Cristina Pérez. / En un deporte, como tantos otros, con altas dosis de elitismo, un deportista humilde no tiene las mismas oportunidades de llegar a lo más alto que otro que cuenta con una situación económica más desahogada. El talento no siempre lo es todo y la falta de dinero provoca, en muchas ocasiones, que jóvenes deportistas con grandes posibilidades no puedan alcanzar sus sueños.
Es el caso de Paco Morales ‘El Maño’, un piloto de motos de 18 años que ve cómo el camino hacia el éxito está siendo más largo y dificultoso al no poder permitirse económicamente entrar a formar parte de un equipo, algo que puede llegar a costar de 70.000 euros en adelante cada año.
Paco se subió por primera vez a una minimoto con 7 años y, tan sólo un año después, empezó a competir. En 2009 llegaron sus primeros títulos en minimotard y, dos años después, se subió a su primera Honda 600. 2013 fue, sin duda, su año por excelencia, en el que consiguió alzarse con cuatro títulos, uno de ellos el de campeón de la Copa de España de Velocidad Open 600 Sub 17, convirtiéndose así en el aragonés con mejor palmarés de la historia.
Sin embargo, a pesar de sus repetidas victorias y sus contínuas subidas al podio en prácticamente la totalidad de las carreras en las que participa, existe un factor determinante para su desarrollo como piloto de motos profesional: el alto desembolso que supone el mero hecho de correr en una competición.
“Si sumamos los 160 euros de la inscripción en la carrera, los 387 de la licencia, la participación en las 3 tandas de entrenamientos, el transporte y alojamiento en el lugar de destino, la gasolina y los neumáticos, una carrera puede alcanzar un coste de 1.500 euros en las condiciones en las que nosotros participamos; normalmente el coste es bastante más elevado”, explica Paco Morales, el padre del piloto.
De familia humilde, ‘El Maño’ sabe perfectamente lo que supone afrontar su pasión sobre las dos ruedas con un presupuesto insuficiente para este deporte. “Todos los entrenamientos libres los hago con neumáticos usados, cuando lo normal es hacerlo con nuevos. Lo mismo ocurre con las cronos de clasificación para la salida de las carreras. El resto de pilotos utilizan dos o incluso tres juegos nuevos y yo tengo que guardarme el juego nuevo para la carrera oficial”.
Así, siendo lo habitual gastar unos tres pares de neumáticos por prueba o carrera, Paco Morales ‘El Maño’ únicamente apuesta, en algunas ocasiones, por montar una de esas ruedas nuevas en las pruebas que le clasifican para la salida en la competición, para tratar de no perder demasiadas posiciones de salida y no jugar con tanta desventaja. “Si tenemos 600 euros de presupuesto para una carrera, no nos podemos permitir más que un juego nuevo de neumáticos, y lo tenemos que guardar para la carrera. Nunca podemos estar en los primeros puestos de las salidas porque no hay dinero para más ruedas, y las cronos de clasificación no siempre podemos hacerlas con más de un neumático nuevo”, explica el padre del piloto.
También la presión es un punto extra en la dinámica de las carreras de Paco. “Tengo que ser muy cauto y no arriesgar demasiado porque una caída y una avería en la moto podría suponernos no poder correr en la siguiente carrera o incluso en lo que quede de temporada”, cuenta el piloto. Aun así, su objetivo en cada competición, salga en la posición que salga, siempre es quedar en primera posición.
El mayor apoyo de Paco Morales ‘El Maño’ es, sin duda, su padre, también llamado Paco, quien no duda en invertir todos su bienes y ahorros en lo que más feliz hace en el mundo a su hijo: las motos. “Disfruto de verle a él feliz y, además, a mí también me encanta el mundo del motociclismo. He puesto todo lo que tenía para que mi hijo pueda alcanzar la posición que se merece y tenemos toda la ilusión y la confianza puesta en esta próxima temporada, que comienza en el mes de marzo con el campeonato de España”, explica el progenitor del motorista.
“Este año tenemos un proyecto con un equipo que está empezando, ‘DMT’, que no nos pide nada por entrar pero que tampoco puede, de momento, ofrecernos grandes medios. Nosotros vamos a seguir yendo como íbamos hasta ahora a las carreras pero tenemos la esperanza de que en un corto plazo pueda suministrarnos algún apoyo en mecánica. Aun así, tendremos que colaborar y nos va a aumentar el coste por carrera en unos 500 euros por todos estos gastos”, cuenta Paco, su padre. Y continúa: “El equipo nos pide resultados y, para ello, tenemos que tener la moto a punto, porque el piloto ya lo está”.
Por eso, padre e hijo aseguran tener toda su esperanza y su fuerza puestas en el próximo campeonato de España. “Este año nos lo vamos a jugar al todo por el todo. Si tiene que arriesgar, arriesgará. Hay que intentar subir a los podio el mayor número de veces posible, porque este año el campeonato es televisado y el que se queda cuarto no sale, así que es nuestro objetivo estar muy presentes, que el equipo pueda conseguir patrocinios y apoyo”.