Cristina Pérez. / De origen celtíbero y, posteriormente, propiedad de los romanos, Calatayud fue fundada como tal ya en la época árabe alrededor del año 716. Hoy en día se configura como la localidad con más número de habitantes de la provincia después de la propia capital zaragozana. Es, además, un punto estratégico situado a tan sólo 20 minutos en AVE de Zaragoza y a 55 minutos de Madrid, lo que la convierte en un lugar idóneo para celebrar congresos y eventos, dadas sus dimensiones, servicios e instalaciones. Sin duda, el medio de transporte férreo se ha configurado en la zona como una de las infraestructuras más importantes para locales y visitantes y facilita, además, a los estudiantes de la UNED con sede en Calatayud el transporte hasta el centro educativo, principalmente en época de exámenes.
Vinos y gastronomía
Pero Calatayud es mucho más que una ubicación estratégica: es la cuna de la vid cultivada en condiciones extremas, lo que hace que de ellas salgan unos vinos especialmente característicos y de gran calidad. La Denominación de Origen Calatayud engloba todos estos caldos que surgen de tierras bilbilitanas, una marca que fue la mayor reconocida en el concurso Garnachas del Mundo de este año 2015. Unos vinos que se maridan, cómo no, con la mejor gastronomía de la zona, destacando como productos típicos y locales la borraja, el ternasco ‘al estilo bilbilitano’, los fardeles, las güeñas, las morcillas de hígado o cebolla, los garbanzos con congrio y los bizcochos de Calatayud.
Patrimonio e historia
Los restos mudéjares de Aragón fueron declarados Patrimonio Histórico de la Humanidad en el año 2001 y en la localidad bilbilitana se pueden visitar la Iglesia de Santa Tecla de Cervera de la Cañada, la Iglesia de Santa María de Tobed y el ábside, claustro y torre de la Colegiata de Santa María de Calatayud, lugares que guardan rincones mudéjares muy recomendables de disfrutar.
Al margen de los mudéjares, Calatayud cuenta con otros muchos lugares que visitar y con una historia que cuenta que, de una forma parecida a lo que ocurrió en Zaragoza, en esta localidad también convivieron en cierta época diferentes culturas: la árabe, la judía y la cristiana. En su día esta ciudad albergó hasta cinco castillos, de entre los cuales hoy destaca la el Castillo de Ayub o Mayor, también conocido como Plaza de las Armas.
También destaca la famosa Fuente de los Ocho Caños, cuya historia es muy particular ya que se levantó en la época del Renacimiento para traer aguas desde Cifuentes, inicialmente se conocía como Fuente de los Once Caños, para pasar después a Fuente de los Diez Caños y, en última instancia y tal como se conoce hoy, es la Fuente de los Ocho Caños. Dos de estos estaban destinados al verdugo de la ciudad y a las personas infames y, en el año 1969, se modificó su ubicación inicial por la que ahora ocupa en la puerta de Terrer de la localidad bilbilitana.
Naturaleza
Además de la variedad de parques y jardines de la localidad y de la red de senderos verdes con las que cuenta, en los que se puede ir dando un paseo o en bici, Calatayud cuenta con un paraje espectacular y reconocido a nivel nacional e internacional: el Monasterio de Piedra. Un lugar mágico fundado por los monjes circenses en el año 1194 que, además de albergar el edificio que acoge todas las dependencias utilizadas por los monjes hasta su exclaustración, esconde rincones donde las aguas del Río Piedra han modulado la geología de la zona formando preciosas cascadas.
Deporte
Dejando atrás naturaleza e historia, los bilbilitanos cuentan en la actualidad con unas instalaciones deportivas de primer orden. Su ‘Ciudad deportiva’ reúne en un mismo recinto campos de fútbol de hierba, pistas de tenis y pádel, frontón, rocódromo, pista polideportiva cubierta, pista de atletismo y piscinas. Además, el campo de golf, ubicado fuera de este complejo deportivo, completa las instalaciones que ofrece la localidad a todos sus habitantes para el disfrute y práctica de diversos tipos de deportes.
Descubrir sus historias, sus rincones, su gastronomía o sus vinos denominación de origen pueden ser las excusas perfectas para pasar unos días en la localidad bilbilitana, una zona llena de actividades que realizar bien sea en pareja, en familia o con amigos.