Luis González. / Los artículos que en este apartado se ofrecen están basados en experiencias propias o de amigos y compañeros. Por eso, no esperéis encontrar aquí una guía detallada de cada actividad, sino más bien, una invitación a la naturaleza, una proposición a dejar el mando de la consola o la televisión, a desconectar de la oficina o la monotonía y salir a la calle. Es una presentación algo tardía después de algunos artículos, pero me apetecía llegar a vosotros de una forma más personal y explicaros cómo me gustaría encauzar esta sección.
Desde hace tiempo, y debido a que soy una persona inquieta y que por suerte estoy rodeado de amantes de varios deportes y aficiones, he comprobado que a pesar de la cantidad de información que se encuentra en internet y lo relativamente fácil que tenemos hoy por hoy la práctica de tantas actividades, todavía hay mucha gente que no se atreve a dar el paso. Pensamientos como: yo no tengo tiempo, para eso no valgo, y si hago el ridículo, lo veo muy complicado, etc. afloran en nuestra mente y nos ponen en bandeja la excusa para la desidia.
Josef Ajram (escritor, deportista y empresario de éxito) cita en una de sus frases más conocidas: “Eres capaz de hacer en esta vida lo que te de la gana, y lo que no haces es porque te da pereza”. A mí particularmente ese pensamiento me ha acompañado en más de una ocasión, me ha hecho llegar más lejos, aventurarme en nuevos proyectos y en definitiva vivir mejor.
Porque ese es el fin de todo esto; vivir, no hay más, es aprovechar nuestro tiempo libre. No es ningún secreto que el deporte nos hace sentirnos mucho mejor con nosotros mismos y nos aumenta la autoconfianza, si a eso le sumamos alguna que otra escapada a la naturaleza, una compañía agradable y un pequeño toque de locura, tenemos una sencilla receta para estimularlos y ya de paso, olvidarnos de esos pequeños pensamientos que obstaculizan nuestra serenidad.
Me gustaría hacer hincapié también en el respeto por lo que hacemos y donde lo hacemos; cada vez somos más los que danzamos por las ciudades, por los pueblos, por los ríos, playas y montes.Y si no intentamos poner nuestro granito de arena con pequeños gestos, la convivencia será cada vez más complicada, las calles y los parques son de todos, entre todos hemos levantado ciudades y creado espacios que debemos cuidar y mantener. Pero el campo no nos pertenece, tenemos que intentar pasar por él dejando el menor rastro posible, ya que, es un valioso préstamo que nos ha sido concedido, y como tal, tenemos que devolverlo igual o mejor de lo que lo encontramos.
Así que ya sabéis, podéis encontrar muchas razones para no hacer cosas, pero solo hay una forma para que no os arrepintáis en el futuro… y es, haciéndolas.
Un saludo a tod@s y… ¡Hacer el cabra