Redacción./ Aragón es una potencia mundial en la producción de alfalfa deshidratada como lo demuestra, así lo muestra su participación mayoritaria en las 700.000 toneladas que el año pasado salieron de los puertos españoles con destino a los Emiratos Arabes (el 60%, unas 420.000 toneladas procedían de esta Comunidad Autónoma) o en las 45.000 toneladas que desde el pasado mes de septiembre se han exportado a China (un 60%, unas 27.000 toneladas tienen su origen en industrias aragonesas).
China es un gran mercado, al que aspiran a acceder los más variados productos y servicios aunque el itinerario hasta penetrar a través de sus fronteras no es, en absoluto, sencillo. La exportación aragonesa de alfalfa deshidratada a este país es muy incipiente, desde que el pasado mes de junio las autoridades españolas y chinas firmaran un protocolo en torno a los requisitos sanitarios para la exportación de alfalfa de España y su recepción en China. En este protocolo se disponía que la alfalfa exportada al país asiático debía cumplir una serie de requisitos muy concretos e ir acompañada de sendos certificados fitosanitarios y veterinarios.
También hay que cumplir unas especificaciones en las partidas que salen con destino a los países de Oriente Medio, aunque en este caso “no son tan exigentes”, como apuntan desde el Servicio de Seguridad Agroalimentaria del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
Los técnicos de los Servicios Provinciales de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente son los responsables del control oficial en los establecimientos y campos de producción y deben comprobar la veracidad de estos certificados, que se adjuntan a cada partida de alfalfa aragonesa que, bien en tren o en camión llegan al Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) del puerto de Barcelona, donde los funcionarios de aduana dan por buenas estas certificaciones.
De las 24 empresas españolas (sociedades mercantiles, cooperativas y sociedades agrarias de transformación) que exportan alfalfa a China, 12 son aragonesas. Completan el listado de empresas exportadoras a China 8 catalanas, tres firmas de Castilla-León y una andaluza.
El mercado chino
Los requisitos veterinarios que requiere China apuntan, en términos generales, a que el producto no contenga sustancias peligrosas, gérmenes, dioxinas, metales pesados u organismos genéticamente modificados. Desde el punto de vista fitosanitario, los requerimientos apuntan a las condiciones en el proceso de deshidratación y a la ausencia de malas hierbas.
Según Javier Martínez, jefe del Servicio de Seguridad Agroalimentaria, “los productores realizan su propio autocontrol, que más tarde tiene su reflejo en los análisis de los laboratorios y en la certificación por nuestra parte de que esos resultados responden a las exigencias del Gobierno chino. Puede decirse que desde aquí emitimos un certificado de exportación”.
Joaquín Capistrós, de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA) explica que casi la totalidad de las partidas de alfalfa han salido en dirección a China a través del puerto de Barcelona. “La alfalfa se vende por encima de los 200 euros la tonelada y sería imposible soportar los coste del transporte hasta China si no se aprovecharan los viajes de retorno que llegan desde este país a Europa cargados de productos chinos. A Barcelona la alfalfa se transporta, en términos generales, a través de las terminales ferroviarias de PLAZA o de Mercazaragoza aunque en el caso de algunos productores de Huesca la alfalfa llega hasta Barcelona en camiones”.
La industria aragonesa se está adaptando a las exigencias de las autoridades chinas y de no variar algunos aspectos globales (como fletes marítimos, el cambio entre euro y dólar, el coste de la alfalfa en EE.UU. etc) se espera que en la próxima campaña 2015-2016, que se inicia el día 1 de abril, el volumen que se exporte desde Aragón, alcance las 150.000 toneladas, toda vez que el Gobierno chino pretender incrementar de forma notable su cabaña de vacuno en los próximos años.
En estos momentos, Aragón produce el 57% de la alfalfa deshidratada en España, unas 850.000 toneladas. Aragón cuenta con cerca de 70.000 hectáreas contratadas, es decir, aquellas que cuentan con un contrato agricultor-industrial, es decir, un documento en el que se fijan las propias hectáreas objeto de contrato, la ubicación, la cantidad a entregar, el precio de compra, la fecha de pago y las calidades como aspectos más destacados.
Por otra parte, la Comunidad Autónoma de Aragón cuenta con su propio ecotipo Aragón, muy extendido también a nivel nacional, surgido en el centro de investigación de Movera y aunque su destino está dirigido a la alimentación de ganado tiene otras expectativas de uso relacionadas con la alimentación humana o la actividad farmacéutica a través de sus jugos, que contienen numerosos componentes de gran valor.