Sergio Otegui: “El 95 % de Nada Incluido es vivir sabiendo que el de al lado te va hacer bien y no mal”

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Sergio Otegui, en Perú. / FOTO: Nada Incluido.
Sergio Otegui, en Perú. / FOTO: Nada Incluido.

Marcos Díaz. / Otra forma de entender los viajes, viviéndolos como una aventura abierta basada en la confianza y la libertad, es lo que propone Sergio Otegui (Zaragoza, 1989) a través de Nada Incluido. Mediante esta web, Sergio narra los viajes que realiza, ofreciendo guías completas de los países que visita junto con sus compañeros y claves para moverse por el mundo.

Hemos hablado con él para que nos explique en qué consiste esta iniciativa viajera que le ha llevado a recorrer tres continentes, pasando por países como Finlandia, Tailanda o Perú, recorriendo miles de kilómetros con veinte euros de presupuesto diario.

– ¿Cómo surge Nada incluido?

– El proyecto tiene dos fases. Primero fue un proyecto de viaje, tal cual. Leí el blog de Pablo Mandado, Crazy travel, y me llamó la atención que afirmara que llevaba un año y pico viajando por Europa de esta manera. Explicaba el proyecto, cómo hacía los viajes y daba claves para ahorrar en ellos. Me centré en esas claves y pensé “¿por qué no aplico yo eso a un viaje, a ver qué pasa?”. Coincidió con que ese año era la Eurocopa de 2012 y les comenté a mis amigos que hiciéramos ese viaje a Polonia y Ucrania, lugares lo suficientemente lejos como para que fuera un reto grande. En esta primera vez estuvimos como 35 días viajando, recorrimos 13.000 kilómetros y nos gastamos unos 800 euros. Además, nos invitaron al fútbol las familias de los jugadores de la selección, vimos todos los partidos sin pagar un duro… fue increíble. Hicimos otro viaje más y, en el tercero, ya se creó el concepto de ‘Nada incluido’, pensando que hay material que puede interesar a más gente.

– ¿Crees que empieza a calar, que empieza a verse más esta forma de viajar?

– Es una moda. Está muy extendido, es muy habitual ver a gente que lo hace, ya que a través de las redes sociales se facilita. Sí que es verdad que hay muchas formas de entender el concepto de viajar con poco dinero. Nosotros viajamos con 20 euros diarios y hay gente que viaja con 3 o 5 euros al día. Nosotros no vendemos ese concepto, de “somos los más low cost de todos”, sino que queremos transmitir al máximo lo que vivimos. En nuestro blog hay muchísimo material informativo para el que quiera hacer un viaje a un país que hayamos visitado, pero también se habla de lo que hemos sentido allí y de la gente que hemos conocido. Sí que creo que hay un boom de este tipo de viajes pero cada uno lo enfoca a su manera.

Sergio Otegui, junto con Diego Mediavilla y Álvaro Ayala, en Tailandia. / FOTO: Nada Incluido.
Sergio Otegui, junto con Diego Mediavilla y Álvaro Ayala, en Tailandia. / FOTO: Nada Incluido.

– ¿Cuál es la característica que más valoras de tus viajes?

– La libertad. Hay veces que vuelvo de un país y me he perdido las tres o cuatro cosas que había que ver. Nunca estoy condicionado por nadie ni por nada. No tengo que ir a un lugar solo porque tenga un hotel ahí. Puede que llegue a un pueblo en mitad de la nada en Costa Rica y diga “me quedo aquí, ¿para qué voy a ir mañana a Tortuguero -una de las zonas más famosas- si realmente estoy bien aquí y ahora”. No tengo presión, nadie me dice lo que tengo que hacer el día siguiente, por eso me quedo con la libertad que te da. También, gastar tan poco en cada viaje te permite que duren mucho más tiempo que si, por ejemplo, te gastaras 80 euros diarios.

– ¿Qué destinos os han podido sorprender más?

– Siempre me preguntan cuál es mi viaje favorito y siempre digo que cada viaje es un momento y un lugar. En cada viaje estás muy condicionado por el contexto. Hemos estado en Europa, en Latinoamérica y en Asia. Asia te sorprende porque no tiene nada que ver nuestra cultura con la suya, pero también te vas a Costa Rica, en un contexto muy diferente, y también te sorprende por lo expuesto que estás. No puedo decir un lugar que me haya sorprendido más, simplemente puedo decir que he viajado en diferentes situaciones y con ellas he hecho mi viaje. A Asia me fui con una situación personal más convulsa y lo disfruté de una manera, a Costa Rica fui con otra y lo disfruté de otra manera. Se adapta a tu forma de estar en ese momento.

– ¿Y habéis vivido algún momento complicado?

