque unas amigas de mi clase me lo propusieron y a raíz de ahí hice una peli que se llamaba ‘Sin ti’. Luego ya empecé a hacer televisión con el Canal Autonómico de Cataluña y de ahí a Madrid. Recuerdo con muchísimo cariño el primer trabajo y sobre todo la primera vez que fui a la productora para leer el guión. Me acompaño mi padre y yo le decía, ‘vete, vete, que quiero entrar sola’. Recuerdo que fui muy feliz, me lo pasé muy bien y me sentí pletórica.
-Has actuado en teatro, cine y televisión. ¿En qué ámbito te sientes más cómoda?
-Yo creo que es chulo poder estar en los tres para poder comparar, es realmente cuando puedes ver dónde te sientes más cómoda o qué es lo que te pone nerviosa. Hay algo de eso que te hace aprender mucho más, por eso creo que es bueno poder compaginar los tres. También te apetece más una cosa u otra según el momento, pero hacer teatro siempre he querido, aunque la televisión y cine también me gustan mucho.
-Sin duda, uno de tus papeles más destacados ha sido el de Katina en la taquillera película ‘A tres metros sobre el cielo’, y ‘Tengo ganas de ti’. ¿Qué supuso para tu carrera interpretar a este personaje?
-Hombre, son pelis que han sido blockbuster aquí en España y que vienen de un best seller en Europa, como son las novelas de Moccia. Las ha visto mucha gente y te da visibilidad. Estoy segura de que fue un punto de inflexión en mi carrera, pero creo que todo lo que hacemos tiene una consecuencia. Ahora que estoy haciendo el tren, lo estoy haciendo por algo, y quiero decir que estoy poniendo una causa en el tipo de actriz que quiero ser. Aunque ahora no tenga un impacto mediático, eso está generando algo en mi que más tarde va a generar algo. Me está ayudando a crecer muchísimo. Sí que ‘Tres Metros’ me dio algo con lo que por ejemplo quizás no hubiera podido hacer ‘La Gaviota’, pero también creo que nada es porque si.
-Entonces, ¿crees en el destino?
-Todo lo contrario. No creo en el destino, sino en la causalidad y no la casualidad.
-Además, próximamente volveremos a verte en televisión con la serie ‘Los nuestros’, compartiendo rodaje con Blanca Suárez, Antonio Velázquez y Álvaro Cervantes. ¿Qué papel interpretas en esta miniserie?
-La miniserie trata sobre una misión de rescate de un comando élite a unos niños secuestrados por yihadistas en Mali. Yo hago de una legionaria que se llama Desi. Ella quiere ser Boina Verde a toda costa, y se enamora del personaje de Antonio Velázquez. La verdad es que aún no he visto como ha quedado, pero todos los ‘compis’ me han dicho que está muy bien, y yo creo que gustará. El rodaje se hizo en Fuerteventura y fue muy duro por las condiciones climatológicas, además había muchas escenas de acción.
-Después de ‘El Príncipe’, Telecinco vuelve a apostar por tratar un tema tan complicado como el yihadismo. ¿Cómo te preparaste para este papel?
-Mi personaje y mi trama no tenía mucho que ver con la misión de los yihadistas. Estuve preparándome más en todo lo que estaba relacionado con los Boinas Verdes, en el territorio militar. Estuvimos en el Ejército dos semanas, en la base de Fuencarral. En cuanto al yihadismo, el tema me pone un poco histérica, sobre todo después de lo ocurrido con Charlie Hebdó. Es muy duro el tema, y hay tantas cosas que no sabemos…
-¿Cómo fue el ambiente del rodaje?
-Yo me lo pasé muy bien porque era para mí muy ligero. Había mucha comicidad, me lo pase súper bien con Gorka y con Antonio, fue muy divertido.
-Imagino que después de haber coincidido con Blanca, Álvaro o Antonio, rodar con ellos será fácil.
-Sí, totalmente. Ahora estoy viendo que los vínculos que haces en teatro no tienen nada que ver, porque te conoces mucho más. De todas formas, con Antonio no me conocía tanto, pero con Blanca y con Álvaro hace mucho rato que nos conocemos. Es fácil la verdad, es cómodo. Pero claro, eso con ellos, que a veces no es tanto el tiempo que hace que te conoces sino la calidad de la amistad.
-Creando vínculos tan fuertes, ¿es difícil separar las emociones en escena si existe algún pequeño roce entre actores?
-Eso pasa en todo tipo de relaciones, pero por eso mismo en ‘Como si pasara un tren’ es al contrario. Hay tanto cuidado humano que eso no sucede porque siempre se habla todo. Para mí es muy importante separar el trabajo de lo personal, aunque es muy difícil porque pones mucho de ti en ello. Yo me intento aconsejar a mí misma, intento aprovechar la energía que hay para currar con ello. Si de pronto te acabas de enfadar y tienes que hacer una escena de cama, pues utilizo esa energía para transformarla.
-¿Qué proyectos te traes entre manos?
-Empiezo a rodar en dos semanas la serie ‘Carlos Emperador’. Hago de Leonor de Austria que es la hermana de Carlos, con la que viene de Flandes. Empezamos ahora hasta finales de agosto y luego seguiremos con ‘Como si pasara un tren’ en el Teatro Español. De momento esto.
– ¿Podrías contarnos la anécdota más divertida de tu carrera como actriz?
-Habrá miles. Me pasó una el otro día actuando con ‘El Fausto’ en el Centro Dramático Nacional Valle Inclán. Realmente es una chorrada pero a mí me hizo mucha gracia. Era la última función, todos estábamos súper emocionados. El montaje era muy visual, muy estético, el diseño de vestuario impecable de Tomaz Pandur, y en un momento dado, en un monologo muy dramático que tengo con Pablo Rivero, tengo que hacer tres golpes con un hacha en un muro de 10 metros, enorme. Uno, dos y tres. Y justo en el tercer golpe, que era la señal para que entrase una música, el hacha saltó y le dio a Prostenio. Lo gracioso fue que yo estaba muy entregada y cuando me saltó el hacha yo me empecé a reír. Fui súper digna, cogí el hacha y volví a mi escena. A veces te pasan estas cosas. Se ríe.
-Hay trenes que solo pasan una vez en la vida. ¿A cuál de ellos te subirías sin dudarlo?
-A tantos. Qué pena que solo pasen una vez. En realidad a cualquiera. Un rodaje en Australia, me subiría. Una peli con Scorsese también. A irme a vivir a otro país también me subiría. Hay muchas cosas. Yo continuamente estoy pensando cosas, de hecho me gusta, creo que es un aliciente para intentar hacerlo mejor cada día, para intentar ser mejor en todos los aspectos. A veces me digo, tranquila, relájate un poco.
-Y por último, ¿cuál es tu buena noticia?
-Llevo dos meses sin ver los telediarios porque me deprimen, aunque me gusta estar informada. Una buena noticia para mi es que justo antes de ayer me llamó una de mis mejores amigas para decirme que le ha salido una peli maravillosa con Alex de la Iglesia, y justo me contó que la habían cogido. Me alegro un montón por ella.