Adrián Luis. / En Europa el multiculturalismo es una realidad que está implantada desde hace siglos. Pero este concepto no va más allá de la mera convivencia. Sin embargo, tan importante es la convivencia como la interacción entre culturas. Es decir, el interculturalismo. La fotógrafa y cineasta zaragozana Isabel Aparicio (12/9/1988), durante su estancia en Berlín, se atrevió a rodar un documental acerca de un encuentro internacional de estudiantes y artistas del circo donde jóvenes procedentes de Palestina, Túnez, Bélgica, Alemania y España rompían las barreras culturales, lingüísticas y religiosas con el fin de nutrirse de sus propias experiencias y crear mediante la cooperación un espectáculo circense.
Este documental, Circus across borders (Circo a través de las fronteras), se proyectará gratis en La Suite Teatro el 16 de agosto a las 20:00 horas. Para los espectadores que tienen ganas de más, desde este días hasta el 6 de septiembre, a partir de las 20:00 horas, esta misma sala albergará la exposición fotográfica Circus everywhere de Isabel Aparicio. También será entrada libre.
Zaragoza Buenas Noticias ha hablado con Isabel Aparicio sobre su vivencia con artistas de otros rincones del globo y sobre su producción.
– ¿Cómo se involucró en este encuentro internacional de estudiantes y artistas de circo?
– En el 2013 me fui a vivir a Berlín. Donde tuve relación con varias personas que estaban realizando un Voluntariado Europeo con la empresa que organizó el intercambio, Cabuwazi. Ellos querían realizar un documental y me lo propusieron.
– ¿Qué le motivó para producir un documental sobre este evento?
– Desde que llegué a Berlín, he tenido mucha relación con el mundo circense, es un mundo que me fascinó: cómo entrenan día a día, cómo se ayudan los unos a los otros, se dan consejos, tienen un ambiente muy agradable, muy sano y es divertido. Convivir con gente de distintos países, conocer sus culturas… me pareció un proyecto muy interesante.
– ¿Las diferencias culturales, lingüísticas, ideológicas y religiosas suponen un obstáculo para llevar a cabo una performance o este género audiovisual?
– Más que dificultad, lo llamaría reto. Con las diferencias culturales, religiosas e ideológicas no tuvimos ningún problema, sino al revés. Todos estábamos fascinados por aprender de los otros y, por supuesto, ante todo el respeto a los demás, a sus ideas y costumbres. En el caso del show, el idioma fue complicado pero también muy divertido. Los chavales se enseñaban unos a otros mediante la mímica. Además, muchos de ellos sabían francés y estaban pendientes para las traducciones. En mi caso, el documental está en inglés, lo que dificultó un poco el tema de las entrevistas pero elegí que fuese así, puesto que me parece más natural, más real que los chicos y chicas se expresen delante de la cámara igual que lo hacen con sus compañeros. El idioma es parte del juego.
– ¿Qué le ha aportó esta experiencia (encuentro y documental)?
– Me dio la gran oportunidad de trabajar en el extranjero con un proyecto internacional, en el que han participado Alemania, Bélgica, Palestina, Túnez y varias personas españolas, entre ellas, tres aragoneses. Aparte de esto, conocer el mundo del circo en profundidad, ver cómo trabajan día a día para sacar un espectáculo, cómo se organizan chavales menores de edad de distintos países con el único fin de hacer disfrutar a la gente, entender a las personas de otros lugares que viven de forma completamente distinta y ven el mundo desde otra perspectiva enriquece. Y, por supuesto, audiovisualmente hablando, he aprendido mucho y he tenido la oportunidad de dirigir, grabar y editar un documental que ha nacido de la multiculturalidad.
– Un evento de este estilo e incluso un documental sin subvención requieren cooperación, intercambio de conocimientos, ¿cree que la coproducción desinteresada es una forma necesaria para realizar proyectos en estos tiempos convulsos?
– No. No vas a dar todo tu empeño en un proyecto de forma desinteresada. No me refiero económicamente hablando. El proyecto tiene que no solo interesar sino enamorar a las personas que forman parte de él. Es la única forma de dar lo mejor de ti. Y dar lo mejor de ti es la única forma de sacar estos proyectos adelante. Este documental se realizó sin nada de dinero. Yo llegué a un trueque con Cabuwazi. Ellos, al trabajar con jóvenes de otros países, tiene el interés y la obligación de ofrecerles un curso de alemán y yo quería aprender alemán. Así que ellos me dieron ese curso a cambio de que hiciese el documental. Por supuesto que hay que ayudar en todo lo que se pueda pero esto, aparte de ser un hobby, también es mi trabajo, es la forma con la que quiero ganarme la vida y el mundo audiovisual requiere dinero, nos guste o no. Desgraciadamente, en estos momentos es casi la única forma de hacer este tipo de proyectos.
– ¿En qué ciudades se ha proyectado el documental Circo a través de las fronteras?
– En Berlín y en Zaragoza. Aunque espero proyectarlo en más países.
– ¿Cómo fue acogido por el público?
– La verdad que mejor de lo que esperaba. Al ser algo largo y en inglés subtitulado, esperaba que la gente se cansase más al verlo. Pero el tema del circo llama mucho la atención. Además, es un trabajo bastante dinámico, la música es rapidilla y las escenas de acrobacias o aéreos hacen que el espectador lo disfrute.
– ¿Qué le emociona más, las imágenes en movimientos del documental o las instantáneas de las actuaciones?
– No sabría elegir, es como preguntar: “¿A cuál de tus hijos quieres más?”. El documental me hizo sudar más. En Berlín los subtítulos fueron en alemán, eso sí que fue un reto. Pero contar cómo unos chicos, que no podían ser más diferentes entre ellos, se unen para trabajar con el fin de hacer reír es algo bonito e inspirador. Por otra parte, la exposición me hizo trabajar foto a foto, fui a ver muchos espectáculos para tener una buena colección. Recuerdo a los chavales alrededor de mí pidiéndome ver las fotos, noches y noches sin querer ir a la cama hasta acabarlas. Todo esto lo recuerdo con muchísimo cariño.
– ¿Qué proyectos tiene en mente o entre las manos?
– Aparte de mover tanto el documental como la exposición, estoy trabajando como cámara en una webserie. Se llama Despedidas, de la productora es Que producciones y del director David Pallas. También trabajan en este proyecto Sandra Escolano y Ferrán Queralt, ambos directores de varios cortometrajes.
– Por último, ¿qué buena noticia le gustaría compartir?
– Este domingo 16 de Agosto, vamos a proyectar el documental Circus across borders a las 20:00 en la sala La Suite. Y tendremos también la exposición fotográfica Circus everywhere, la cual realicé durante mi estancia en Berlín. La tendremos abierta para el público de 20:00 a 22:00 de lunes a domingo hasta el día 6 de septiembre. La entrada es gratuita. Así que espero veros a todos ahí. Es una alternativa diferente para los que en agosto nos quedamos en la ciudad.