– Ahora cada viaje nos resulta más sencillo. Llega un momento en el que evolucionas en la carrera del mochilero, ya estamos en un curso muy avanzado y lo que antes era un problema ahora es una cosa normal. Es verdad que el primer viaje fue un conjunto de errores seguidos, de dormir en la calle, palizas con la mochila de tres horas andando y cosas así. Viajas, estás superexpuesto y estás todo el día con la posibilidad de que te pasen cosas pero no te pasa nada porque lo básico ya lo tienes controlado, ya sabes cómo evitarlo. Ha habido momentos; sobre todo en el primer viaje, que hicimos mucho autoestop -sin saber, porque también hay que aprender- y nos quedamos atrapados en sitios pensando que no íbamos a salir nunca de ahí. Nunca jamás hemos vivido una situación de peligro. Hemos tenido conflictos pero nunca una situación de decir “de esta no salimos”.

– ¿Merece la pena confiar en la generosidad del otro a la hora de moverse por el mundo?

– Yo no entendería este proyecto si no lo hiciéramos así. El 95 % de Nada Incluido es vivir sabiendo que el de al lado te va hacer bien y no mal. Creo que en España tenemos una actitud derrotista y negativa, nunca confiamos en alguien que viene de fuera y siempre tenemos mucho miedo de meter a alguien en casa. Yo, desde que empecé a viajar, alojo también a viajeros en mi casa. Cuando se lo cuento a la gente siempre me dicen que me van a robar o vete a saber el qué. Pero no, realmente el confiar es la base de todo esto. Para que esto salga bien, tienes que ir a un lugar, que te ofrezcan algo y decir que sí, porque también tenemos mucho miedo a decir que sí y a pensar que igual es porque quieren algo de ti, y no es así. Gente mala hay, pero por cada 100 buenas experiencias vas a tener una negativa. Sin duda, la confianza es la base de este proyecto.

La Eurocopa 2012 de Polonia y Ucrania fue el primer destino de Nada Incluido. / FOTO: Nada Incluido.
La Eurocopa 2012 de Polonia y Ucrania fue el primer destino de Nada Incluido. / FOTO: Nada Incluido.

– ¿Qué momentos destacarías de vuestros viajes?

– El viaje que más nos marcó a todos fue el de la Eurocopa. Nos fuimos de aquí sin un duro y acabamos viendo todos los partidos en las mejores zonas del campo. Todo salió a raíz de una camiseta de Llorente que me pidió mi ex novia, fuimos a un entrenamiento con una pancarta y la cosa fue creciendo, ya que nos entrevistó la prensa por estar en Polonia. En ese momento había pocos españoles, ya que había terminado la fase de grupos y nos preguntaron qué es lo que hacíamos ahí. Les contamos lo que estábamos haciendo y se interesaron por nuestra forma de viajar. En un momento dado, la prensa habló con la familia de Llorente, les contó nuestra historia y el hermano de Llorente, en el peor momento del viaje, ya que no teníamos dinero, nos dijo que nos invitaba a los partidos. Estuvimos viendo cuatro o cinco con la familia de los jugadores y salimos en la tele. En general, todos los viajes tienen un gran momento.

Al año siguiente nos fuimos al norte de Europa, queríamos llegar a Laponia. Conocimos a una chica finlandesa en Tallín y nos ofreció quedarnos en su casa cuando le dijimos que íbamos a Finlandia. Llegamos a Finlandia, que es un país carísimo, y alquilamos un coche para ir a casas de gente que nos acogía. Cuando estábamos cerca de la casa de la chica, nos dijo que todavía no había llegado y que no nos podía alojar. A nosotros se nos cayó el mundo porque si en Finlandia no tienes casa, son 50 euros, dos días de presupuesto. Le insistimos un poco y nos dijo que debajo del felpudo teníamos las llaves. Fuimos a la casa, que por cierto eran todas iguales, y entramos en el jardín de la que a mí me parecía que era, porque había visto una foto. Levantamos el felpudo, allí había una llave, abrimos la puerta y vimos que había alguien en la casa. Salió un chico del baño y nos preguntó qué es lo que sucedía, le dijimos que éramos amigos de Lempi, que era la chica, y dijo que perfecto, que si queríamos alojarnos. Nos enseñó la casa y ahí nos quedamos durmiendo, en un sitio increíble además.

– ¿Qué próximos destinos tenéis pensados?

– Me gustaría hacer dos viajes al año, de un mes cada uno más o menos. En febrero, que es cuando me gustaría hacer el próximo viaje, querría irme a Latinoamérica por el clima y mi objetivo es ir a México o a Chile. No se si me saldrán las cuentas esta vez pero si no, seguro que en junio, con el grupo de viaje, iremos a Islandia porque es un país que nos llama mucho la atención y que encaja con nuestra filosofía de viajes.

– ¿Y qué buena noticia te gustaría compartir?

– Me gustaría que llegara un momento en el que, en España, la gente viera este tipo de cosas como algo normal. Que abriéramos nuestra mente y nos diéramos cuenta de que no pasa nada por meter a un extranjero en tu casa o por viajar sin saber a dónde vas. Que hubiera más apertura de mentes en ese sentido, evitar tantos miedos que te frenan y que nos volviéramos más liberales en ese asunto.

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