Redacción. / Aragón ha realizado por primera vez una cirugía para tratar una hernia de hiato a través de cámaras tridimensionales. Esta técnica se presenta como una revolución en las salas de quirófano y se está empezando a aplicar en España. Se trata de una innovación médica que ofrece mayor seguridad para el paciente y una alta calidad de imagen para el cirujano.
El hospital Viamed Montecanal de Zaragoza ha acogido su primera intervención de laparoscopia con visión tridimensional a un paciente afectado con una hernia de hiato. La operación, todo un éxito, ha resultado ser mucho más corta y sobre todo, más segura.
El cirujano Fernando Martínez Ubieto ha destacado que “las 3D en cirugía laparoscópica es un avance definitivo. Es una tecnología mucho más avanzada que las torres quirúrgicas habituales, llegando a ser lo más cercano a la cirugía robótica, pero sin el coste económico y de mantenimiento que ésta exige”.
El paciente, un hombre de 58 años, evoluciona favorablemente. Padecía hernia de hiato, una dolencia gástrica que provoca el deslizamiento de la parte superior del estómago hacia la cavidad torácica provocando dolor pectoral, regurgitaciones y reflujos gastro-esofágicos por lo que, en ocasiones, el paciente tiene que dormir semiincorporado. La intervención se ha realizado mediante laparoscopia, es decir realizando pequeñas incisiones en la zona abdominal para introducir las cámaras y el instrumental preciso.
Las tres dimensiones exigen torres, pantallas y cámaras especiales. La cámara que se introduce en el paciente dispone de una doble lente, capaz de aportar la profundidad de imagen: “En el extremo lleva una óptica que consigue una visión casi idéntica a la captada por el ojo humano”, según describe Martínez Ubieto. Pero también el cirujano necesita equipamiento especial: como si de una pantalla de cine en 3D se tratara, el equipo de cirujanos ha de llevar gafas polarizadas capaces de traducir las imágenes que se ven en las pantallas del quirófano.
Incrementar el control por parte del equipo de cirujanos, minimizar los riesgos para el paciente y reducir los tiempos de intervención y de ingreso hospitalario. Estos son los objetivos alcanzados con la tecnología de visión tridimensional. Una técnica especialmente valorada en intervenciones de la zona abdominal, ya que se trata de una zona de difícil visualización.
Esta nueva tecnología ofrece la percepción de profundidad que hasta ahora las pantallas de dos dimensiones no lograban por lo que se facilitan los movimientos del cirujano, mucho más rápidos y precisos.