Cristina Pérez. / Berto Romero tuvo sus inicios como integrante de un grupo de música en su pueblo, Cardona, y ahí se dio cuenta de que le gustaba más presentar las canciones que cantarlas, a partir de lo cual enfocó su carrera profesional hacia el mundo del humor, aunque la música sigue teniendo un gran peso en todos sus espectáculos.
Su participación en ‘Buenafuente’ le llevó a la fama a nivel nacional y, progresivamente, pasó de aparecer esporádicamente en el programa, a ocupar, a día de hoy, casi la mitad del mismo. Ahora compagina sus directos diarios en ‘En el aire’ con su gira ‘Berto sigue con nosotros’ y sus rodajes en las películas de cine en las que realiza pequeños papeles.
Zaragoza Buenas Noticias ha hablado con él con motivo de su actuación en la capital aragonesa los días 30 y 31 de enero, en el Teatro de las Esquinas.
-El próximo 30 de enero representas en Zaragoza ‘Berto sigue con nosotros’, ¿qué podrá encontrar el público en este nuevo espectáculo?
-Es un espectáculo muy divertido, un monólogo ilustrado con canciones que continúa a mi espectáculo anterior ‘La Apoteosis Necia’. Es un show en directo, en la misma sintonía, que consta de canciones, monólogos, alguna escena un poquito más teatral, una pantalla con audiovisuales… Básicamente lo más importante para mí es que he puesto en marcha un cambio de escenas, de puntos de vista y, al final, es como un actualizado de cosas que me interesan en este momento de mi vida.
-Tus actuaciones cómicas están muy ligadas a la música, ¿por qué?
-Es una mezcla de casualidad y de mi biografía. Yo empecé tocando en mi pueblo, Cardona, en grupos de música con mis amigos. Vimos que no lo hacía muy bien, aunque tampoco lo hacía muy mal, y que me divertía más presentado las canciones que cantándolas. Descubrí que lo mío era más lo de monologuear, pero eso no quita que lo de cantar lo llevo ahí dentro. Por eso he querido usar las canciones en mis espectáculos para desengrasar, cambiar de tema, dar más colores en el show y que no sea sólo un tipo hablando todo el rato. Así es más variado y dinámico. Cuantas más cosas se hagan mejor. Si supiera bailar bien también tendría un número de baile. Todo lo que uno pueda hacer para divertir al público hay que hacerlo.
-Ya has pasado alguna vez por Zaragoza, ¿cómo definirías al público zaragozano?
-Estuve en la Sala Oasis y en el recinto de la Expo un par de veces. El público es fantástico y es una tierra muy caliente a nivel cultural y artístico. En cuanto a música siempre está a tope, tiene la cuna del hip hop, yo creo que Zaragoza tiene mucha cultura. Lo que percibo del público zaragozano es que es cálido y que es un público formado, acostumbrado a consumir teatro, música y arte en general, y eso me gusta mucho.
-Esto de dedicarte a la comedia, ¿de dónde te viene?
-No hay ninguna decisión consciente. No recuerdo ningún momento en mi vida en el que yo me planteara: voy a ser cómico. Lo que sí que es verdad es que cualquier cosa que he hecho en mi vida ha estado enfocada a la comedia. No sé por qué. Cuando era más pequeño dibujaba cómics y siempre eran guiones humorísticos porque era precisamente lo que a mí me gustaba leer. Uno quiere hacer lo que le gusta consumir y como siempre me ha gustado mucho la comedia y reírme, supongo que cuando me he puesto a hacer algo también me ha salido hacer comedia y la verdad es que no me apetece hacer otra cosa.
-¿No te planteas entonces papeles de interpretación más serios o dramáticos?
