Miriam Fernández y Fernán Archilla. / El pasado 19 de febrero comenzaban las celebraciones por el Año Nuevo chino. Esta festividad, realmente conocida como ‘Año Nuevo Lunar’, también se celebra en otros países del sudeste asiático, como Vietnam o Corea. Nosotros tuvimos la suerte de poder vivirla en Ho Chi Minh, en Vietnam, en el llamado Tet Nguyen Dan, la fiesta por excelencia del país.
Si algo nos viene a la cabeza a pensar en Ho Chi Minh, anteriormente conocida como Saigón, es en la cantidad de motos que conviven allí. Supera con creces lo que hemos visto en cualquier ciudad, basta con ver las fotos para creeros que no exageramos.
Cruzar entre ese trasiego de vehículos es toda una aventura. ¿El truco? Seguir hacia adelante con determinación, sin intentar esquivarlas. Los motoristas ya están acostumbrados a sortear a los peatones, por lo que si te ven pararte lo que haces es aumentar su confusión.
Las calles se visten de gala para celebrar la llegada del Año Nuevo. Era el año del Dragón. Las celebraciones se prolongan durante varios días. El país se paraliza, se hace muy costoso encontrar transporte para llegar a otras ciudades, y los precios se disparan.
Somos testigos de cómo los vietnamitas limpian sus hogares, en lo que para ellos representa una forma de deshacerse de la mala suerte del año anterior. Las casas se decoran con flores rojas y amarillas, colores de la buena fortuna, y los puestos callejeros venden todo tipo de adornos relacionados con el Tet.Se preparan comidas especiales, y familias y amigos aprovechan para reunirse. Muchos de ellos han ahorrado durante todo el año para poder visitar a sus seres queridos. Se hacen ofrendas a los antepasados y se regalan pequeñas cantidades de dinero introducidas en sobres rojos a los niños.
Nos llama especialmente la atención la tradición de quemar dinero, pero ¡no os asustéis! Se trata de dinero falso, y es una ofrenda simbólica hacia los ancestros, con la finalidad de que puedan disponer del mismo en el más allá.
También es curiosa su costumbre de tocar tambores y hacer el mayor ruido posible para ahuyentar a los espíritus malignos. Por las calles se pueden ver desfiles en los que los dragones son los protagonistas.
No podíamos despedirnos de otra forma que deseándoos a todos Feliz Año Nuevo, ¡CHUC MUNG NAM MOI!