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María Corbacho: “Comer sano ha sido mi oportunidad para empezar una nueva vida”

María Corbacho.
María Corbacho.

Nerea Beatove./ La zaragozana María Corbacho vive desde hace cuatro años una segunda vida. Tras darse cuenta de que tenía un problema de sobrepeso, decidió cambiar su alimentación, empezar a hacer deporte y dar los primeros pasos en el camino hacia una vida sana.

Entrevistamos a la autora del libro “Haz click y vive sano” quien asegura que lo que más esfuerzo y trabajo requiere, es entrenar día a día no solo el cuerpo, sino también la mente, y nos cuenta su experiencia y algunas de las claves con las que consiguió perder 50 kilos en tres años.

-María, ¿en qué momento decides cambiar tu alimentación? ¿Cuál fue ese click que te hizo plantearte una vida más sana?

-El click llego de la forma más tonta que puedes imaginar. En mi caso fue un 23 de abril que es el cumpleaños de mi sobrino. Estábamos en mi casa y le dije cariñosamente, “que tripita tienes Carlos”, y él me contestó, “pues anda que la tuya”. Y a partir de ahí me quede pensando. Yo no veía la realidad, pensaba que estaba un poco pasada de peso pero tampoco más allá.  Aquella noche, yo tenía un espejo de estos que se abren, lo abrí y me dije sí, realmente tengo un problema, tengo que cambiar. Esto fue hace cuatro años en abril y en ese tiempo pesaba 102 kilos.

-Y ¿físicamente te sentías bien con esos 102 kilos?

-No, no me sentía bien. No podía casi andar, igual andaba 10 minutos y tenía que sentarme, tenía un dolor de rodillas, de espalda y de cabeza constante, tenía cefaleas, aparte de los triglicéridos, colesterol…desde los 12 años.

-¿Tomaste la decisión guiada por tu salud o por tu aspecto?

– Empecé un poco por estética como todo el mundo pero al poco tiempo me di cuenta que era un problema de salud, al final podemos ser guapos siendo gordos, eso no tiene nada que ver.

El antes y el después de María Corbacho.
El antes y el después de María Corbacho.

-¿Siempre habías tenido sobrepeso o fue a raíz de algo que te hizo empezar  a comer más?

-De pequeña era una chica regordeta. Y a raíz de que mis padres se separaran yo empecé a hacer un poco lo que me daba la gana. Algunas veces en charlas que he dado en colegios, siempre les digo a los padres que en estos casos, no tienen que dejar que los niños tomen el control. Es lo que hice yo. Si me enfadaba y no quería comer mi padre para que no lo pasase peor me dejaba y eso al final es negativo para el niño.

En la adolescencia pegue el estirón, me quedé con 65 kilos y por problemas amorosos empecé a coger peso. Te juntas con una persona que no te quiere tanto como creías y empieza a minar tu moral, porque sabe que si no lo hace al final lo vas a dejar. Y a mí me paso eso. La comida era un bote salvavidas para una situación que no sabía cómo solucionar. Y hasta que no cambie mi forma de pensar no pude dar el paso.

-Perdiste 50 kilos, ¿cómo lo conseguiste?

-Cambiando los hábitos, sencillamente eso. No me gusta llamarlo dieta porque al final es un estilo de vida. Yo tenía una alimentación muy mala, solo comía fritos, comida precocinada, pasta todos los días y no bebía nada de agua, solo coca-cola. No hacía nada de deporte por supuesto. Suprimiendo cosas inservibles, eso, e incluir verdura, fruta, agua, que parece una tontería pero no lo es.

– Muchas personas cuando deciden dar el paso, no saben por dónde empezar, ¿cómo te enfrentaste a ello sin tener conocimientos en nutrición?

-Al principio empiezas comiendo como todos, cosas a la plancha. Ahora es mucho más sencillo porque hay muchos blog de nutrición o blog de gente que ya lo hemos pasado y es más sencillo informarte. Yo lo he ido aprendiendo poco a poco. Conforme iba bajando de peso me daba cuenta de que necesitaba saber más, yo no soy de esas personas que va a un nutricionista o un endocrino que te dice “mira con esta dieta vas a adelgazar”, pero, ¿por qué?

-Y ahora estás hecha toda una experta

-Totalmente, con el libro me tendrían que dar por lo menos la carrera (se ríe). El año que viene voy a estudiar nutrición, y en un par de años quiero empezar a trabajar. Lo que me gustaría es poder ayudar a la gente y enseñar qué es lo que están comienzo de una forma más personalizada.

María en la publicación de su libro.
María en la publicación de su libro.

-¿Qué fue lo que más trabajo te costó, dejar de comer ciertas cosas o empezar a hacer deporte?

-Ni una cosa ni la otra. Lo que más me costó fue cambiar mi forma de pensar. Mirarme al espejo aun pesando 90 kilos y pensar, bueno, estás mejor. El ejercicio siempre cuesta pero una vez que empiezas el hábito se crea rápido. Lo que más me costó y me sigue costando es mirarme y decirme te quiero mucho.

