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Hasegawa, el último samurái en la Liga de Fútbol Profesional

Aria Jasuru Hasegawa, con la bandera del Real Zaragoza. / Foto: RZ Twitter oficial
Aria Jasuru Hasegawa, con la bandera del Real Zaragoza. / Foto: RZ Twitter oficial
Aria Jasuru Hasegawa, con la bandera del Real Zaragoza. / Foto: RZ Twitter oficial

Adrián Luis. / El pasado 2 de julio, los aficionados blanquillos se vieron sorprendidos cuando el Real Zaragoza anunció el fichaje de un japonés. Aria Jasuru Hasegawa es su nombre. De padre iraní y madre nipona, nació el 29 de octubre de 1988 en Tsurugashima, dentro de la prefectura de Saitama. El centrocampista debutó como profesional en las filas del Yokohama F. Marinos el 3 de marzo de 2007. En 2012, Hasegawa se vinculado con el FC Tokyo donde conoció al entrenador Ranko Popovic. Pieza clave para el serbio, se lo llevó al Cerezo Osaka en 2014 y al Real Zaragoza ahora.

No obstante, Aria Hasegawa no es un pionero japonés en España. Esta es la lista de futbolistas de la isla asiática que han pisado un campo de Primera o Segunda División o que han pertenecido a la disciplina de algún club español:

Nobuyuki Zaizen (CD Logroñés,  1996). En el verano de 1996, recayó en Logroño Zaizen, el primer nipón en fichar –vía cesión del Verdy Kawasaki– por un club español. Su entrenador, Miguel Ángel Lotina, optó por no inscribirle en la competición local fruto de la cantidad de fichas extracomunitarias que tenía el Logroñés. Tampoco contó con la confianza de Liber Arispe y en el ecuador de esa temporada el centrocampista abandonó la disciplina riojana con destino al cuadro que le convirtió en profesional, el Verdy.

Sotaro Yasunaga (UE Lleida, 1997/98 y Racing Ferrol, 2002/03). Yasunaga posee el honor de ser el primer japonés en debutar en un partido de la LFP, en concreto de la Segunda División. En 1997, el Yokohama Marinos lo cedió al Lleida (34 partidos y 4 goles) para volver después a los Marinos. Más tarde, tras pasar por el Shimizu S-Pulse y volver de nuevo a Yokohama, retorna a España, en este caso al Racing de Ferrol donde jugó en 2002/03 (12 partidos y 1 gol). Ahí terminó la aventura española para Yasunaga.

Shoji Jo, con la camiseta blanquivioleta del Real Valladolid
Shoji Jo, con la camiseta blanquivioleta del Real Valladolid

Shoji Jo (Real Valladolid, 2000). El Real Valladolid acudió al mercado asiático en enero de 2010 para incorporar a Shoji Jo. El delantero japonés será recordado por ser el primer futbolista de ese país en jugar en Primera División. Sin embargo, una lesión en el ligamento cruzado anterior y sus respectivos siete meses privaron al ‘Pucela’ ejercer la opción de compra. Sus estadísticas en la media temporada que participó con el conjunto vallisoletano: 15 partidos y 2 goles.

Akinori Nishizawa (RCD Espanyol, 2001). Unos cuantos años antes de la bienvenida del Espanyol a Nakamura, hubo en las filas ‘pericas’ otro futbolista de la isla asiática. Ese es el delantero Nishizawa que jugó en España desde enero del ejercicio 2000/01, para ser exactos, 5 partidos en Primera División y sin ser capaz de traspasar la línea de gol.

Yoshito Okubo (RCD Mallorca, 2005/06). Del mismo club del que procede Hasegawa, Cerezo Osaka, comenzó su currículo profesional este futbolista internacional. En enero de 2005, el RCD Mallorca se hizo con sus servicios en forma de cesión. El nipón se estrenó, con gol incluido, como jugador del club balear el día 9 de ese mes en Liga frente al Deportivo. En esa temporada, Okubo disputó 13 partidos y metió 3 tantos, 2 de ellos  en dos de los tres últimos partidos que contribuyeron a la postre a la permanencia del conjunto bermellón. Un año y medio después, Okubo volvió al Cerezo Osaka y dejó para el recuerdo del equipo mallorquín sus 26 partidos jugados y 2 goles con la camiseta rojinegra en el ejercicio 2005/06.

Nakamura, en un partido con el club catalán
Nakamura, en un partido con el club catalán

Shunsuke Nakamura (RCD Espanyol, 2009/10). Uno de los mayores talentos que ha dado el ‘país del sol naciente’ jugó en la Liga española. Procedente del Celtic de Glasgow, Nakamura desembarcó en el  RCD Espanyol con la intención de cumplir los dos años firmados. Sin embargo, su rendimiento no fue proporcional a la expectación mediática. Y así, tras 13 partidos, sin anotar ningún gol y con problemas de adaptación, el 26 de febrero de 2010 fue traspasado al Yokohama Marinos.

Ibusuki Hiroshi (Sevilla FC, 2011/12). Aún menor de edad, con 17 años, fichó por el Girona FC en invierno de 2009. Este traspaso fue un hito para el club gerundense. En ese mismo año, en concreto el 19 de octubre fue traspasado al  Real Zaragoza B de Tercera División. Tras pasar por CE Sabadell (cesión), el delantero de 1’95m recae en el Sevilla Atlético en la 2011/12. Fue contra el eterno rival  –Real Betis Balompié– cuando debutó con el primer equipo el 21 de enero de 2012. El siguiente curso,  fue enviado en calidad de cedido al KAS Eupen de Bélgica.

Akihiro Ienaga (RCD Mallorca, 2011/12 y 2013). La experiencia del Mallorca con Okubo debió ser satisfactoria para incorporar en invierno de la 2010/11 a ‘Aki’. En esa Liga, el mediocentro salto al césped en 14 encuentros y consiguió marcar en 2 de ellos. En la siguiente, la llegada del técnico Joaquín Caparrós, tras la marcha de Michael Laudrup, cortó de raíz la progresión de Ienaga (4 partidos y en ninguno anotó). En invierno, salió cedido rumbo a Corea del Sur. En el curso 2013/14, regresó al Iberostar pero no por mucho tiempo. 7 alineaciones y cero dianas pusieron punto y final a su periplo por las Islas Baleares.

Mike Havenaar (Córdoba CF, 2014). Este delantero de 1’94m, de padre holandés y madre japonesa, comenzó su andadura profesional en el Yokohama F. Marinos, club donde pisó el verde por primera vez al lado de su padre, Dido Havenaar. Tras una etapa de tres años en el Vitesse, viajó a Andalucía para defender los colores Córdoba por dos temporadas en 2014. Pero su relación contractual no duro ni una campaña. Los 5 partidos en las primeras jornadas y los cero goles en su haber provocaron la falta de confianza del entrenador Albert Ferrer, primero, y de Miroslav Djukic, después. En diciembre de ese año, con la carta de libertad bajo el brazo, salió por la puerta de atrás camino del HJK Helsinki.

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