Redacción./ En España existen más de 2.000 kilómetros de infraestructuras ferroviarias en desuso. Podrían estar abandonadas, dejando que el paso del tiempo oxidara unos viejos raíles olvidados, sin embargo, gracias a una iniciativa original y sostenible, estos caminos por donde hasta hace poco circulaban los convoyes, son ahora senderos excepcionales para disfrutar a pie, en bicicleta o incluso a caballo. Se trata de las conocidas como Vías Verdes. Dos de las mas valoradas están en Aragón.
El Fuso – Desde Oviedo al río Nalón – Oviedo
Cerca de ocho kilómetros unen Oviedo y Fuso en una de las rutas más verdes de toda la infraestructura. El itinerario nace en el Parque de Invierno de la preciosa Oviedo, atraviesa la carretera local Ayones-Llagú y se adentra progresivamente en un paisaje de colinas calizas que obligan a superar los accidentes geográficos mediante puentes y túneles.
El Pas – De Astillero a Ontaneda – Santander
Al pie de las montañas, los ríos labraron valles sobre los que anduvieron los ferrocarriles. Sobre sus huellas transcurre ahora esta Vía Verde que lleva de las tierras pasiegas al mar. Se trata de un camino llano, que recorría el tren entre la villa litoral de Astillero y la pasiega Ontaneda. Es un recorrido de aproximadamente 25 kilómetros en los que encontramos un tramo apto para personas con movilidad reducida, se trata de la ruta que transcurre entre Villabañez y Puente Viesgo.
Del Aceite – Subbética – Jaén
Este recorrido de 58 kilómetros por el sur de la provincia de Jaén sigue el trazado del antiguo Tren del Aceite. La ruta, que circula entre el río Guadajoz y el pueblo de las Navas del Selpillar, nos permite disfrutar de un paisaje cubierto de olivos y cortijos típicos andaluces
De los Ojos Negros, de Teruel a Valencia
Sus 162 kilómetros de recorrido continuo la convierten en la Vía Verde más larga de España y su extensión nos permite disfrutar, en una misma ruta, de paisajes completamente distintos, desde las sierras turolenses hasta casi tocar el Mediterráneo. En el primer tramo podemos partir desde el municipio de Sana Eulalia, en Teruel, para terminar ya en tierras valencianas, en el municipio de Barracas. Aquí se inicia la segunda parte de la ruta, que finaliza en Algimia de Alfara, a escasos 20km de Sagunto y el mar, rodeados de naranjos valencianos.
La Val de Zafán – Matarraña – Zaragoza
Situada en la antigua vía de ferrocarril que unía Tortosa y las Tierras del Ebro con Aragón, transcurre por bosques solitarios y túneles cercanos a lugares como Alcañiz, escenario de las Guerras Carlistas o la estación de Torre del Compte, hoy convertido en hotel y restaurante en ruta. A lo largo de nuestro camino atravesaremos paisajes agrícolas -donde los olivares, almendros y vides son protagonistas- así como zonas boscosas de pinos. La vía es de unos 30 kilómetros aproximadamente que podemos recorrer a pie en siete horas o, en bicicleta, en tres. Debido a los cambios de rasante, la ruta sería de una dificultad media