Marcos Díaz. / La distancia que separa a España de Marruecos es muy escasa, tan solo unos pocos kilómetros desde el estrecho de Gibraltar. No obstante, la imagen que se tiene del país vecino no se suele corresponder con la realidad del lugar, dada la orientación del turismo convencional a las grandes ciudades y al alojamiento en hoteles pensados para el visitante occidental.
Es por ello que en 2010 surge la Asociación Marhaba de la mano de Ester Ungría y Begoña Cuartero, dos buenas conocedoras del país que buscaron ofrecer otra manera de conocer este destino. “Surge entre amigas que viajábamos a Marruecos, al darnos cuenta de que hay mucho turismo allí pero que la gente no conoce bien el país cuando va a visitarlo”, afirma Cuartero, que matiza que “donde está la esencia de Marruecos es en los pueblos pequeños y, sobre todo, conectando con la gente”.
Esta iniciativa, que ya ha organizado cerca de 14 viajes desde su creación, busca, en palabras de Cuartero, “fomentar el turismo sostenible y que la gente que viaja a Marruecos se acerque mucho a la gente de allí, que intercambien experiencias”. Para ello, la asociación Marhaba ofrece estancias en las mismas casas de los habitantes del lugar, en diferentes entornos rurales de Marruecos, compartiendo con los lugareños una vivencia mutuamente enriquecedora.
Los viajes que organiza Marhaba duran una semana, donde además de convivir en un mismo espacio, esta asociación imparte y organiza diversos talleres para enriquecer todavía más la experiencia en ambas direcciones: ruedas de preguntas donde mujeres marroquíes y españolas se interrogan acerca de curiosidades sobre sus respectivas vidas, talleres de cocina española y marroquí o cursos básicos de bereber o árabe son algunas de ellas. Aunque hay alguna fija, como el taller de idioma, estas actividades varían dependiendo del destino.
Y es que Marhaba opera en tres lugares distintos de Marruecos, organizando viajes al desierto de Erg Chebbi, otros al sur, en la provincia de Sidi Ifni y, por último, al norte del país. Por el momento, Erg Chebbi es el destino más repetido, como afirma Cuartero, “porque es el que más llama a la gente por la diferencia del entorno”. Precisamente, y dentro de las actividades específicas de esta zona, organizan estancias de un par de noches en pleno desierto.
Dado que es una organización sin ánimo de lucro, todas las visitas se financian mediante las aportaciones voluntarias de los cerca de 80 socios de Marhaba y, especialmente, del dinero de las personas que viajan: “La verdad es que no necesitamos financiación. Cuando hacemos un viaje se financia con el dinero de la gente que va allí”, explica Cuartero, matizando que “ esto está pensado para que vengan de 8 a 10 personas más o menos y así se cubren todos los gastos”.
Pero el objetivo de esta asociación no solo consiste en que el viajero descubra un Marruecos menos conocido y más auténtico, sino también que los habitantes de estas tierras puedan sacar un buen provecho de la experiencia, tanto a nivel personal como económico: “Nosotras queremos dejar dinero, que es lo que la gente necesita”, afirma Cuartero, aunque por otro lado, la cofundadora de la asociación ve “muy interesante el intercambio cultural porque se va abriendo un poquito la mente. Desde que nosotras empezamos a hacer los viajes hemos notado una diferencia abismal, sobre todo en las mujeres, en el pensamiento”.
Cuenta Cuartero que la gente que participa en estos viajes, a pesar de durar una semana, “tiene la sensación de haber pasado un mes y de sentirse súper cercana a esa familia, aunque no se entiendan”, siendo una experiencia muy bonita, “tanto para las familias como para la gente que viaja desde aquí”. El próximo viaje que organiza Marhaba tendrá lugar entre el 19 y el 27 de septiembre, en la zona del desierto de Erg Chebbi. Una buena oportunidad para conocer Marruecos de otra manera y conocer esta iniciativa.