Ana Roche. / La obra ‘El Invernadero’ , una comedia negra y de enredo que se inspira en la intervención soviética en Hungría para conjurar la revolución. El día de Navidad se despliegan los conflictos que tienen lugar en una institución no del todo clara, quizá una casa de reposo o una clínica de salud mental a partir de la muerte de uno de sus pacientes.
Mario Gas y Eduardo Mendoza rememoran el texto de Pinter y nos muestran su visión de la sociedad contemporánea, utilizando las metáforas, el absurdo y el poder de la palabra con grandes gamas de significados que eran tan habituales en los textos del dramaturgo. La puesta en escena se basa en una conspiración donde los empleados de la institución están involucrados de diferente modo en el suceso. Todo esto se va desarrollando en clave de comedia absurda donde se van sucediendo diferentes escenas que los actores las llevan hasta el extremo.
Una escenografía con una estructura circular en acero, que va moviéndose en cada cambio de escena acotándonos los diferentes espacios por donde van jugando los protagonistas. Se crea un espacio y un ambiente frío, delirante y que ayuda al montaje a representar el mundo delirante donde se interrelacionan lo real y lo supuesto. Dentro del espectáculo los protagonistas de este son personajes estereotipados dentro de ambientes cotidianos pero muy oscuros. En esta perversa sociedad sus empleados se someten a la jerarquía establecida, desarrollando sus odios y sus planes para permanecer dentro de este sistema. Es así que durante la hora y media que dura el espectáculo se intuye una tensión dramática entre lo que sospechan, lo real, el pasado y lo que se inventan, siempre dejándose ver el fondo del texto de Pinter que conlleva una gran crítica política y social.
Los actores, Gonzalo de Castro, Tristán Ulloa, Isabelle Stoffel, el aragonés Jorge Usón, Carlos Martos, Javivi Gil Valle y Ricardo Moya están fantásticos, en todo su esplendor, crean cada uno de los personajes reflexionando sobre los sistemas oficiales que anulan al individuo. Un reparto de lujo con estos grandiosos intérpretes que nos hacen reír a carcajadas mientras viajamos por un mundo oscuro pero realmente absurdo.
Del 26 de Febrero hasta el 29 de Marzo podremos disfrutar de este espectáculo en el Teatro de la Abadía de Madrid. ¡No se lo pierdan!