Redacción:/ El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha vuelto a mostrarse contundente con la actitud de la Generalitat de Cataluña, al asegurar que desde Aragón no se tolerarán injerencias ni faltas de respeto, después de que un consejero hablase de dar la nacionalidad a habitantes de la franja oriental de Aragón y no ser desautorizado por su presidente.
Lambán sostiene que las relaciones entre Aragón y Cataluña deben ser privilegiadas porque existen muchos intereses comunes y culturales que mantienen ambas comunidades y muchas relaciones familiares y de amistad.
Tras preciarse de ser un gran admirador y amante de Cataluña y de los catalanes, considera “inclasificable” la relación con los responsables de la Generalitat, tras los continuos desagravios “perpetrados contra Aragón”.
Sobre este último, lo ha calificado de “estupidez histórica, cultural y política mayúscula”, así como de una falta de respeto “intolerable” que no se puede permitir. Por ello, ha deseado un nuevo gobierno para Cataluña con el que poder reiniciar relaciones.
El presidente aragonés, que reconoce las singularidades de Cataluña, así como la necesidad de reformar la Constitución tras un debate intenso con el resto de comunidades, se ofreció incluso al monarca español para que la sensatez vuelva a imponerse e iniciar un nuevo camino en el que todos se sientan cómodos desde el punto de vista político y fiscal.
Pero ello –asegura- “no lo haré a costa de hacer dejación de mis responsabilidades y rechazaré cualquier tipo de injerencia y de falta de respeto o declaraciones como las realizadas por este desdichado e infausto consejero”. Tras calificarlas de “agresión intolerable”, Lambán argumenta que “estupideces de esa naturaleza las hemos oído desde entidades privadas, historiadores de medio pelo, o de agentes culturales catalanes manifiestamente mejorables, pero que las haga ahora un representante del Gobierno de Cataluña, eleva la gravedad de los hechos un escalón más arriba y nosotros no lo podemos tolerar en modo alguno”.