-Comer sano ha tenido su recompensa física, pero imagino que también, psicológica. Además de  haber cambiado tu reflejo en el espejo, ¿ha cambiado también tu forma de ser y afrontar la vida?

-Totalmente, no soy ni la sombra de lo que era hace cuatro años. Era súper pesimista, y llego el día en que dije, para qué quiero enemigos si ya me tengo a mi misma. Yo siempre lo digo es como que he tenido dos vidas. Muchas veces doy gracias por esta segunda oportunidad para vivir una vida total y plena.

-Tu blog ha sido testigo de esta transformación, ¿Cuándo y cómo surgió la idea de compartir tus experiencias en la red?

-Todo surgió por una foto de Instagram que yo subí del antes y si por aquel entonces tenía 500 seguidores, igual tuvo 1.500 me gusta, un montón de comentarios de “felicidades, cómo lo has hecho, vaya fuerza de voluntad, ojalá yo pudiera”. Y pensaba pero si yo soy la persona con menos fuerza de voluntad del mundo como no vais a poder. Me decían hazte un blog y cuéntalo por favor y claro yo pensaba a quién le va a interesar mi vida si esto lo ha hecho mucha gente. Y me animé, sobre todo al principió decía si puedo ayudar a una persona que cambie su forma de verse yo ya habré conseguido todo lo que quería y creo que lo he conseguido, estoy súper contenta.

-Contiene un sinfín de recetas que además de apetecibles, son saludables y compatibles con una dieta para perder peso, ¿siempre te ha gustado cocinar o es algo que has descubierto?

-Solo me gusta cocinar la comida sana, si me dices cocina una tortilla de patata prefiero que no. Mi padre es jefe de cocina y aunque siempre he tenido un poco de tirria a este mundo porque los días claves para una familia, ellos tienen que trabajar, me di cuenta que si comes sano y además le dedicas un tiempo y un cariño a lo que vas a comer, es mucho más satisfactorio para la persona que está perdiendo peso.

Uno de los desayunos-receta de María.
Uno de los desayunos-receta de María.

-¿Y no es sano comer tortilla de patata?

-Sí, la de mi padre es lo mejor del mundo. Es saludable, lo que pasa que freír las patatas con mucho aceite, o comer seis huevos de una vez no lo es. Pero también se puede hacer la patata al vapor. De casi todo se puede sacar receta saludable. Aunque hay veces que me piden por ejemplo “haz un cocido saludable” y claro, hay cosas que no se puede, porque no va a saber igual. Es mejor que lo coman así porque al final el objetivo de una vida sana no es estar pensando todo el día lo que comemos, sino llevar una vida equilibrada, y poder darte tus caprichos de vez en cuando.

-Normalmente son recetas elaboradas que requieren de su tiempo, ¿tú le dedicas mucho tiempo a la cocina?

-Realmente son recetas muy sencillas, en casi todas se utilizan cuatro o cinco ingredientes. Una de las bases de la comida sana es sentarte aunque sea un día a la semana y hacerte un planning de que vas a comer. Hay que ser muy ordenado.

-Tu cuerpo se ha acostumbrado a comer de esta forma e imagino que tu mente también, ¿sigues teniendo algún pequeño recelo con la comida?

-No, no me he sentido mal por comer nada que yo no considere saludable. No hay que obsesionarse porque lo importante no es contar calorías, sino controlar los nutrientes. Si alguien se siente mal por comer algo fuera de lo estructurado es que tiene un problema psicológico, que es mucho más grave.

-¿Qué opinas sobre las dietas milagrosas como la dieta Dukan?

-Son un atentado a la salud. Yo por suerte nunca he caído en Dukan, tampoco consumo carne, y la base de esta dieta es esa, comer proteínas y machacar el hígado. Cualquier dieta que restringa un nutriente principal, como son hidratos, proteínas, grasas, no es beneficioso para la salud.

Antes y después.
Antes y después.

-Después de publicar el libro ‘Haz click y vive sano’, ¿te planteas un segundo libro?

-Nos gustaría sacar algo más, creo que el libro se ha vendido muy bien, y me siento muy afortunada por la gente que viene a las presentaciones y me cuenta sus historias. Comparto muchas horas con redes sociales y hay veces que recibo email larguísimos y suelen decirme, “no te acordarás”, pues claro que me cuerdo de ellos, porque al final hago esto para la gente. Y si todo va bien empezaré a estudiar nutrición y en un año y medio podré dedicarme realmente a lo que me gusta.

-¿Cuál podría ser el mejor consejo que podrías darle a una persona que se esté enfrentando a este reto?

-Que no tenga miedo, que no piense que no va a poder, si nos lo planteamos se puede conseguir todo lo que quieras, encontrarse bien con tu mente y con tu cuerpo.

-Y por último, ¿podrías decirnos una buena noticia?

-Hace poco leí que una señora había encontrado a el niño que había cuidado durante cuatro años y que a través de Facebook había conseguido dar con él 30 años después y me eche a llorar y todo, soy una persona súper sentimental. Me alegró el día.

 

 

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