Cristina Pérez. / Uno de sus primeros proyectos fue la serie Al Salir de Clase, de la que surgió un gran grupo de profesionales que triunfan como actores y actrices en la actualidad. Después, su personaje como Raúl en Los Serrano le consolidó en el mundo de la televisión y, a partir de ahí, no ha parado de trabajar. Nos referimos a Alejo Sauras.
Cine, teatro y televisión, el actor compagina todos los formatos para completar al máximo su carrera y ahora pasa por Zaragoza para presentar en nuestra ciudad la función que tantos éxitos está teniendo en todo el país: ‘El Eunuco’. En ella comparte escenario con actores como Pepón Nieto o Anabel Alonso.
Alejo Sauras nos cuenta en primera persona todas las curiosidades de ‘El Eunuco’ y nos habla también de su carrera profesional y su evolución como actor en los últimos años:
– ‘El Eunuco’ aterriza en Zaragoza este último fin de semana de mayo, ¿qué puede encontrar el público en esta función?
– Yo creo que puede encontrar un espectáculo muy completo, la verdad. Es un texto que ya de por sí está muy bien escrito. No lo he escrito yo, así que lo puedo decir (risas). Está también muy bien adaptado, es un texto de hace más de dos mil años que los autores han sabido adaptar a una forma de hablar actual referente al amor y al humor. Es algo que cambia mucho, un chiste de hace cinco años ya no te hace gracia, pues imagínate uno de hace dos mil. Además han sabido hacerlo de tal modo que, desde el principio, los espectadores se ríen mucho y eso es algo que nosotros agradecemos un montón. También se les ocurrió meter unos números musicales con canciones y bailes que en un principio parecía una locura, a mí mismo me lo parecía, y la verdad es que estoy orgullosísimo del resultado. Es la típica función que ves y lees todo lo que hay en la función y piensas: ‘Muy bien lo han tenido que hacer para que esto no sea un bodrio’. Y llevamos ciento y pico funciones. Lo han sabido hacer bien, ponernos a cada uno en el sitio que mejor podríamos estar, hemos tenido una dirección muy buena y la verdad es que todas las personas que componen esta compañía han hecho un trabajo muy bueno, por lo que nosotros nos consideramos un engranaje de algo muy grande.
– De hecho creo que aceptaste el papel sin terminar siquiera de leer el guión completo. ¿Qué fue lo que te cautivó de ‘El Eunuco’?
– A mí me llamó Pepón Nieto que es un gran amigo que tengo desde hace muchísimos años y tenía muchas ganas de trabajar con él, porque nunca habíamos trabajado juntos y siempre había querido. Me llamó para ofrecerme este texto y yo tengo la manía de leerme los textos de principio a fin, no hago pausas, hasta que no encuentro el tiempo necesario para leerlo por completo no lo hago, y en esos días tenía mucho trabajo y no encontraba el momento, Pepón necesitaba una respuesta y llegado el momento dije: ‘Pues empiezo a leerlo y ya está’. Llevaba leídas veintipico páginas y en ese momento tuve que dejarlo porque estaba rodando y, tras leer esas páginas pensé: ‘Da igual, el resto me da igual, si el resto es como esto me da igual’. Y lo hice, es la primera vez que acepto un proyecto sin terminar de leer el texto completo.
– Arrasáis por donde pasáis. ¿Cuál es el éxito de ‘El Eunuco’?
– Yo creo que el éxito es el conjunto, hacer que la persona que viene a ver la función pase dos horas realmente divertidas. Esto es una comedia, nosotros no pretendemos que la persona que está sentada viéndonos reflexione sobre su vida ni sobre el mundo ni sobre nada. Es una cosa meramente de diversión. Lo único que esperamos es que la gente se olvide de los problemas que pueda tener y que durante un par de horas se meta en nuestra historia, la viva y le guste. Además el público coge mucho cariño a los personajes porque aunque tienen algunos de ellos un punto de miserables en cierto modo tienen el gancho de que les coges muchísimo cariño. Cuando la función termina y los espectadores aplauden, se levantan y nos hacen salir dos o tres veces, ahí es donde ves que el trabajo que has hecho ha cumplido su finalidad.
– Sois un equipo de nueve actores, que es mucho para una obra de teatro. ¿Cómo trabajáis siendo un grupo tan numeroso?
– Hacer una función para el teatro privado, como nosotros, que no tenemos subvenciones, con un equipo de 9 actores es imposible. Básicamente no se puede. Si te pones a echar cuentas es inviable, aunque vendas todas las entradas no vas a recuperar el dinero. Nosotros gracias al Festival de Mérida podemos estar haciéndolo, si no sería absolutamente inviable. En el sentido de trabajar como equipo hemos tenido mucha suerte porque la mayoría de nosotros no nos conocíamos de antes y hemos hecho un equipo fantástico. Cada vez que venimos a una ciudad nueva a hacer la función, nos gusta porque es nuestro trabajo y porque tenemos mucha ilusión con esta obra, pero yo particularmente también vengo ilusionado porque vuelvo a ver a mis compañeros, a los que quiero mucho.
– Sabrás que dicen que Zaragoza es una de las ciudades más exigentes de España. ¿Supone esto un punto extra de presión?
– No, está bien. La exigencia está muy bien porque siempre va acompañada de crítica y la crítica es lo que te construye. Cuando todo lo que haces está muy bien, no vas a aprender nada bueno. Yo creo que la crítica es muy buena y la exigencia también lo es. Hemos estado en sitios muy exigentes y hemos aprendido muchas cosas que en un principio no hacíamos del todo bien. Y si de Zaragoza nos vamos con algo más aprendido, será bueno, a mí me gusta que el público sea exigente.
