Alejandro Novella. / Es el deporte rey por excelencia, al menos en España, y uno de los planteamientos bipolares más grandes de nuestra sociedad. Puede pasar de la euforia más exquisita y loca a la decadencia triste, en solo un instante. Hablo, claro está, de los aficionados al fútbol más que de los propios componentes de este mundo folclórico empresarial, que lamentablemente, en la mayoría de los casos, desprestigia lo que en esencia es este deporte, y no hay más que ver a las altas esferas, pero ese es otro tema.
Me ciño a lo que puede llegar a unir una pasión como ésta. Los sentimientos a flor de piel durante 90 minutos que pueden llegar a ser eternos. Sentirte como un entrenador te posee dentro de ti en cada jugada que tu equipo elabora. Cada fallo, cada gol, cada situación de peligro ser parte de ello, formar una comunión para ser todos uno. Hacer que tu ciudad sea un emblema dentro del fútbol no es nada fácil, y más si las trabas se anteponen a los goles.
Pero lo que está claro es que el fútbol forma parte de la historia, de una historia de éxitos que son los que perduran y más se recuerdan. Sin ir más lejos, en nuestra ciudad, hace ya 20 años se hizo una gesta deportiva no se olvidará y difícilmente se igualará. París se rindió a un hombre que en el minuto 119 de partido decidió inventarse un tanto que cualquiera firmaría desde niño. Su nombre resonó en todo el Parque de los Príncipes y en cada uno de los hogares con corazón maño. Nayim consiguió a través de un inconmensurable gol, hacer felices a miles de zaragozanos y amantes del fútbol.
A estas alturas de año la situación es otra totalmente distinta. La prensa nacional se centra en esas lágrimas, tanto de alegrías como de tristeza, que se apoderan de la Liga BBVA. Los descensos de equipos como son el Eibar, Almería y Córdoba acompañados de su afición que acaban el sueño de seguir un año más en Primera División. Por contrapunto la felicidad de equipos como el F.C Barcelona, el Valencia o el Athletic de Bilbao crean un halo de esperanza e ilusión en las calles de las respectivas ciudades. Dos metas para una misma carrera: el Fútbol.
Y la verdad es esta. En un peldaño menor el equipo zaragozano se juega la vida por intentar retomar la senda de los grandes clubes nacionales. Mientras la mediática Liga BBVA cierra sus puertas, en la Liga Adelante nuestro Real Zaragoza mantiene sus opciones de jugar los Playoff de ascenso. Deberá mantener una lucha constante durante las pocas jornadas que quedan, pero sobre todo, tendrán que luchar contra su historia para poder volver a gritar el nombre del Real Zaragoza como se hizo ese 10 de mayo de 1995.