María Jesús y Teresa Garcés Arilla. / Los orígenes del acto de cocinar son aún más antiguos que el mismo Feng Shui, pero en todas las épocas la cocina se ha basado en el uso de dos elementos básicos: el Agua y el Fuego, que son los que transformarán a las materias primas en alimentos elaborados.
En una cocina, el Fuego está representado por la vitrocerámica, el horno e incluso el horno de microondas. El Agua está representada por la fregadera. El elemento Tierra (que aporta estabilidad y contención para el exceso de Fuego) estará representado por cerámicas, mármoles y granitos. El Metal aparece en nuestros utensilios de cocina y el elemento Madera (que no es lo mismo que el material madera) puede aparecer en forma de hierbas aromáticas, cuya presencia es muy positiva en una cocina.
Como en la cocina siempre están presentes el Agua y el Fuego, debe evitarse el exceso de estos elementos. Por lo tanto, el color rojo (que corresponde al Fuego) debe usarse con moderación en la cocina, también el color azul (que corresponde al Agua), que es un color que no asociamos a nada comestible y que tiende a disminuir el apetito.
Hay que cuidar la relación entre el agua y el fuego, expresados por la fregadera (Agua) y la vitrocerámica (Fuego). No deben estar muy cerca, ya sea uno al lado de otro o enfrentados.
Os recomendamos que la puerta de la cocina la mantengas siempre cerrada ya que si la tienes abierta se escapa la energía por la cocina sin llegar a entrar al resto de la vivienda. Otro de los motivos por lo que se suele mantener cerrada es porque si al entrar se ve la cocina se tiende a comer en exceso.
Otra de las cosas que siempre se aconseja es que si entre la vitrocerámica y el fregadero existe una distancia menor o igual a 60 cm. es colocar entre el fregadero y la vitrocerámica una tabla de madera o bien el elemento madera representado por cualquier bol, tabla de cortar, etc. En este caso la debéis colocar ya que existe esa distancia entre el fregadero y la vitrocerámica.