Fernando Gracia. / Las reuniones de amigos o familiares por cualquier motivo suponen una especie de subgénero bastante tratado en el cine. El arranque de ‘Felices 140’ lleva inmediatamente a pensar en gratos precedentes, como ‘Reencuentro’ o mejor aún ‘Los amigos de Pete’r.
En la película de Gracia Querejeta son los amigos y algunos parientes de Elia (Maribel Verdú) quienes son citados por ella con motivo de su 40 cumpleaños. Es el arranque de este notable filme que acaba de llegar a nuestra cartelera.
La hija del gran Elías vuelve a algunos de sus temas más recurrentes, la familia y la amistad. Apoyada en un buen guión que ella misma firma junto al hijo de Antonio Mercero, y sobre todo en un elenco de actores que se agarran con buen oficio a unos papeles ‘con carne’, despacha una película con ingredientes suficientes como para gustar al respetable.
La cineasta, tras plantearse la trama, que puede parecer exagerada pero que en ningún caso es inverosímil, estira la cuerda lo suficiente como para tensarla hasta el extremo de poner en evidencia a sus personajes y hacer que nosotros, los espectadores, opinemos y en cierta forma nos pongamos en su piel.
La película arranca como una comedia de situación y tras su primer tercio va derivando hacia otra cosa, lo que la enriquece y nos obliga en cierta forma a participar en ella.
Querejeta ha demostrado en alguna otra ocasión que controla bien las historias corales (véase por ejemplo ‘Siete mesas de billar francés’), para quien suscribe su filme más logrado. Su cine ha sido tildado en ocasiones de quedarse a medias, como aquellos que amagan pero no pegan. En esta ocasión, estimo que remata bien la trama, mueve correctamente a sus personajes y en ningún momento deja indiferente a los espectadores.
Maribel Verdú, convertida desde hace un tiempo en una suerte de actriz fetiche está como acostumbra, o sea muy bien. La acompañan actores de la solvencia de Eduard Fernández (¿ha estado mal alguna vez este señor?), Antonio de la Torre, Nora Navas, Marian Alvarez (ganadora de un Goya por La herida), un Alex O’Dogherty más centrado que de costumbre, y un muchacho que promete mucho, Marcos Ruiz, recientemente visto como Iñigo de Balboa en la serie ‘Alatriste’.
Considero que es una buena propuesta para esta semana. Un filme digno, siempre entretenido y que no deja indiferente, ya que de una u otra forma el espectador acaba opinando ante lo que allí se propone, que no es sino un conflicto ético y moral.