Redacción. / En el extremo sur de la Sierra de la Virgen, una prolongación de las tierras del Moncayo, entre Sestrica y el núcleo de Viver de la Sierra, se encuentra el único bosque de alcornoques de la Comunidad Autónoma de Aragón, una especie típicamente mediterránea que se extiende, sobre todo, por el cuadrante suroeste de la Península y por algunos puntos de Cataluña.
El alcalde de Sestrica, Miguel Pinilla, quiere dar a conocer este espacio divulgando la presencia de estos bosques entre los senderistas y aficionados a recorrer estas estribaciones de la comarca del Aranda, cuyo presidente, Miguel Angel Garcés, también es conocedor de la existencia de estos bosques.
Los alcornoques se encuentran repartidos entre dos bosques. El primero de ellos se encuentra en una finca particular denominada ‘La Sierra’, con una extensión aproximada de 300 hectáreas. No muy lejos del casco urbano de Sestrica, una masa arbórea a la que se puede acceder a través de una pista forestal en regular estado, a una altura entre los 780 y 1.000 metros.
Más complicado es el acceso a la finca de propiedad municipal, de unas 100 hectáreas, en Viver de la Sierra.
Estos bosques fueron visitados por Roque Vicente, director general de Gestión Forestal. “Es evidente que se trata de un recurso pero para recuperar su explotación hay que dar algunos pasos, además de mejorar tanto los accesos como la limpieza de los propios bosques. Pero estamos abiertos a colaborar si hay alguna propuesta en el sentido de recuperar posibilidades y recursos en el medio rural y, además, en relación con aspectos forestales”.
Miguel Pinilla recuerda que el último descorche o extracción de corcho, conocida como ‘saca‘ en el argot corchero, se llevó a cabo en torno a 2006. Esta operación se practica a través de una incisión vertical en la corteza, dos circulares en la base y sobre el tronco, con una longitud igual a la pieza a descorchar o múltiplo de ella.
Todo ha de hacerse de forma muy cuidadosa para no producir heridas al árbol en su capa. Para producir el menor daño posible al árbol el descorche ha de efectuarse en pleno periodo vegetativo y en días de cierta humedad para evitar la insolación del árbol una vez que se le ha desprovisto de su protección, la corteza.
El corcho obtenido en Sestrica, de 2 ó 3 centímetros de espesor, es de buena calidad. Los expertos puntualizan que, debido al duro clima, su crecimiento es más lento y esta circunstancia puede de alguna forma compensar lo limitado de la explotación. Un corcho cuyo precio puede estar en el entorno de los 1.500 euros la tonelada”.