Cristina Pérez / Nerea Beatove. Cada momento, cada persona y cada situación, tienen una historia. Y Marcos Cebrián, creador del proyecto ‘Zaragoza Walkers‘, se encarga de ver más allá de lo cotidiano y compartirlo, a través de sus fotografías, con todo el mundo. Cebrián lleva ya más de un año capturando a los ‘Walkers’ de Zaragoza, como él los llama, y dotando de un sentido especial a cada una de las imágenes que realiza.
De esta forma, su intención es transmitir la vida de la ciudad y que Zaragoza pueda llegar al número máximo de personas gracias a sus fotografías. Asegura que en sus imágenes comparten protagonismo la propia ciudad y los ‘Walkers‘, a los que trata de capturar sin ser descubierto para plasmar toda la espontaneidad de cada momento.
Zaragoza Buenas Noticias ha hablado con este el creador de ‘Zaragoza Walkers’ para conocer más sobre este original proyecto que muestra Zaragoza desde otra perspectiva, desde el punto de vista de los ciudadanos anónimos que, muchas veces, transmiten mucho más de lo que podemos llegar a imaginar.
-¿Cómo surge ‘Zaragoza Walkers’?
-Surge revisando mi archivo fotográfico. Me di cuenta de que tenía mucha fotografía callejera de la ciudad y de que la mayoría de ellas tenían algo en común: siempre había un paseante. Decidí dar salida a esas fotos creando Zaragoza Walkers en Facebook e Instagram. Me pareció una forma distinta de mostrar la ciudad. No sabía si iba a gustar o no y, de hecho, al principio lo hice de forma anónima. Tuvo mucha aceptación y poco a poco fui ganando seguidores, incluso algunos de mis amigos me hacían referencia a la página sin saber que yo era el autor. Fue en marzo a través de una entrevista que me propusieron desde Aragón en Abierto cuando mi nombre quedó vinculado a Zaragoza Walkers.
-¿Por qué decidiste ponerlo en marcha?
-Quería que la gente al entrar a sus redes sociales viera una foto de calidad de Zaragoza, un buen encuadre, un buen enfoque y un revelado cuidado. Hoy en día hay muchas fotos de Zaragoza pero es difícil encontrar algo original que se aleje del imaginario colectivo y que se centre en lo aparentemente imperceptible.
-¿Qué quieres transmitir con este proyecto?
-La vida de la ciudad, sus gentes y la huella de todas las culturas que la han convertido y siguen convirtiéndola en lo que es actualmente.
-¿Qué tiene que tener el viandante para captar tu atención?
-Normalmente yo llevo la cámara preparada según la luz que hay en ese momento y así, si veo algo curioso, estoy preparado para encuadrar y disparar rápidamente. Hay otros momentos en los que gente desconocida se junta por la calle, caminando o estáticos. Ellos no lo saben pero para mí se convierten en modelos de excepción, protagonistas de la portada de un disco o del cartel de una película.
En otras ocasiones busco un lugar adecuado y que tenga una buena luz, espero a que pase algún Walker y lo observo. Su forma de caminar me dicta como debo hacer la foto, es importante que se pueda percibir algo de movimiento y sobre todo que no me descubra puesto que se pierde la espontaneidad del momento. También hay veces en las que veo situaciones o personas con algo característico (una chica en monopatín tirado por un perro, o un peatón con una motosierra) y no puedo evitar inmortalizarles. Y, si es monja, tiene muchas posibilidades de ser fotografiada.
-¿Quiénes son los verdaderos protagonistas?
-El protagonismo está muy compartido entre Zaragoza y sus Walkers, intento que las personas sean simples figurantes dentro de la foto pero hay veces que es necesario darles más importancia que al escenario que les rodea.
-¿Hay alguna fotografía o historia a la que guardes especial cariño?
