Marcos Díaz. / Diego Ojeda es uno de los músicos y escritores con más proyección en la actualidad. Su recorrido, teniendo en cuenta su juventud, denota una altísima actividad desde que publicara en 2007 su primera maqueta, ‘Sin Prisa’. Desde entonces, tres libros de poesía y seis discos han visto la luz de la mano de este autor.
Tras cosechar éxitos con su último libro, ‘Mi Chica Revolucionaria’, presenta su nueva obra, compuesta por el libro ‘Siempre, Donde, Quieras’ y el disco ‘Amerizaje’. Hemos hablado con Diego para que nos explique en qué va a consistir su nuevo trabajo y cómo es su relación con la música y la poesía.
– ¿Qué nos vamos a encontrar en tu nuevo libro ‘Siempre, Donde, Quieras’?
– Es más que un libro. Es un lugar donde se unen mis dos mundos, las canciones y los poemas. Hace tiempo que quería hacer algo así y en Espasa me dieron la oportunidad de hacerlo. El libro está dividido en tres tiempos. La primera parte es un libro de poemas, la segunda parte son ilustraciones con frases y la tercera parte son las canciones y un disco que lo acompaña.
– ¿Cuáles son las señas de identidad de este nuevo trabajo respecto a los anteriores?
– Yo creo que guarda una cierta similitud en el lenguaje, en cómo cuento las cosas con mis trabajos anteriores. Quizá su seña de identidad sea que viene con un disco, esa es la diferencia. Y si hablamos de discos, la diferencia radica en que viene con un libro.
– ¿Qué relación mantiene el disco incluido, ‘Amerizaje’, con el libro?
– Mucha. ‘Amerizaje’ son nueve canciones escritas a la vez que mi libro anterior, ‘Mi Chica Revolucionaria’ y los poemas del libro son secuelas de lo que escribí en esta obra. Con lo cual, todo se enmarca en el año 2014 y todo va de la mano.
– Una de las colaboraciones que incluye ‘Amerizaje’ es con el rapero Rayden, ¿Cómo fue la unión de una poesía más ortodoxa como la tuya con el estilo más libre del rap?
– En realidad hay una cohesión muy grande. Mi poseía tampoco es tan ortodoxa, al contrario, los ortodoxos me quieren matar. Yo bebo mucho del rap, en este libro hay muchos poemas que tienen musicalidad de letra de rap y mis artistas favoritos son cantantes de este estilo, entre los que está Rayden. Nos conocimos porque compartimos profesión, surgió una amistad entre nosotros y ha sido muy fácil hacer la canción con él, nos compenetramos súper bien. Él me invitó a participar en su último disco tras leerse ‘Mi chica revolucionaria’, que le encantó. Ahí nos conocimos, surgió la amistad y, al sacar mi nuevo libro este año, grabamos el tema juntos para Amerizaje.
– En tu universo conviven la música y la poesía, ¿te resulta complicado decantarte por uno de estos dos medios de expresión cuando te viene una idea? ¿Cómo es ese proceso?
– Tengo muy diferenciados a los dos ámbitos. No tiene nada que ver cuando me siento a escribir una canción que cuando me siento a escribir poesía, son cosas completamente diferentes. En las canciones estoy más limitado por la temática. No tengo la libertad que tiene un rapero para hablar de temas sociales sin que quede panfletario con el estilo de música que yo hago y no me siento cómodo. En cambio, en la poesía sí que me permito hablar de lo que me da la gana y como me da la gana. En la poesía no tengo un tiempo, puede ocupar una línea, dos palabras u ocho páginas ni tengo una melodía a la que ceñirme, un estribillo… Son lugares con cosas en común pero con muchas diferencias.
– ¿Ofrecerás algún concierto próximamente en Zaragoza?
– Sí, seguro. Después de verano estaremos por aquí. En septiembre u octubre vendremos a presentar el disco y las canciones y a estar de concierto por primera vez en Zaragoza.
– La temática social está presente en tu obra, ¿Es inspiradora la realidad social en la actualidad?
– Más que inspiradora es necesario contarlo. A mí me gusta escribir de las cosas que nos rodean. Me gusta resaltar la belleza de lo cotidiano y todo lo que mata la belleza de lo cotidiano. Hay muchas injusticias sociales que me tocan por dentro y que escribo sobre ellas. Es mi forma de pelearme con el mundo también.
– ‘Amerizaje’ viene en formato acústico y la instrumentación mínima y necesaria, ¿Buscas así la pureza en el sonido y que sea la voz y la poesía lo que sobresalga?
– Totalmente. Al fin y al cabo yo soy cantautor y el noventa por ciento de las veces viajo con la guitarra. Cuando tengo la oportunidad voy con músicos también, pero me cansé de hacer discos muy producidos cuando yo no defiendo eso casi nunca. Haces una inversión más grande en grabar un disco con músicos y la gente te dice “me mola más con guitarra y voz, como en los conciertos”. Es lo que quería, que el disco no tuviera ni un solo corte, que fuese todo tal cual. Está grabado en el salón de mi casa en directo, cortamos el principio y el final, subimos los volúmenes y ya está.
– ¿Piensas que la poesía, una vez musicada, puede resultar contaminada por la melodía y el ritmo, perdiendo parte de su esencia?
– En este caso no porque cuando escribo una letra lo hago pensando en eso y por ello empastan muy bien. No es que escriba una poesía y luego ponga la música, eso no lo he hecho en mi vida ni lo haré. Una cosa es la poesía y otra cosa es cuando me pongo a hacer canciones. Obviamente las canciones son un texto que guarda cierta belleza poética, pero las hago pensando en la música.
– Por último, ¿qué buena noticia te gustaría compartir?
– Que voy a ser padre. Creo que es la noticia, para mí, de este año.