Adrián Luis. /Para el seis veces MVP y otras tantas campeón de la NBA, Kareem Abdul-Jabbar, “el mejor jugador de todos los tiempos” fue uno que jamás pisó un parqué de la mejor liga de baloncesto del mundo. Su nombre era Earl ‘The Goat’ Manigault y su 1’85m de altura no fue ningún obstáculo para ejecutar los mejores mates jamás vistos. ‘The Goat’, como tantos otros, jugaba en las canchas de la calle, en concreto, en la Rucker de Nueva York.
Zaragoza, por su parte, también dispone de su Rucker particular, el Matadero. Ubicado en las antiguas instalaciones que le dan nombre y que en la actualidad forman el Centro Cívico Salvador Allende del barrio de Las Fuentes, este campo de baloncesto de hormigón fratasado congrega durante todo el año a los amantes de este deporte. Sin embargo, en verano, a causa de las vacaciones y del parón estival de las diferentes competiciones, esta cancha de 27 metros de largo por 12 metros de ancho atrae a más asistentes y vive su propia temporada alta. El jugador de 22 años Ibai Fletas afirma: “El día en el que más gente ha estado, yo llegué a contar cincuenta personas”.
Españoles y extranjeros –europeos, africanos, sudamericanos y asiáticos–, adolescentes, jóvenes y adultos, mujeres y hombres acuden todas las semanas a este playground zaragozano. Otro feligrés, Andy Domnariu de 24 años, sostiene: “Está bastante bien, yo llevo yendo unos cuantos años y siempre suele venir gente distinta, de distintas edades, algún veterano, gente joven, se suele jugar más o menos duro pero al final siempre acabas el día guay, de amiguetes, un cerveceo”.
La mayoría de los jugadores que se citan residen en Las Fuentes. No obstante, desde el Centro de la urbe, desde La Almozara, Delicias, Valdefierro u otros barrios se acercan ahí muchos adictos al deporte del balón y el aro. La capacidad de convocatoria del Matadero provoca que la competición esté garantizada. Según Ibai, es la pista con mayor calidad de juego de Zaragoza. Misma opinión comparte el jugador Andy quien asegura que el nivel baloncestístico es “sorprendentemente alto” debido, por una parte, a la experiencia y técnica de los veteranos y, por otra parte, al físico y motivación de los novatos.
En la capital aragonesa se pueden encontrar otras canchas que gozan de popularidad como la del parque Palomar o la del parque Bruil. Aunque, para Andy Domnariu, no existe “ninguna que le pueda hacer sombra ni de lejos” al Matadero. En suma, pachangas con competición y buen ambiente son los máximos exponentes de esta cancha de baloncesto. “Me siento… la palabra sería libre porque estás ahí sin preocupaciones, siempre que vas se te olvida que llevas el móvil, la hora que tienes que llegar a casa”, concluye Andy.
La organización de los partidos
Es importante ser puntual para llegar a la formación de los equipos. El primer paso que se lleva a cabo es determinar los capitanes, que dependerán del número de jugadores disponibles. Para ello, los que antes encesten su respectivo tiro libre se les asignará dicho rol. A partir de ese momento, cada capitán, en el orden en el que han anotado desde la línea de personal, elige por turnos a sus compañeros, como si fuese el Draft de la NBA. Una vez configuradas las plantillas y establecido el sistema de puntuación, el protagonismo recae en el balón naranja y en los partidos –3×3, 4×4 o 5×5–. Por lo general, en la canasta sureste es donde juegan los conjuntos que vencen y en la canasta noroeste, los que pierden o los que estaban esperando su oportunidad en los bancos contiguos a la pista. El motivo de esta distribución, la mayor cantidad de sombra que por la tarde protege a los deportistas en el medio campo sudeste.
Larga vida al streetball
El Centro Cívico de Las Fuentes, como todos, abre todos los días del año salvo los fines de semana de julio y agosto. Fuentes del Ayuntamiento aseveran que el campo se mantendrá y no se construirá nada sobre él. De esta manera, los aficionados al basket podrán seguir disfrutando de una actividad lúdica, social, sana y gratuita en el Matadero.