Redacción:/ Caspe revive este acontecimiento histórico de gran trascendencia en el que nueve compromisarios, tres por Aragón, tres por Cataluña y tres por Valencia, tras tres meses de deliberaciones decidieron elegir al sucesor de Martín el Humano, muerto sin descendencia. El 28 de Junio de 1412, Vicente Ferrer proclama al infante de Castilla, Fernando de Antequera, rey de la Corona de Aragón, evitándose así derramamientos de sangre. El Compromiso de Caspe es ejemplo de parlamentarismo en los albores del siglo XV.
El 25 de julio de 1409 fallece Martín el Joven, el único hijo del rey de Aragón, Martín I, por lo que este contrajo un nuevo matrimonio con Margarita de Prades con la esperanza de concebir un hijo que asegurara la línea sucesoria.
El fracaso que supuso la no concepción de un nuevo heredero llevó a Martín I a pensar en reconocer a Fadrique de Luna, un hijo ilegítimo de Martín el Joven, como su sucesor, pero la falta de apoyos le hizo desistir de esta posibilidad.
En esta coyuntura nombró a Jaime II de Urgel Lugarteniente de Aragón y Gobernador General de la Corona. Este nombramiento fue rechazado por la Diputación de la Generalidad aragonesa y por el arzobispo de Zaragoza García Fernández de Heredia, al considerarlo como un reconocimiento a su virtual condición de heredero a la corona. Jaime de Urgel introdujo tropas armadas en Zaragoza y se desataron en el interior de la ciudad graves disturbios. Ante el rechazo generado, Martín I revocó el nombramiento el 17 de mayo de 1410. Pocos días después de las Alteraciones de Zaragoza, el 31 de mayo, fallecía el rey sin descendencia legítima y sin nombrar sucesor al trono.
En sus últimos días el rey fue visitado en su lecho de muerte por varios miembros de los brazos del principado de Cataluña y, con la presencia de los notarios reales y otros oficiales (camarero, escudero y copero), así como del obispo y el gobernador de Mallorca y el gobernador del principado catalán, por boca del consejero de Barcelona Ferrer de Gualbes preguntaron al rey por dos veces en los días 30 y 31 si quería que su sucesor fuera aquel que debía serlo por justicia, es decir, si el problema de su sucesión se debía dilucidar mediante el examen de los derechos al trono de los distintos candidatos, a lo que Martín I respondió, ya agonizante, que sí. A partir de ese momento la maquinaria de los poderes políticos de la Corona puso en marcha mecanismos que desembocaron en la Concordia de Alcañiz y el Compromiso de Caspe.
Desde entonces las instituciones de la Corona comienzan a desarrollar un proceso que será dirigido por los distintos parlamentos de las respectivas Diputaciones del General o Generalidades que representaban a la sociedad, tal y como se concebía a comienzos del siglo XV, para conseguir restablecer la monarquía y mantener la unidad de la Corona de forma no traumática, evitando la posible guerra civil y fragmentación que podría originar la lucha entre las distintas facciones nobiliarias que apoyaban a sus correspondientes pretendientes.
En este enlace podéis consultar el programa de actos preparados para estros días.
http://www.caspe.es/conmemoracion-del-compromiso-de-caspe-2015/