-Tengo muchas historias relacionadas con Zaragoza Walkers. Una de las primeras que me ocurrió fue con un hombre y su hijo en Conde Aranda. Me vieron haciendo fotos y me pidieron que les hiciera una. Les dije que se la mandaría por correo electrónico pero el señor no sabía ni lo que era eso. Durante las semanas siguientes los busqué por su barrio hasta que los volví a ver y les di la foto que les hice juntos. Otra historia a la que le tengo mucho cariño es la de un señor al que le hice una de las primeras fotos. Al poco de subirla me escribieron de un centro de acogida en el que vivía el fotografiado ya que le habían reconocido. Me cité con ellos y le llevé la foto, se emocionó al ver que alguien se había fijado en él y le había fotografiado, la guardó y la puso en su habitación.
-¿Es difícil transmitir estas historias a través únicamente de la imagen?
-Es difícil transmitirlo, pero en las fotos que más historias esconden, los ojos de las personas fotografiadas son el reflejo de muchas cosas.
-¿De qué forma encuentras las historias que luego transmites con fotografías?
-Paseando. No salgo a la calle buscando algo en concreto, solo me dejo llevar por las calles, los Walkers hacen el resto.
-Tras tu experiencia como fotógrafo de personas anónimas y situaciones de nuestra ciudad, ¿cómo defines Zaragoza?
-Zaragoza es una gran ciudad, moderna, muy viva y en la que podemos encontrar muchas cosas por hacer para todos los gustos y edades, tenemos muchas culturas que enriquecen a todos y cada uno de los habitantes.
-Hace tan solo unos días ‘Zaragoza Walkers’ cumplió un año de vida. ¿Cómo celebraste la noticia?
-Celebré el aniversario en The Sneaker One en la calle Alfonso. Vino mucha gente, brindamos con Latidos de Vino y hubo una pequeña exposición que al final se alargó todo el fin de semana. También propuse a los seguidores hacerse un retrato (posado) donde ellos eligieran. Me han escrito muchos y ya estoy en ello, aunque les pido paciencia porque llevará un tiempo.
-¿Cuántas veces sales a hacer fotografías?
-Depende del trabajo que tenga, Zaragoza Walkers lo hago en mi tiempo libre pero como trabajo como fotógrafo en otras muchas cosas suelo llevar la cámara encima muy a menudo.
-¿Reacciona bien la gente al ver que estás haciendo la foto?
-Nunca me han dicho nada, si veo que me miran se rompe la escena y me olvido de la foto.
-¿Estás preparando algún trabajo de mayor magnitud?
-Estoy trabajando en fotografía para teatro, conciertos, eventos de deportes de contacto a nivel nacional, gastronomía, moda y en un proyecto que llevo a cabo con 4 chicas que se llama IRDEPROPIO (Facebook, Instagram y Twitter) que consiste en aconsejar sitios a los que ir de propio en Zaragoza. Hacemos un reportaje del sitio para recomendarlo a los seguidores y los propietarios nos sugieren sus sitios favoritos para ir de tapas, de copas, a comprar comida, ropa… Tiene muy buena aceptación y es una forma de impulsar el comercio y la cultura locales.
-¿Qué te gustaría conseguir con este trabajo?
-Que la ciudad de Zaragoza llegue a más gente a través de estas fotografías. Hay gente que vive en Sudamérica que comenta en las fotografías las ganas que tienen de venir a conocer esas ciudad que sólo conocen a través de Instagram y Facebook. Me alegra mucho que llegue tan lejos.
-¿Cuál sería tu buena noticia?
-La noticia salió hace unas semanas y decía que iban a permitir circular a ciclistas por 1.000 calles de Zaragoza hasta ahora restringidas. Es una buena noticia que los ciudadanos se puedan mover por la ciudad con libertad en bicicleta. Es un medio de transporte respetuoso con el medio ambiente, barato y rápido. Aunque por supuesto también es necesario que los ciclistas se conciencien, y los automóviles tengan más en cuenta al ciclista. Walkers, conductores y ciclistas deben ser tolerantes y usar su sentido común para garantizar una convivencia segura para todos.