-No es que no me lo plantee es que tampoco me he planteado nada hasta ahora. Y además todas estas cosas están relacionadas con lo que uno busca y lo que te ofrecen. Yo lo que busco en realidad es hacer comedia y si alguien me ofrece algo que no sea comedia, es interesante de hacer y puedo aprender en el proceso, seguramente no diré que no. Pero es raro que ocurra porque también es verdad que cuanta más comedia hace uno, más gracia le hace a la gente. La gente cuando me ve ya se espera reír. Es una dinámica que se crea entre el artista y el público que es muy difícil romper y que, en mi caso, no tengo ninguna intención ni necesidad de romperla.
-Tu salto a la fama a nivel nacional llegó con tu participación en el programa BFN, en el que te has ido haciendo poco a poco un hueco muy grande ¿Cómo has vivido esta evolución?
-De una forma muy natural. Ha habido un buen encaje a nivel profesional y personal. Andreu me ha ido dando hueco a medida que yo lo he ido necesitando y me ha ido dando tanto que al final estoy prácticamente en la mitad de su programa. Lo que tengo claro es que es el programa de Andreu y yo soy un colaborador, por mucho que esté ahí como si estuviera en mi casa. A mí me gusta ser el segundo de abordo y romper la baraja cuando se pueda. Se ha dado una combinación buena, cómoda y equilibrada.
-¿Qué has aprendido en todos estos años al lado de Andreu?
-Una cierta ortodoxia en el sentido de que él es un tío ordenado, es muy presentador, le gusta explicar bien las cosas, que todo se entienda. Yo he aprendido de él eso: el conseguir que todo se vuelva entendible para la mayor cantidad de público posible. Se me ha pegado también su sentido del humor, es como cuando tienes una pareja y os reís al final de las mismas cosas. Los dos hemos ido cogiendo las características del otro, es inevitable.
-Tu anterior trabajo, ‘La Apoteosis Necia’ ha tenido una larga vida. ¿Auguras una vida tan larga a tu nuevo espectáculo?
-No, para nada, éste está pensado para unos dos años y yo no creo que pueda durar más de cinco, e incluso yo diría que antes habrá un nuevo espectáculo. Porque lo que ocurrió con ‘Apoteosis…’ fue una cosa muy curiosa. Es el espectáculo con el que yo empecé y de los muchos de esos casi 12-15 años que estuve con este show, durante casi la primera década, no lo interpretaba demasiado porque yo me dedicaba a otras cosas. Cuando empecé a salir en la tele sí que comencé a desarrollarlo profesionalmente y en vez de ir cambiando de espectáculo, iba cambiando ese mismo, así que ‘La Apoteosis Necia’ del final no se parece en nada al del principio, todos los cambios y toda la creatividad la metía en ese texto, respetando el esqueleto de la función. Las canciones eran las mismas, los temas eran los mismos, pero iba modificando el texto continuamente. Fue un caso anómalo por la carrera que yo llevaba y por cómo se produjeron las cosas pero yo creo, de verdad, que este nuevo espectáculo en mucho menos tiempo habrá que cambiarlo, porque ya lo estamos trabajando de una forma muy sistemática, muy profesional. Finalmente se quemará y habrá que hacer otro.
-Además de cómico eres actor de televisión y cine ¿En cuál de los papeles te sientes más cómodo?
-La gran suerte es que me siento igual de cómodo o incómodo en todos los lados. A estas alturas lo que me ocurre es que ando buscando espacios en los que disfrutar aprendiendo porque yo cuando me lo paso bien es cuando aprendo y cuando hago algo que no he hecho antes. Ahora te diré que donde estoy disfrutando más en el cine, pero eso no quiere decir que no me lo pase bien en la tele, de hecho lo paso muy bien porque la tele que hago con Andreu es como llegar a mi casa, ponerme las zapatillas y empezar a jugar. En las pelis que estoy haciendo me enfrento a cosas nuevas que no he hecho antes, a preparar un papel, a trabajar lo minucioso, los rodajes hechos por partes, las escenas se hacen de otra manera … Todo eso es muy nuevo para mí, lo estoy disfrutando mucho. No es cuestión de comodidad o incomodidad, sino que cuando descubres algo nuevo es como que te sientes más enamorado.
