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El Pirineo Aragonés recibe a niños con cáncer de Zaragoza con multitud de actividades

Durante el fin de semana los pequeños recibirán clases de esquí.
Durante el fin de semana los pequeños recibirán clases de esquí.
Durante el fin de semana los pequeños recibirán clases de esquí. / Foto: Aramon

Redacción. / Desde hoy viernes y hasta el próximo domingo, 50 peques de la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer, entre ellos zaragozanos, disfrutarán de la nieve y del esquí en Formigal-Panticosa. Llegados desde Linares, Jaén, Sevilla, Albacete, Ciudad Real, Valencia, Murcia, Jaén, Canarias, Navarra, Toledo, Madrid y Zaragoza, aprenderán el deporte del esquí en la Escuela Española de Esquí de Formigal.

Este programa desarrollado por Aramón se denomina ‘Un gorro, una ilusión’ y, por octavo año consecutivo, tiene el objetivo de acercar la ilusión de la nieve a estos niños que se han tenido que enfrentar a una enfermedad como el cáncer desde casi el principio de su vida. Los niños llegarán a la Ciudad Residencial de Búbal del valle de Tena esta misma tarde, donde se desarrollarán diversos juegos para conocerse entre ellos. Para ello, varios monitores de Federación Española de Padres de Niños con Cáncer acompañan a los chicos en este viaje, además de Scouts voluntarios de Zaragoza. Y mañana sábado profesionales del esquí impartirán clases para trasladar a los niños y niñas las claves de este deporte.

Después, los niños podrán disfrutar de las actividades que Aramón Formigal-Panticosa ha preparado para ellos. Por ejemplo, podrán divertirse con un ‘Snake Glees’ gigante preparado especialmente para ellos en la zona de debutantes del valle de Anayet. Las actividades continuarán de nuevo en el precioso enclave de Búbal, otra oportunidad para que estos 50 chicos y chicas de toda España puedan establecer nuevas amistades.

Pilar Ortega, presidenta de la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer, cuenta que “niños y adolescentes esperan este viaje con mucha ilusión, pues son unos días muy especiales para ellos, en los que se mezclan naturaleza, deporte y, sobre todo, amistad y compañerismo”.

Ya el domingo, se emprenderá el viaje de regreso a Zaragoza, desde donde cada grupo de niños regresará a su ciudad. Con la ilusión de haber conocido el Pirineo Aragonés y sobre todo, el deporte del esquí. Un viaje que sin duda alguna puede darles mucha fuerza para seguir luchando contra esta enfermedad.

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