Redacción:/ Hasta el 1 de junio el área de Intervención Social de Cruz Roja en Zaragoza ha entregado ayudas a unas 1.000 familias. En total se han destinado 170.000€ para cubrir necesidades básicas como alimentación, alquiler de vivienda, pago de agua, gas o eléctricidad. El 85% de las prestaciones han ido dirigidas a la cobertura de la alimentación familiar con la entrega de tarjetas de recarga para gastos en este concepto, de entre 80 y 150€ mensuales, en función de los miembros que conviven en el hogar. Este tipo de prestación se concede durante un periodo de 3 meses pero, en algunos casos, los trabajadores sociales consideran oportuno ampliar las ayudas de emergencia social por más tiempo.
El director del área de Intervención Social, Julián Martínez, ha hecho hincapié en que la Institución tiene como prioridad que la prestación llegue a la unidad familiar. En este sentido señala que “es preferible faciliar la alimentación a una familia durante tres meses, o más tiempo, que conceder un pago de comedor escolar a un solo niño. Además, resalta que “el hecho de que esté vinculada la ayuda a una tarjeta garantiza el anonimato de las personas”.
Al final, incide Julián Martínez, “el objetivo es el mismo: que el dinero que aportamos sirva de desahogo a las familias y que los ingresos que dispongan puedan destinarlos a otros gastos como al pago del alquiler o la hipoteca.
El presupuesto en 2015 de Cruz Roja en Zaragoza para entrega de prestaciones directas asciende a 389.000 euros. Pero, al margen de estas ayudas, existen otras en especie como lotes de alimentos para bebé, de higiene de niño y adulto, limpieza del hogar o el servicio de ropero.
El Empleo, otra acción estratégica de Cruz Roja
Dentro del departamento de Intervención Social, el área Empleo constituye un pilar fundamental en el desarrollo de acciones encaminadas a la cualificación y promoción de los participantes del Plan de Empleo. En la lucha contra la pobreza y la exclusión social, en colaboración con empresas, se busca la inserción laboral de colectivos con más dificultades: jóvenes con baja cualificación o fracaso escolar, mayores de 45 años, parados de larga duración, mujeres e inmigrantes, son algunos de los sectores de la población que merecen especial atención.