Ángel Pascual. / Nacida en Zaragoza, Vicky Calavia tiene un largo currículum a sus espaldas, donde se define como gestora cultural, programadora, documentalista, realizadora y productora. Apasionada del cine, Vicky dirigió la grabación de ‘Aragón Rodado‘, un documental rodado en diversos puntos puntos de la Comunidad que tuvo resonancia nacional e internacional en el que Luis Alegre conversa con personajes significativos del cine español, como Jordi Mollá, Maribel Verdú, Jorge Sanz…
Su último trabajo, el documental titulado ‘María Domínguez. La palabra libre’, recoge la historia de esta luchadora mujer que sorteó continuos obstáculos dentro de un medio hostil, nada favorable para una mujer que provenía de la clase social más baja, en una España de comienzos de siglo XX.
Otro de los grandes logros de Vicky Calavia fueron los numerosos premios recibidos en reconocimiento a su labor en ‘Por qué escribo‘, dirigida por ella misma junto a Gaizka Urresti. Una obra en la que se ofrece una reflexión sobre la pasión por la escritura, la creación y la vida, homenajeando al escritor zaragozano Félix Romeo.
Estas son solo algunas de las cosas que definen a Vicky Calavia no solo como una apasionada del mundo audiovisual, sino también como una reconocida profesional. En esta entrevista Vicky nos cuenta sus gustos y experiencias vidas a lo largo de estos años.
– Comenzaste estudiando Veterinaria, pero de repente diste un giro en tu vida, ¿Cómo fue?
– No me veía trabajando en una granja de producción ni en una consulta clínica. Quería hacer Bromatología (estudio de los alimentos), me encantan los laboratorios y era mi objetivo al entrar en la carrera, pero no pusieron la especialidad prometida a tiempo y decidí que no era mi camino.
Por otro lado amaba el cine, devoraba películas, revistas, guardaba fotogramas, recortaba todas las críticas… era lo que realmente me apasionaba, aunque en Zaragoza no había ningún sitio donde estudiar algo relacionado con el cine. Así que me lancé al ruedo con total inconsciencia y empecé un largo y maravilloso camino… no exento de muchos sinsabores… hasta el día de hoy.
– ¿Qué evolución has visto desde que comenzaste?
– En el cine realizado aquí, una mejora muy notable de capacitaciones técnicas y de formación de los realizadores. También un aumento de la presencia de la mujer detrás de la cámara. Ahora nuestros trabajos pueden competir y compiten en festivales nacionales e internacionales, dejando el pabellón muy alto.
– ¿Y hacia dónde crees que se dirige el mundo audiovisual o el cine?
– Hacia la experimentación con las nuevas tecnologías, el 3D, la imagen holográfica, la realidad virtual… mundos fascinantes que nos quedan por explorar aún, pero siempre teniendo presente lo más importante: transmitir sensaciones, emociones e ideas.
– Aragón es una tierra de cineastas, ¿A qué crees que es debido?
– Al cierzo, que nos mete la locura creativa y la tozudez en las venas… ¿Cómo se explica si no que en una comunidad en la que durante todo el siglo XX no ha habido escuelas de formación, ayudas y subvenciones, apoyos privados y públicos para crear industria, ni espíritu de enorgullecerse de nuestros grandes cineastas, hayan salido a pesar de todo, gente tan brillante como Chomón, Buñuel, Florián Rey, Saura, Borau y un largo etc hasta el día de hoy?
– Eres coordinadora de varios festivales y muestras de cine. ¿Tienes los suficientes apoyos o es muy difícil el llevarlos a cabo?
– Dificilísimo, cada año más. En los festivales que organizo tengo la novena parte del presupuesto que lo que tenía hace nueve años, con eso está dicho todo. Si los saco adelante es porque son mis hijos y sería incapaz de abandonarlos, cual madre coraje. Y porque creo firmemente que tienen una función importante y fundamental como ventana de exhibición de los trabajos audiovisuales. Idealista que es una.
– Te has especializado en documentales, pero, ¿te gustaría rodar un largometraje?
– El largometraje puede ser ficción, documental, experimental… yo ya he hecho uno, Aragón Rodado. Si te refieres a ficción, no es algo que me llame como realizadora. Prefiero los caminos intermedios, híbridos, que permiten contar historias sin tener que ceñirse a un género concreto.
– ¿Y tienes alguna película favorita que destaque de las demás o que te haya marcado?
– Muchísimas, ‘Azul de Kieslowski’, estaría entre mi top five. También ‘Ordet’, de Dreyer, ‘Extraños en el paraíso’, de Jarmusch,’ Terciopelo Azul’, de Lynch, ‘El hombre de la cámara’, de Vertov, el cine de animación de McLaren y por supuesto, cualquiera de Buñuel.
– ¿Qué papel desempeñan las redes sociales en el mundo del cine hoy en día?
– Una amplia difusión para llegar a más público potencial que nunca.
– ¿En qué proyectos estás trabajando ahora?
– En la postproducción del documental sobre Eduardo Ducay, el productor de Tristana de Buñuel o El bosque animado de Cuerda.
– Cambiando de tema, ¿te gusta cocinar?
– Nada, ¡no tengo ni paciencia ni tiempo!
– ¿Cuál es tu plato preferido?
– El brécol, la rúcula, la acelga, las sardinas, el jamón serrano y las croquetas. De pequeña hubiera vivido sólo comiendo pasta de croquetas de mi madre.
– ¿Y tu tapa preferida en Zaragoza?
– Me encantan las anchoas en salmuera, lavadas, sin vinagre, ni ajo, ni aceite. En Bodegas Almau tienen unas de las mejores de Zaragoza. Y cuando voy las pido con un pincho de tortilla. La mezcla está riquísima. También me gustan mucho las anchoas en Casa Paricio.
– ¿Un restaurante favorito?
– Los arroces de Casa Luis y las hamburguesas del Bronson. Para tapear, el Marly.
– ¿Vino o cerveza?
– Para comer o cenar, vino, para ir de vermú o a media tarde, una caña.
– ¿Cuáles son los tres lugares preferidos de Zaragoza?
– El centro del Puente de Piedra, con el río Ebro pasando por debajo y las vistas al Pilar, el Pilar cuando entro a la ciudad, volviendo de viaje y el Parque Luis Buñuel, pasearlo cuando hace sol y buen tiempo
– ¿Qué buena noticia compartirías con nuestros lectores?
– Que Aragón Rodado se va al Festival de cine de Málaga, donde por cierto hay un restaurante, El Pimpi, ¡que tiene el mejor salmorejo del mundo!