Redacción./El presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), Luis María Beamonte, se ha reunido hoy con los alcaldes de los municipios afectados por la crecida del Ebro. En el encuentro, Beamonte ha explicado el protocolo de actuación para la reparación de los caminos afectados, de los que se hará cargo la Institución Provincial. La Diputación ha habilitado una partida de cuatro millones de euros procedentes de remanentes positivos de tesorería, cuantía que se ampliaría si fuese necesario.
A partir de mañana, seis equipos de técnicos de DPZ se encargarán de realizar las fichas de evaluación de daños. Cada equipo se dedicará a una zona y los ingenieros contarán con la colaboración de los alcaldes de los municipios afectados.
Una vez evaluados los daños se van a llevar a cabo tres líneas de actuación. Por un lado se determinarán los trabajos de urgencia, que se ejecutarán de manera inmediata.
La segunda línea está enfocada a detectar problemas puntuales ocasionados por la crecida pero que entrañan peligrosidad y que tienen que ver, entre otras cosas, con la aparición de simas. La tercera fase de actuación se centrará en el arreglo definitivo de los caminos afectados.
La Diputación Provincial de Zaragoza será la encargada de la contratación de los trabajos de reparación, unos contratos que se formalizarán de manera individual por tramos con el objetivo de agilizar los procesos.
Actuaciones en las vías provinciales
Por otro lado, la DPZ va a invertir un millón y medio de euros en las vías provinciales que se vieron afectadas por las riadas en las que se están ejecutando actuaciones de diferente índole.
Así, en la CP-002 en Novillas, la Diputación de Zaragoza está realizando entre otros, trabajos de reposición con cimentación y en la CP-003 de Boquiñeni a Pradilla está acondicionando una rotonda de acceso para reponer firmes y taludes fisurados.
Otras de las vías en las que se trabaja son la VP-30 en Alborge, en la CV-314 en Movera y en la VP-17 en Cinco Olivas en las que se están arreglando taludes.