María Jesús y Teresa Garcés Arilla. / El baño es un lugar de purificación, análogo al riñón: su estado se relaciona con la capacidad para el cuidado personal. Muchos autores consideran al cuarto de baño como un elemento negativo, que ‘drena’ las energías del hogar. Sin embargo, hay grandes diferencias entre los baños actuales y los baños antiguos. Hoy podemos considerar al baño como un lugar de purificación y también de placer, donde a trabes de los cuidados que prodigamos a nuestro cuerpo expresamos nuestra autoestima.
Eliminemos del cuarto de baño todo lo que no tenga que ver con el aseo personal. Evitemos utilizarlo de tendedor de ropa. Evitemos también que queden a la vista frascos de medicamentos: que queden expuestos solo los frascos más bellos y las toallas secas.
Proveamos al cuarto de baño de fragancias naturales, evitando los perfumes artificiales de aerosol. Los grifos deben encont5rarse en buen estado. Puertas y ventanas deben cerrar perfectamente. Es ideal que el area del wc este separada de la bañera, al menos por una cortina.
La sensación del baño debe ser de intimidad y seguridad. Debe ser simple y no demasiado grande. La bañera no debería estar cerca de una ventana grande, aunque si es favorable una ventana al exterior. La presencia de plantas en el cuarto de baño contribuye al equilibrio de los elementos.
Señales de alarma de un baño
Desorden, toallas tiradas en el suelo.
Falta de accesorios para sostener el jabón o el papel higiénico.
Falta de cortina o mampara en la ducha.
Dos o Más espejos o dos paredes despejadas.