-¿Te veremos pronto como actor en cine o tele?
-Hacer un programa en televisión diario de las características de éste me impide afrontar rodajes de una cierta importancia. Este año me ofrecieron unas cosas muy bonitas que no he querido coger porque requerían rodajes relativamente largos y no los puedo combinar con un diario en directo por la madrugada. Pero voy a hacer algunas cositas, pequeñas apariciones en alguna peli. También está pendiente de estreno la película en el mes abril ‘Anacleto’, de Javier Ruiz Calderas, el director con el que trabajo yo siempre, que parece que solo trabaje con él (risas). Tengo un papel que está entre los cuatro principales, ha sido una experiencia muy heavy, me lo he podido trabajar mucho, estuvimos todo el verano rodando y estoy muy contento y con muchas ganas de que se pueda ver.
-En 2013 fuiste nominado al Goya como Actor Revelación por 3 Bodas de más ¿cómo viviste ese momento?
-¡Sí, qué fuerte! (risas) Me hizo mucha ilusión pero me pareció muy exagerado, no sé cómo explicarlo, yo tenía un papel muy pequeño, era casi un cameo. Entendí la nominación pero lo que no hubiera entendido es el premio porque los otros nominados habían hecho un trabajo mucho más fuerte. Hay cosas que creo que son de lógica. En el caso, por ejemplo, que nos ocupa este año, Dani Rovira ha hecho su primer papel en ‘8 apellidos vascos’ y es un papel muy grande, soporta todo el peso de la trama, está increíble. Yo creo que debería ir de cajón para él. Pero en mi caso me sorprendió muchísimo porque yo no me lo esperaba para nada, entonces entré ahí en una espiral cuando la gente me preguntaba y me decía ‘bueno, qué ¿y si lo ganas?’ que hasta pensé ‘¡pues a lo mejor lo gano1’. Al final fue un premio en sí mismo porque yo lo interpreté como un gesto de la profesión diciendo ‘bienvenido’, te damos la bienvenida para que continúes haciendo tus historias aquí también (risas).
-¿Tendremos ‘En el Aire’ para rato?
-No lo sé. La tele es muy cambiante, sería absurdo que dijera que sí o que no, porque no tengo ni idea. Cada año cuando acaba la temporada y empieza la siguiente uno está realmente ‘en el aire’. Nosotros estamos en forma, el programa está vivo pero ya te digo que no se sabe. De todas maneras si hubiera programa perfecto, si no hubiera, tampoco pasaría nada porque hay un montón de espacios en los que podríamos aparecer de nuevo Andreu y yo. Estoy pensando, por ejemplo, en la radio. El programa ‘nadie sabe nada’ de la SER ha sido el gran damnificado de este temporada porque no hemos podido seguir haciéndolo y también estaría muy bien poder meternos ahí ‘a sangre’.
-¿Animamos entonces al público zaragozano a asistir los días 30 y 31 a las Esquinas?
-No, no… (risas) ¿Te imaginas? Que ahora digo no, no, no vengáis, es una gran mierda por favor… (risas) Claro, yo los animo, si les vale la experiencia de otros sitios, la gente se ríe mucho, lo recomiendan y les espera una hora y media de evasión total y de carcajadas así que: ¡Vénganse! Además lo traigo rodadito y caliente, he estado todas las Navidades en la Gran Vía, por suerte, llenándolo y funcionando muy bien.
-¿Como somos ‘Zaragoza Buenas Noticias’, compartes con nuestros lectores una buena noticia?
-Hay muy malas noticias pero es cierto que tenemos la tendencia natural a no querer ver las buenas, así que me alegro de que haya salido este tipo de medio. La buena noticia es que los fans de Berto Romero tienen, además, de una cita en Zaragoza, programa de televisión diario asegurado hasta junio, por lo menos, y además son todo productos que no han sido amenazados por ninguna célula terrorista en singular así que estamos a tope y libres.