Redacción:/ Donde sí continúa produciéndose el particular espectáculo solsticial es en la provincia de Zaragoza, y más concretamente en el yacimiento celtibérico de Segeda, cerca de Calatayud.
Allí un grupo de arqueólogos descubrió en el año 2003 una plataforma compuesta por dos muros de grandes dimensiones y sillares de hasta 500 kilos de peso. Dicha plataforma resultó ser parte de un santuario celtibérico —el primero identificado y relacionado con una urbe—, que además estaba orientado astronómicamente.
El catedrático de prehistoria Martín Almagro Gorbea y el astrónomo Manuel Pérez Gutiérrez realizaron numerosas mediciones en el enclave y las introdujeron en un software de simulación astronómica. El resultado fue sorprendente.
Descubrieron que el ángulo formado por los muros señalaba claramente al cercano cerro de la Atalaya, pero también a la puesta de Sol en el solsticio de verano hacia el año 200 a.C., probable fecha de la construcción.
Para confirmar estos datos, el equipo se desplazó el 21 de junio de 2009 hasta el lugar, presenciando in situ el espectacular fenómeno, tal y como explicó en su día Francisco Burillo, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza y director de las excavaciones.
Además de la alineación de la plataforma con el solsticio de verano, los expertos han descubierto también otras llamativas alineaciones astronómicas que ponen de manifiesto que el enclave de Segeda pudo servir como calendario lunisolar.
Si bien en Segeda no se reúnen grandes aglomeraciones para «recibir» al solsticio —no está de más recordar que es un yacimiento arqueológico todavía en estudio—, otros enclaves sí logran atraer a miles de personas, como sucede en Stonehege.n