Redacción:/ El Departamento de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes del Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Carreteras, ha concluido los trabajos de canalización en la A-1107, en el tramo que va hacia la N-232, y que tuvo que romperse de manera controlada para evitar que el agua inundase el casco urbano de Pina.
La crecida extraordinaria del río Ebro, en marzo, hizo necesaria la rotura intencionada de un tramo de setenta metros para aliviar la presión del agua. Mientras, un paso provisional respecto a la calzada existente con unos radios de curvas suaves y una anchura para acometer las obras de drenaje, ha permitido la circulación durante las últimas semanas.
Las obras de reposición del firme y drenaje han consistido en la construcción de una canalización bajo la plataforma de la carretera con seis compuertas para facilitar las labores de desagüe como medida preventiva ante futuras posibles crecidas.
El director general de Carreteras del Ejecutivo autonómico, Miguel Ángel Arminio ha explicado que los trabajos han consistido “en la construcción de un paso de agua por debajo del firme de la carretera, de hormigón y con seis orificios o vados que nos permiten evacuar en torno a unos 200 metros cúbicos de agua por segundo, lo que permitirá que en un situación parecida no tengamos que volver a demoler la carretera y no se produzca un corte del servicio del tráfico como hemos tenido hasta ahora”.
Gracias al desvío provisional se ha podido mantener el tráfico en este eje de comunicación entre la N-2 y la A-232. “Ahora, con la restitución provisional del tráfico que se ha hecho en la ARA-1 y con esta carretera que tenemos ya tenemos totalmente repuesta, todas las comunicaciones entre ambos ejes están totalmente terminadas”, ha aclarado Miguel Ángel Arminio.
De esta forma, el Ejecutivo autónomo ha concluido los trabajos de emergencia desarrollados en esta vía para dotarla de las adecuadas condiciones de seguridad.
La crecida extraordinaria del río Ebro, en marzo, hizo necesaria la rotura intencionada de un tramo de setenta metros para aliviar la presión del agua. Mientras, un paso provisional respecto a la calzada existente con unos radios de curvas suaves y una anchura para acometer las obras de drenaje, ha permitido la circulación durante las últimas semanas.
Las obras de reposición del firme y drenaje han consistido en la construcción de una canalización bajo la plataforma de la carretera con seis compuertas para facilitar las labores de desagüe como medida preventiva ante futuras posibles crecidas.