Redacción:/ Bizi, el servicio municipal de alquiler de bicicletas de Zaragoza, ha confirmado la buena acogida de su campaña solidaria, llevada a cabo junto a la ONG Bicicletas sin Fronteras, gracias a la recogida de 56 bicicletas en desuso para su posterior reparación y entrega al Instituto de Palmarin en Senegal, con el objetivo de ayudar a sus estudiantes a recorrer los 9 kilómetros que les separan de la escuela.
Como agradecimiento por su colaboración, Bizi ha recompensado a los donantes con dos meses de servicio gratuitos, válidos tanto para nuevos abonados como para renovaciones.
Bicicletas sin Fronteras, por su parte, se encargará de arreglar previamente cada unidad en su taller de inserción laboral, en el cual se generan puestos de trabajo para personas en riesgo de exclusión social. La labor de la ONG es doble, ya que además de proporcionar empleo se ocupa de entregar las bicicletas a personas que las necesitan, pero carecen de recursos para acceder a ellas. Esta acción se lleva a cabo tanto a nivel local como internacional, y llega hasta países como la India, Honduras, Mali o Burkina Faso, además del mencionado Senegal, donde acciones tan básicas como ir al colegio resultan muy complicadas. En estos países, para un niño de 12 años, poseer una bicicleta puede marcar la diferencia entre seguir estudiando o ponerse a trabajar, tal y como explica esta asociación.
Tanto Bizi como la organización sin ánimo de lucro han mostrado su satisfacción por la buena acogida de los ciudadanos a esta campaña. Juan Artal, responsable del servicio Bizi Zaragoza, explica que “el número de zaragozanos que han colaborado con esta iniciativa demuestra que nuestra ciudad tiene una gran conciencia social y ganas de colaborar para mejorar la calidad de vida de aquellos que más lo necesitan”. Además, ha recordado el alto valor simbólico de estas donaciones, ya que “no era algo que se pudiera hacer desde casa, sino que tenían que desplazarse personalmente hasta nuestra oficina con sus bicicletas”.
Por su parte, Romà Boule, fundador y presidente de Bicicletas sin Fronteras, también ha querido dar las gracias a las personas que han colaborado por su generosidad. “Gracias a iniciativas como ésta, logramos mejorar las condiciones en las que viven aquellas personas que no pueden permitirse el uso de medios de transporte convencionales. Ahora, con nuestras bicis renovadas, decenas de jóvenes podrán recorrer los 9 kilómetros de distancia que les separan de su escuela y completar su educación”, explica el dirigente de la asociación. Desde su fundación, esta entidad no lucrativa ha entregado más de 1.900 bicicletas a personas sin medios económicos, y mantiene un convenio con la Fundación Vicente Ferrer en la India.