Redacción. / En el transcurso de la primera fase de rehabilitación del pavimento de la plaza de la Virgen de la Oliva, de Ejea de los Caballeros, se han hallado restos de un posible claustro o patio del siglo XIX y un horno de alfar con cerámicas que abarcarían una cronología desde el siglo XVIII al XIX.
La historiadora y arqueóloga local Carmen Marín Jarauta controla y supervisa estos hallazgos como medida preventiva tal y como marca la Legislación de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.
Ejea ha redescubierto su historia gracias a estos descubrimientos. En 1814 el solar de la ermita de La Oliva se transformó en convento de los religiosos franciscanos, que permanecieron allí hasta el año 1828. Posteriormente fue ocupado por los Padres Escolapios hasta 1834 fundando las Escuelas Pías, pasando por ser hospital en 1856, seguido del primer colegio de las Hermanas Mercedarias en 1901. Finalmente en el año 1952 se creó el Instituto Laboral que después pasó a ser el Centro de Enseñanza Media Reyes Católicos, llegando a nuestros días como Centro de Servicios Culturales y Educativos.
Según los restos arqueológicos hallados, éstos podrían pertenecer a los cimientos del antiguo claustro o patio del siglo XIX tal y como refleja un plano del proyecto de plantas y perfiles que demuestran el orden y disposición del convento de Franciscanos, que se construyó anexo a la iglesia de la Virgen de la Oliva datado en el año 1830.