Redacción:/ ¿Sabías que la iglesia de San Pablo rivalizó en importancia en el siglo XVI con la basílica del Pilar y la catedral de San Salvador siendo la única iglesia parroquial de la zona? Hoy en día de este conjunto artístico, que comenzó en el siglo XII como ermita de San Blas, hay que reseñar su torre mudéjar octogonal, la claustra, el retablo con puertas y el coro con órgano gótico.
Esta iglesia tiene tres patrones (San Pablo, San Blas y San Gregorio) y una patrona (la Virgen del Pópulo) de ahí que no sea difícil imaginar su importancia.
La torre mudéjar tiene 66 metros de altura y se construyó entre los siglos XIII y XIV. Aquí se encuentran las 5 campanas que llevan los nombres de los patrones en femenino: Paula, Petra, Gregoria, Blasa y de la virgen del Pópulo.
La claustra es la denominación que recibe el espacio que queda entre la construcción del siglo XIII y la ampliación que se hizo en los siglos XV-XVIII. Como las casas del barrio estaban muy próximas a la iglesia, no se pudo hacer una expansión al uso y se optó por rodear la iglesia con otro muro para aprovechar el espacio. En el interior se aprecia una diferencia de dimensiones entre las naves laterales para ajustarse a la disponibilidad espacial.
Fue construido por Damián Forment (entre 1511 y 1531) al tiempo que hacía el de la basílica del Pilar El retablo
mayor ha recuperado recientemente sus puertas de 1596 que estaban siendo restauradas. Realizado en madera dorada y policromada, cuenta con un óculo expositor típico de los retablos aragoneses.
El coro, realizado en madera en el siglo XVI, con el órgano gótico de 1480-1483, y que todavía hoy funciona plenamente. Esta zona tiene especial relevancia ya que los coros son habituales de las catedrales y no de las iglesias; pero San Pablo fue una iglesia muy importante que contaba con numerosos feligreses del barrio.