Cristina Abad Cabal. Excesos en nuestra alimentación, falta de deporte, cloro, sal para nuestra piel y nuestro pelo, sobre todo sol en cantidades industriales son los peores enemigos del verano. Con un pie dentro del mes de septiembre a las puertas de decir “chao chao” a nuestro queridísimo verano, solo queda hacer balance e intentar compensar aquellos aspectos que hemos descuidado en los días de relax.
Tras la vuelta de vacaciones es muy recomendable realizar exfoliaciones de cara y cuerpo una vez a la semana. De esta manera nos deshacemos de las pieles muertas y recuperaremos el brillo en nuestra piel que ha sido castigada en mayor o menor medida por el cloro, la sal y los rayos de sol. Este paso es el primero a seguir para comenzar a tener un aspecto saludable, pero no olvides que no hay exfoliación sin hidratación posterior. Tan importante es un paso como el siguiente, si nos concienciamos en limpiar a fondo nuestra dermis y dejarla impecable también tenemos que tener en cuenta que de nada sirve sin incidir de manera constante en que debe estar perfectamente hidratada con productos que se ajusten a nuestras necesidades. Cada piel es un mundo, por lo que si te encuentras perdido y no sabes que productos utilizar no dudes en consultar con un especialista antes de aplicar alguna crema o similar que no vaya acorde contigo.
Uno de los protagonistas de nuestra temporada estival ha sido sin duda el sol; para evitar que nos dañe hemos utilizado fotoprotectores tanto para nuestra piel como para nuestro cabello, pues bien, este gesto no debe quedar relegado a los meses de verano sino que debe estar presente durante todo el año. Como lo lees, los expertos dermatólogos recomiendan sea cual sea tu tipo de piel el uso de protectores solares específicos antes de maquillarnos a diario. Debes tener en cuenta que para el día a día no debes utilizar las mismas cremas que se usan para ir a la playa o la piscina, debes comprar un producto específico y no graso con el objetivo de evitar la pigmentación cutánea y mejorar el aspecto de nuestro rostro.
Con el cabello ocurre igual, es conveniente seguir usando los espráis protectores que previenen de las radiaciones y el calor artificial (planchas, tenacillas y secadores), sobre todos si sueles secar y moldear tu pelo en invierno ya que notarás la mejora en tu cabello si no cesas en el uso de estos productos. Aunque el sol no salga con la misma intensidad en invierno siempre es recomendable protegerse.
Para verse bien por fuera es fundamental trabajar en estar bien por dentro, es habitual que cuando nos encontramos en periodos de descanso dejemos a un lado las restricciones que solemos imponernos en cuanto a la alimentación y el deporte y nos soltamos la melena. Comidas y cenas copiosas suelen estar presente en los días festivos y son pocos los valientes que se niegan a las tentaciones de los múltiples postres refrescantes que trae consigo el verano. Pues bien, todo esto de manera temporal se puede permitir pero si lo que queremos es sentirnos bien y que nuestro tránsito intestinal vuelva a la normalidad debemos frenar nuestros impulsos y vivir de recuerdos de esos dulces y maravillosos días de vacaciones. Para “desintoxicar” nuestro organismos de impurezas el primer requisito es la ingesta de dos litros de agua al día, partiendo de esta base tan fundamental todo nos será más fácil. El segundo paso se encuentra en recurrir a todos los alimentos ricos en vitaminas y que aportan nutrientes indispensables a nuestro organismo como: frutas, verduras, carnes y pescados a la plancha.
En cuanto el ejercicio físico debemos ir recuperando las rutinas y no apoyarnos en el sedentarismo, es recomendable volver a realizar deporte de manera progresiva. Si no te sientes con ánimos de iniciar sesiones de gimnasia comienza por ir a andar o nadar e ir aumentando el tiempo transcurrido; pasadas unas dos semanas prueba a salir a correr o realizar alguna sesión de cardio de media intensidad, así sucesivamente hasta que te encuentres en forma para poder realizar otro tipo de ejercicios.
Uno de los regalos que nos brinda la época estival es volver a casa con un bronceado impecable digno de cualquier portada de revista. Pero como ya sabemos lo bueno dura poco e inevitablemente este color dorado termina por desaparecer de manera gradual. Para aquellas personas que se resignan a deshacerse de este maravilloso tono de piel y ya están pensando en acudir a tomar rayos UVA, queremos proponerle una buena alternativa. Como comentábamos anteriormente la exfoliación y la hidratación son dos actos imprescindibles y que ayudar a mantener el tono bronceado, pero también existen productos para alargar la duración como son complementos alimenticios destinados a este fin, lociones con pigmentos dorados que resaltan el tono adquirido y lo mantienen y geles activadores de melanina.