Marta Plano. / Interesado en la educación en valores y en el deporte, Salvador Macías comenzó creando pequeños proyectos que poco a poco culminaron en la creación de ASDES, la Asociación de Deporte Escolar y Solidario. Desde 2008, se calcula que unos 15.000 deportistas aragoneses de todos los niveles y edades han colaborado con esta entidad cuyo objetivo educar a los niños y jóvenes de Aragón a través del deporte y garantizar el acceso a la escolarización a niños de países del Sur.
Nacida en 2008 y reconocida como de ‘Interés mundial en educación en valores’ por la Cumbre de Educación de la Familia, ASDES ha conseguido generar conciencia en jóvenes zaragozanos y desarrollar proyectos de educación en Etiopía, Pakistán, Nicaragua, Bolivia, Perú y República Dominicana. “Lo que hacemos es sensibilizar a los pequeños de que pueden hacer un mundo mejor”, señala su presidente y fundador Salvador Macías.
Además de cursos de herramientas de empleo para jóvenes o campañas de recogida de juguetes, material escolar o deportivo, la asociación ha creado el proyecto ‘Un céntimo una sonrisa’, en el que los miembros de equipos deportivos de todos los niveles aportan diez céntimos por cada punto que marcan. Este dinero se almacena a lo largo de la temporada deportiva en huchas y posteriormente, en la apertura, accesible a todo el público, se cuenta el dinero recaudado y se entrega a otras ONG que trabajan sobre el terreno para permitir el acceso a la educación a niños sin recursos.
“En los países en los que trabajamos los costes son muy distintos a los de aquí. En el proyecto de República Dominicana escolarizamos a 140 niños con un coste de 40 euros cada uno. Según Naciones Unidas en el mundo hay más de 50 millones de niños sin acceso a la educación. Lo que hacemos es luchar para romper esa brecha”, explica Macías.
En este proyecto se trabaja intensamente con los niños y niñas que colaboran para explicarles la situación global y cómo, desde el deporte, pueden poner su granito de arena, ya que como indica Macías, “muchos se sorprenden cuando les digo que un mundo sin PlayStation es posible”.
El equipo de ASDES está formado únicamente por voluntarios, principalmente cuatro personas. Al no tener personal contratado ni una sede, los gastos de gestión quedan reducidos casi a cero, de modo que todo el dinero que se recauda se destina a los proyectos.
La asociación se financia por tres vías principales: la cuota de socios (de 30 euros al año), las recaudaciones de las huchas, y la colaboración de empresas. “Nosotros tenemos la cabeza bien alta porque seleccionamos con qué empresa queremos colaborar. Solo aceptamos la ayuda de entidades socialmente responsables, puesto que de lo contrario no tendría ningún sentido”, apunta Macías.
El éxito de ASDES se refleja no solo en los logros educativos, sino en hechos anecdóticos como el de un equipo benjamín de La Unión, formado por niños de entre 8 y 9 años, que solicitó pasar de los diez céntimos por punto a los 50.
Ante todo, ASDES desarrolla su actividad bajo la premisa de que la educación permite la libertad de los pueblos. “Cortar la educación es cortar la libertad, y por tanto evitar que las personas puedan crecer como seres humanos y tomar sus propias decisiones, de ahí que para nosotros sea fundamental garantizar la educación en el Sur, y crear una educación en valores aquí”, indica Macías.