Redacción:/ El presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, ha enviado una carta al presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, tras conocer las declaraciones del consejero de Justicia afirmando que la zona oriental de Aragón pertenece a la nación catalana y que, por tanto, se les ofrecerá a sus habitantes en su momento la ciudadanía catalana. En la misiva, Lambán le hace saber que tales manifestaciones “han causado un profundo malestar tanto en el Gobierno que presido como entre los ciudadanos de la Comunidad, que nos sentimos unánimemente españoles y aragoneses”.
Lambán la ha calificado como “una falta de respeto intolerable; de una opinión torpe e irresponsable que, además de infringir la normativa legal básica, juega con la dignidad de una Comunidad y con los sentimientos de sus gentes con una prepotencia identitaria –por llamarla de alguna manera- de resonancias históricas muy inquietantes”.
El presidente del Gobierno aragonés iguala esta última iniciativa al mismo “desprecio a Aragón” demostrado por la Generalitat en el incumplimiento de las sentencias relativas a la devolución de los bienes de la zona oriental, y lamenta que no tengan en cuenta que reteniendo unos bienes expoliados “se ponen moralmente a la altura de un régimen al que ustedes condenaron en su día por haber hecho eso mismo con Cataluña”.
Lambán recuerda que la “mal denominada franja forma parte de Aragón sin ninguna clase de duda política o histórica y sin reticencia alguna por parte de quienes viven en ella”. Añade contundente que esta las declaraciones del consejero de Justicia afirmando que la zona oriental de Aragón pertenece a la nación catalana y que, por tanto, se les ofrecerá a sus habitantes en su momento la ciudadanía catalanala, Aragón, Baleares, Cataluña y Valencia solo han compartido un marco institucional común: el de la Corona de Aragón, cuyos reyes eran coronados, por cierto, en la Seo de Zaragoza”.
Por todo ello, y en aras a preservar la buena vecindad entre Aragón y Cataluña, insta al presidente Mas a que rectifique las “desdichadas, equivocadas e injuriosas” declaraciones de su consejero.
No obstante, la misiva enviada por el presidente aragonés incluye la preocupación del Ejecutivo sobre la cuestión política suscitada por Cataluña y su interés en mantener la relación de hermandad derivada de una historia compartida, de una inmensa red de afectos personales de amistad y de familia y también de muchos intereses económicos y culturales comunes.
En ese sentido, se muestra dispuesto a hacer todo lo posible para favorecer el diálogo como única fórmula capaz de reencauzar la relación entre Cataluña y el resto de España, “cuyos destinos consideramos indisociables por interés de ambos”. Reconoce que Cataluña plantea algunas reivindicaciones “cargadas de razón”, de la misma forma que Aragón tiene problemas que requieren cambios en el sistema de financiación autonómica o en la arquitectura institucional del país. Y de la misma forma que otras comunidades están la misma situación.
Lambán plantea acordar un nuevo marco de convivencia aceptable para todos, un acuerdo que, con buena voluntad y con determinación, estoy seguro que se puede alcanzar y en ese camino, Cataluña podrá contar con Aragón, “el aliado más leal y capacitado” para respetar y reconocer las singularidades de Cataluña y para valorar las potencialidades de una ciudadanía que es ejemplar desde muchos puntos de vista.
Por ello, cree que las declaraciones del consejero catalán o la persistencia en retener ilegalmente los bienes “no ayudan nada a ello y, desde luego, merecen con nuestra repulsa más contundente”.