Redacción:/ Los avistamientos de ejemplares de oso pardo en el Parque Natural de Posets Maladeta durante el pasado fin de semana son una consecuencia esperable fruto del aumento de la población de este mamífero en el Pirineo, aunque la zona del Alto Ésera donde se han producido, en el Valle de Benasque, no puede considerarse por el momento una zona de presencia estable de ejemplares.
A partir de los datos de los avistamientos producidos el pasado fin de semana, y de la información que hasta el momento ha podido recabarse, aún no es posible concluir si son dos o tres los ejemplares realmente detectados. Los videos divulgados por prensa y redes sociales están captados en localidades muy próximas entre si, y aunque en uno de los videos se muestra un solo ejemplar, cabría la posibilidad de que el osezno que aparece claramente en el otro vídeo estuviese oculto o pasase desapercibido en la toma. Tampoco puede aclararse por el momento cual ha sido el motivo que les ha hecho acercarse al Alto Ésera desde su localización más habitual.
Dada la época del año en que nos encontramos, se barajan dos hipótesis. La primera de ella apuntaría que ambos avistamientos corresponderían al mismo ejemplar adulto, una hembra, acompañado por un cachorro nacido el pasado invierno que, alertada por algún motivo, se habría desplazado circunstancialmente desde el Valle de Arán, en la vertiente norte, a la vertiente sur, mucho menos propicia para su estancia habitual al tratarse de pastizales abiertos con muy poco refugio.
Cabe también la posibilidad de que la hembra con su cría haya sido desplazada hacia el sur desde la zona de reproducción en el Valle de Arán, por la instigación y molestias provocadas por un ejemplar macho en celo, que bien podría ser el que aparece en el video que muestra aparentemente un ejemplar solitario.
¿Qué hacer en el caso de un encuentro con osos?
El parque de Posets Maladeta, y concretamente la zona en la que se han producido los avistamientos, recibe en esta época del año un importante número de visitantes, por lo que puede parecer lógica cierta inquietud por la presencia de ejemplares de oso pardo a escasos metros de áreas muy frecuentadas. Sin embargo, hay que recordar que los encuentros entre humanos y osos son extremadamente raros, incluso en zonas con presencia habitual y mucho mas significativa de plantígrados que la que se da en esta parte de la geografía aragonesa. Esto queda confirmado por el propio hecho de que estos avistamientos alcanzan siempre el nivel de noticia.
En condiciones normales, el oso pardo tiene miedo del hombre y lo evita, incluso cuando se producen encuentros fortuitos con senderistas y otros usuarios del monte. En estos casos el sentido común debe imperar. Ante avistamientos o encuentros como los del pasado fin de semana, debe respetarse la tranquilidad del animal, evitando el acercamiento y la molestia intencionada.
En el caso de pasear por estas zonas acompañados de un perro, es importante respetar la normativa del Parque Natural que prohíbe que circulen sin control, algo que es especialmente importante en el caso de encuentro fortuito con un oso, pero también con otros animales como jabalíes o incluso ganado doméstico.
No obstante, ante el más que improbable caso de un encuentro con un oso, conviene recordar algunas de las recomendaciones que se dan en zonas donde estos hechos pueden ser más frecuentes:
• Asegurar que el oso pueda identificarnos, manifestando nuestra presencia y dejándonos ver y oír a distancia suficiente
• Movernos sin hacer aspavientos y sin brusquedad,
• No cortarle el paso ni bloquear las posibles vías que pudiera utilizar en su huida,
• Alejarse despacio del lugar y del itinerario que el oso podría tomar y
• En el caso de un encuentro con una osa y sus oseznos, no interponerse nunca entre la madre y sus crías, y mucho menos acercarse a tratar de contactar con el cachorro.