– Tu personaje es el Eunuco falso, ¿qué nos puedes contar de él?
– Mi personaje es un vividor. Es un chaval joven que lo único que piensa es en divertirse. Tiene un hermano que es un romántico enamoradizo y está detrás de una mujer que no le quiere y que anda loco por ella y mi personaje en lo único que piensa es en divertirse, en estar con todas las mujeres que pueda, y cuantas más mejor. Y si son a la vez, pues mucho mejor. Yo lo defino como un vividor que al principio de la función le pasa lo que le pasa a todo el mundo: que llega un momento en el que ves a una persona y te hace la cabeza: ‘¡Pum!’. Y te estalla. Y decides que ya no quieres ser más eso y que quieres a esa persona por todos los medios. Entonces, como está loco, y hace lo que le da la gana, hace lo que tenga que hacer por acercarse a ella, y en este caso es hacerse pasar por un soldado Eunuco.
– Eres uno de los símbolos de la comedia en España, ¿es el registro en el que más a gusto te sientes?
– No, a mí me gustan todos los géneros. Yo creo que un actor se completa en todos los géneros. Tampoco creo que sea un referente en la comedia, pero gracias. A mí me gustan todos los géneros y en la variedad es donde precisamente toda la formación de un artista. En este momento estamos haciendo comedia y la comedia es muy agradecida. El problema es que el drama en teatro vende menos entradas y no se puede permitir que el teatro no esté lleno porque llenando a veces no cubrimos, con lo cual, si no llenamos ni te cuento el batacazo que te das. A mí sí me gusta mucho el drama igual que a cualquier actor que le guste su trabajo. Y aunque en este momento estoy haciendo comedia tengo tres proyectos de drama en mente y hace no mucho he hecho algunos y hace un par de años me llevé un premio de la Unión de Actores por un drama.
– Eres uno de los actores que salió de ese elenco de Al salir de Clase, ¿cómo ha evolucionado profesionalmente el Alejo que interpretaba a Santi en ASDC al Alejo que vemos hoy en día?
– Se evoluciona a base de personajes. Cada personaje te enseña un registro, te obliga a hacer un registro nuevo y es a lo largo de los personajes, de los directores y de su forma de dirigir y de los compañeros y lo que te aportan en cada uno de los distintos proyectos, lo que te va construyendo como actor. La formación es importante en todos los campos, y en el nuestro también, pero la experiencia es un grado fundamental. Quiero decir, y sin querer meterme en camisas de once varas, a lo mejor un científico, teórico, con toda la información, recién salido de la facultad, puede hacer grandes logros. Un actor a no ser que sea un portento, que también los hay, pero no es mi caso, se forma trabajando y haciendo distintos personajes. Yo lo veo así. Eso no quita para que también haya estudiado y me haya formado como actor pero creo que en estas cuestiones la experiencia es fundamental.
– ¿Podrías quedarte con una serie y una peli que haya marcado un punto de inflexión en tu carrera profesional?
– No podría, porque sería menospreciar a las demás. El personaje más importante que interpreta un actor es el que está haciendo en cada momento. Si me preguntaras por un personaje te diría que Lindus (El Eunuco) es el más importante de mi vida. Si me lo preguntas hace un año o dentro de dos, seguramente te diré otra cosa. Uno tiene cariño al tiempo que pasó, a las experiencias que vivió y cómo las vivió, pero al personaje se le tiene cariño a todos por igual. Es como los hijos, ¿cómo vas a preferir un hijo?
– Estás a punto de estrenar la película ‘Solo Química’. ¿Puedes adelantarnos algo de este largometraje?
– Sí. ‘Sólo Química’ es una comedia romántica para los que no creen en el amor. Así lo define el director, Alfonso Albacete, y la verdad es que así también la defino yo. Es una comedia sobre personas que no quieren el amor pero no pueden evitarlo, el amor es una cosa que te entra y no sabes cómo sacártela de encima y esto es lo que les ocurre a los personajes. Es una comedia que gira en torno al amor, y a cómo una chica que es un fan de un actor que es una estrella llega a formar parte de ese mundo y a descubrir que, por un lado, es un mundo muy bonito, pero otro también es un mundo duro. Nuestro trabajo muchas veces es un trabajo que no termina. No llegan las 8 y he terminado, cojo mi bolsa y me voy a mi casa. De camino a casa sigo trabajando con la gente que me encuentro por la calle y, cuando bajo a comprar el pan por la mañana con las legañas y sin haberme duchado, sigo trabajando. Tiene una parte muy bonita y luego tiene un aparte que es dura.
– ¿Qué buena noticia compartirías con nuestros lectores?
– La mejor noticia que he leído últimamente, es que unos médicos de Australia y de España, si no me equivoco, han descubierto una posible cura para el Alzheimer. Esto es la mejor noticia que he podido escuchar en los últimos tiempos. Es una enfermedad que afecta a muchísimas personas y que es muy desagradable y muy dura, en la que nos e había investigado lo suficiente, supongo que porque no genera dinero. Esa sería la parte mala, que desgraciadamente todas y cada una de las empresas farmacéuticas trabajan en aquello que les va a productor beneficios cuando hay otras enfermedades que a lo mejor se curarían muy fácilmente y de una muy barata pero eso no les interesa. Pero nos quedamos con la parte buena, con esta gran noticia que creo que tenemos que celebrar y animarles a que se den prisa para sacar esa pastilla milagrosa que cure el Alzheimer.