Redacción. / El próximo jueves 12 de marzo, a las 20 horas, el escritor venezolano Edgar Borges presentará su nueva novela en La Ciclería Social Club. Entre los diversos mundos que contiene la obra, La Ciclería aparece como una de las referencias de la protagonista. ‘La bicicleta, la única máquina que necesitamos para levitar por los caminos de la tierra’, es el lema de ‘La ciclista de las soluciones imaginarias’ (Ediciones Carena, Barcelona).
En el capítulo 23, el señor Silva entra al piso de La ciclista con el objetivo de cobrarle los impuestos que ha generado por realizar acrobacias en el espacio público. Para su sorpresa, en lugar de un piso, se encuentra con un museo-taller de bicicletas. Entre otras particularidades, descubre un cuaderno en el que se cita la existencia de un centro cultural dedicado a la bicicleta. Ese centro no es otro que La Ciclería, ubicado en Zaragoza.
El señor Silva es un burócrata que padece ‘el mal de la mirada trastocada’. Las crisis de esta enfermedad le hacen confundir pasado y presente. Un tiempo cuando fue feliz en México altera la percepción de su actualidad en España. Silva se siente prisionero de su matrimonio (su mujer le llama señor cuando pretende administrar su realidad), de su trabajo en el Ayuntamiento y de los vecinos de su barrio. Un triángulo al servicio de una misma rutina condicionada. Laura, su esposa, es cómplice de Burgos, un contratista que mueve los hilos del poder político. Todos se unen para cambiarle los días y los sucesos al señor Silva. En medio de esta batalla, el hombre recuerda los relatos de unos abuelos sobre un niño acucioso. Los trabajadores que picaban piedras para levantar nuevas callejuelas, el barrio de los días repetidos y el vecindario como un laberinto son algunos puntos claves en la historia.
El entramado cambia cuando al barrio llega una mujer que «lleva la bicicleta a donde otros lanzan cohetes y con su cámara de fotos capta los por qué de nuestras amarguras”. En ‘La ciclista de las soluciones imaginarias’, la bicicleta opera como el rompimiento de la rutina, la metáfora que conecta a los vecinos con su espacio de niños, el movimiento que los rebela ante ellos mismos y el entorno. Un batallón de ciclistas irá por el señor Silva para rescatarlo de una realidad anquilosada. En un momento de desafío, La ciclista le dice: “Súbete, es tu hora, pedalea”.
Edgar Borges nació en Caracas y reside en Madrid. En su obra, la ficción es una fuerza inherente al ser humano que derrumba y construye realidades. Ante las circunstancias, los personajes tienen que decidir si son fichas de un destino o hacedores de una nueva trama. Es autor de novelas y libros de apuntes como ‘¿Quién mató a mi madre?’; ‘La contemplación’; ‘Crónicas de bar’ y ‘El hombre no mediático que leía a Peter Handke’. Parte de su obra ha sido traducida al italiano, inglés y francés.
La Ciclería es un colectivo que asume la bicicleta como un modelo de transformación social. Desde Zaragoza este movimiento asume la relación ser humano y bicicleta desde lo cultural hasta lo económico. Su propuesta de trabajo integral, que también asume la defensa de los derechos individuales y sociales, sale de su sede hacia las escuelas y la comunidad en su conjunto. La bicicleta se convierte en un referente activo de humanización del espacio público.
‘La ciclista de las soluciones imaginarias’ viene precedida de éxito de la crítica y de los lectores, así como de presentaciones en Madrid y Barcelona. Ahora, el jueves 12 de marzo, a las 20h, La Ciclería Social Club ofrecerá una tarde de novela en la calle Gavín, número 6, Zaragoza. La cita contará con el propio Edgar Borges, el editor José Membrive y Mer Cruz por La Ciclería.