Cristina Pérez. / Uno de los grandes protagonistas de la XV Gala del Deporte Ciudad de Zaragoza, que se celebró el viernes 13 de febrero, fue sin duda Juan Tomás, un joven al que se le hizo entrega del premio ‘Deporte y Valores’. El galardonado practica remo adaptado desde hace dos años tras sufrir un accidente de moto que le dejó sin movilidad del tren inferior de su cuerpo.
“Me siento muy contento con este premio, aunque lo primero que dejé claro al Ayuntamiento es que yo únicamente lo aceptaría si se me otorgaba como un reconocimiento a mi esfuerzo y superación, pero en ningún caso me consideraba merecedor de él en relación a mi breve trayectoria”, explica el joven.
Juan Tomás sufrió un accidente de moto en agosto de 2012 en Villadoz, muy cerca de su pueblo, Romanos. Desde entonces su vida dio un giro radical, ya que una lesión medular provocó que no pudiera volver a caminar. “El accidente fue a las 12 de la noche y no me encontraron hasta 6 horas después. Yo notaba que no podía moverme y al ver que no me dolía pensé que algo malo pasaba pero no le quise dar más vueltas. Ya en el hospital me informaron de que no iba a poder andar nunca más porque tenía una lesión medular”, cuenta Juan, y continúa: “La primera reacción es siempre negativa, te cierras a todo. Pero yo enseguida supe sobreponerme y, en vez de empezar a tachar todas las cosas que ya no iba a poder hacer, comencé a apuntar todas las que sí iba a poder realizar”.
El deporte supuso una fuerte motivación para su vida, aunque él mismo asegura que nunca había practicado demasiado ejercicio. Sin embargo, las competiciones deportivas de carreras, muy ligadas a su anterior pasión, las motos, eran las que más le llamaban la atención. Por eso, al enterarse de que uno de los deportes que podía practicar era el remo adaptado no se lo pensó y acudió directamente al Centro Deportivo Helios, donde lleva entrenando este deporte los dos últimos años.
“En el primer contacto con Helios me dijeron que nunca habían trabajado el remo adaptado, pero me invitaron a visitarles y a ver cómo podíamos enfocarlo. Entre todos, conseguimos adaptar el remo a mi situación y, con la ayuda de un nuevo entrenador de la Selección Aragonesa que llegó en ese momento, comencé a ser remero. Allí coincidí con un chaval que también practicaba remo y, además, era fisioterapeuta. Él aprovechó también para hacer su trabajo de la carrera sobre el remo adaptado y me enseñó a remar, nos hicimos muy amigos”, relata Juan.
En tan sólo dos años, Juan Tomás ha conseguido hacerse con el subcampeonato de España en remoergómetro y con la cuarta plaza de remo en agua. Pero, aunque suene a tópico, no le obsesionan los premios sino su evolución personal. “Mi superación es lo primero y lo que realmente me motiva es haber bajado 10 segundos en el último año”, cuenta el joven.
En cuanto a su situación personal, su vida cambió por completo tras sufrir el accidente. Se mudó a Zaragoza, donde tiene mucho más accesibles hospitales y centros médicos, así como lugares de rehabilitación y, por supuesto, sus entrenamientos de remo. Además, tuvo que adaptar su casa del pueblo, su coche y la vivienda en la que reside actualmente en Zaragoza con su hermano.
Como tantas otras personas que han sufrido su misma situación, ha tenido también que adaptarse a la movilidad en silla de ruedas por la ciudad. “Zaragoza es una localidad que está muy bien adaptada para personas con movilidad reducida; he estado en campeonatos de remo en otras ciudades como Barcelona o Sevilla y no están a la altura de nuestra ciudad”, asegura Juan.
Sin embargo, el desembolso económico que implica adquirir todo el material necesario para adquirir una silla de ruedas con todos sus complementos y adaptar su casa y su coche es un punto completamente mejorable. “Estamos en un mundo que está cambiando, hay que mirar por la gente que lo necesita más y no aprovecharse de ellos. El tema de que una silla de ruedas valga 2.500 euros y el cojín donde voy sentado valga 500, en mi opinión, es aprovecharse, porque para las personas que lo usan es una máxima necesidad. Igual el aluminio de esta silla lo venden para una ventana y vale un euro pero si es para una silla de ruedas el precio ya es de 70 euros el kilo. Es vergonzoso y debería haber un control”, reivindica Juan Tomás.
Además, el joven remero también aporta una sugerencia para las personas que, como él, se mueven en silla de ruedas: “Cuando fui a Sevilla me percaté de que en el carril bici está también dibujado el símbolo de la silla de ruedas. Hay algunas aceras empedradas con baldosas que tienen mucho relieve y eso para las personas que van caminando es imperceptible, pero a los que vamos en silla de ruedas nos afecta muchísimo en nuestro organismo, así que me encantaría que permitieran que puidéramos circular por los carriles bici, que están todos muy bien asfaltados”.
Actualmente Juan está centrado en sus próximos campeonatos de remo y su principal objetivo es hacerse con el segundo puesto en el Campeonato de España de remo en agua y mantener su posición de subcampeón de España en remoergómetro. Hace un balance muy positivo de 2014 en su carrera deportiva y asegura que va a seguir entrenando para plantearse, incluso, competir a nivel internacional. “Estoy muy orgulloso de este último año 2014 porque de no haber hecho deporte nunca a, de repente, ir al campeonato de España de remoergómetro y quedarme tercero, supuso un punto de inflexión en mi vida, esa medalla me hizo sentir que valía. Este año, en 2015, he mejorado y he conseguido el 2 puesto”.
Tras su experiencia de superación, Juan Tomás se dedica ahora a asesorar a otros jóvenes que, como él, sufren algún tipo de lesión medular que les impide caminar. El joven darocense les ofrece su apoyo y, lo que es más importante, su propio relato en primera persona y el ejemplo de que si se quiere, se puede.